La función de compliance ha evolucionado para alcanzar los objetivos que trascienden el mero cumplimiento de las normas vigentes o la reducción de riesgos legales. Desde hace más de una década, esta función ha asumido la tarea de elevar la integridad en la gestión de los negocios, siguiendo estándares de ética y transparencia cada vez más exigentes. Hoy incluso es posible hablar de una tendencia hacia la hipertransparencia.
Dentro de la función de cumplimiento, la tecnología es una herramienta fundamental para combatir la corrupción y el fraude en las organizaciones. Esto refuerza la premisa enunciada por el Foro Económico Mundial sobre ampliar —y evolucionar— el alcance del compliance para dar lugar a una cultura de integridad, que se convierta en el núcleo de las acciones de cualquier empresa.
Estos elementos —la ética y la integridad más allá del cumplimiento; construir una cultura de integridad; utilizar la tecnología contra la corrupción y trabajar en acciones colectivas— se encuentran en la base de la agenda “Business Integrity” del Foro Económico Mundial sobre Transparencia y Anticorrupción.
Ahora bien, ¿quién ejecuta estos pilares? La responsabilidad la tiene el Chief Compliance Officer, cuyo rol se ha alejado del enfoque “tick-boxing compliance”, es decir, se ha alejado de estereotípico ejercicio de 'marcar' casillas, para asumir un mayor liderazgo entre las organizaciones, también para impulsar un verdadero cambio a través de la ESG Revolution.
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Para profundizar más sobre este nuevo enfoque en la función de cumplimiento y su importancia a nivel global, LexLatin sostuvo una conversación con Gonzalo Guzmán, chief counsel of ethics & compliance en Unilever, miembro del Global Future Council del Foro Económico Mundial y recientemente nombrado chair of the International Chamber of Commerce’s Global Commision on Anti-corruption & Corporate Responsibility.
Guzmán cuenta con una larga trayectoria enfocada en temas de anticorrupción. Antes de tomar su posición actual en Unilever, trabajó como director of Anti-corruption, Governance & External Engagement en GlaxoSmithKline (GSK) y fue jefe de proyectos legales en la International Bar Association (IBA), donde lideró proyectos globales anticorrupción con organizaciones como la OCDE y la UNODC.
En su paso por GSK, Guzmán fue galardonado con el Premio TRACE Global 2018 a la Innovación en el Cumplimiento Antisoborno, por su trabajo en la función de cumplimiento relacionada con el uso del gobierno electrónico como herramienta anticorrupción.
Una nueva perspectiva más allá de la ley
En su opinión, ¿cómo ha cambiado el compliance y qué se busca con esta nueva noción?
Gonzalo Guzmán: Hoy en día la función de compliance cuenta con un enfoque más completo. Esto significa que no solo está limitada a velar por el cumplimiento de las regulaciones vigentes ni a mitigar riesgos, sino que también busca incorporar nociones de derechos humanos, sostenibilidad y ética.
Esta visión consiste en 'ir más allá de lo que te pide la ley', lo que implica realizar acciones que representen más que una buena gobernanza. De esta manera es posible alcanzar la meta de establecer una cultura de integridad en la empresa.
¿Qué implica tener un cargo global en el que una compañía multinacional deposita su confianza para operar bajo prácticas socialmente responsables y éticas?
Un cargo global representa, sin duda, una gran responsabilidad. En especial en estos momentos en el que existe una fuerte tendencia hacia reforzar los temas de transparencia dentro de las organizaciones para elevar los niveles de integridad en el negocio. Ese es uno de los principales desafíos.
Otro punto importante es que la función de cumplimiento colabore con los otros departamentos de la empresa para funcionar de manera alineada. Solo así es posible trabajar en objetivos comunes que, por supuesto, sigan las directrices de una gestión socialmente responsable y ética.
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¿Qué busca en los profesionales que desean formar parte de su equipo? ¿Qué habilidades deben tener?
Más allá de las habilidades académicas, busco que sean curiosos. Es decir, que busquen la manera de conocer íntimamente el negocio y adaptarse a nuevas tendencias, tecnologías, cambios en las legislaciones, entre otros.
Asimismo, espero que las personas que deseen ser parte del equipo de compliance se interesen por temas como las ciencias del comportamiento o análisis de datos aplicadas a la función de compliance o que utilicen herramientas como “Design Thinking”.
Este tipo de metodologías sirven para desarrollar ideas nuevas que puedan dar respuesta a necesidades específicas. Todo esto debe estar acompañado de un compromiso de trabajar con integridad para lograr un verdadero cambio en las organizaciones.
La tecnología: una aliada en la función de cumplimiento
¿Cómo ha evolucionado el gobierno electrónico como método anticorrupción desde su paso por GSK?
Gonzalo Guzmán: Desde ese entonces, las cosas han cambiado en el sentido de que hay un número mayor de servicios de gobierno disponibles de manera online. Hay plataformas digitales que no existían hace algunos años y que están funcionando perfectamente.
Cada vez surgen nuevas tecnologías para atender necesidades de transparencia en las organizaciones y esto trae un efecto positivo en la lucha contra la corrupción.
Un nuevo desafío dentro de la ICC
¿En qué momento de su carrera llega este nombramiento como director de la Global Commission on Anti-corruption & Corporate Responsibility de la ICC? ¿Cómo se prepara para este nuevo rol?
Este nombramiento llega en un momento de mucho dinamismo. Están ocurriendo muchos cambios en el entorno político y en el ámbito de la tecnología.
Acontecimientos como la guerra en Ucrania, la atención a los derechos humanos y el nuevo ESG approach en la función del cumplimiento dan mucha tela para cortar en materia de anticorrupción y responsabilidad corporativa. Son cambios que están ocurriendo y hay que asumirlos, pues no hay otra opción.
Como líder de esta Comisión Global hay mucho trabajo que hacer y, al mismo tiempo, me entusiasma mucho asumir este nuevo reto para trabajar en iniciativas globales que involucren a organizaciones internacionales, gobiernos, líderes empresariales y representantes de las principales economías del mundo para impactar de forma positiva la forma de hacer negocios y, en definitiva, reducir los índices de corrupción.
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La región
En su opinión, ¿Es posible hablar de avances en materia de corrupción en América Latina?
Gonzalo Guzmán: Creo que en Latinoamérica el tema de anticorrupción ha adquirido especial relevancia en los últimos años. En casi todas las agendas de las campañas electorales de los países latinoamericanos está incluido el tema de la corrupción.
Adicionalmente, los gobiernos cada vez están invirtiendo más en el uso de tecnologías para modernizar y hacer más eficientes las actividades del sector público. Esto es lo que se llama 'GovTech', que también cubre temas relacionados con la lucha contra la corrupción. De hecho, el Banco de Desarrollo de América Latina ha desarrollado un índice para medir la madurez de los ecosistemas GovTech en la región, donde todavía siguen existiendo desafíos. En el Global Future Council del Foro Económico hemos estado mirando este tema muy de cerca.
Sí creo que han habido avances positivos en Latinoamérica, pues la sociedad civil y profesionales de distintas industrias han tomado liderazgo para realizar propuestas en pro de la lucha contra la corrupción. Un ejemplo concreto es el trabajo que ha hecho la Cámara de Comercio Internacional de México sobre la aplicación de la "cláusula contra la corrupción", que es un instrumento global.
La clave del éxito
Ya para concluir, ¿cuál cree que es la materia prima de una carrera tan distinguida?
Gonzalo Guzmán: Creo que mantenerse activo es crucial. Actualizarse constantemente es la mejor manera de estar preparado para el cambio y, sin duda alguna, actuar con integridad y ética siempre, no solo en tu trabajo sino en tu entorno cotidiano. Estas son mis recomendaciones para cualquier persona en el inicio de su carrera.
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