Los cambios provocados por la pandemia han sacudido al mundo legal y aún se desconocen algunos de sus efectos. El mercado laboral ha cambiado constantemente durante este periodo, las nuevas formas de trabajo —que exigen aislamiento— llevan al sector a repensar los modelos de negocio, las entregas, la relación con los clientes y, sin duda, el perfil de los abogados y sus necesidades formativas para afrontar los retos de esta nueva era.
Hay un consenso en que las tecnologías han ayudado a administrar todo modelo comercial y, además, permiten mayor velocidad, precisión y eficiencia en el proceso. Con tecnología a la mano, según especialistas, hay mayor acceso a la justicia y también se genera información valiosa sobre la cultura jurídica.
Las transformaciones obligan a las y los abogados a adaptarse a las nuevas necesidades del sector. En este contexto, se ha hecho necesario que las y los profesionales se expandan a otras áreas: no basta con entender solo el mundo jurídico, ahora los clientes buscan soluciones que integren diferentes sectores y una relación más cercana con sus asesores.
Para sintetizar los puntos clave del nuevo perfil del abogado, LexLatin entrevistó a socios gerentes, directores ejecutivos y responsables de administrar diferentes oficinas en Brasil. Entre ellos Fernando Serec, consejero delegado de TozziniFreire, quien introduce el tema como una necesidad cada vez más punzante. Para el consejero, los profesionales de diferentes áreas del derecho deben trabajar en proyectos.
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“En varias investigaciones solicitadas por clientes por temas de competencia y cumplimiento, no solo se ha hecho necesario trabajar entre profesionales del derecho de diferentes áreas, sino también con profesionales del área de auditoría y contabilidad y la actuación de grupos tecnológicos, para facilitar la búsqueda de información, correos electrónicos y comunicaciones”, explica el CEO.
La transdisciplinariedad también es importante en los arbitrajes relacionados con la infraestructura y la construcción de obras complejas. En estos casos, la interacción entre abogados de arbitraje e ingenieros, expertos en TI y contadores es bastante común. Normalmente, si el grupo está bien integrado, a decir de Serec, termina produciendo resultados importantes para los clientes.
En el cierre de fábricas, una tendencia creciente en los últimos años, en especial durante la crisis de la pandemia, es común que la preparación se haga entre abogados de diferentes áreas, personal financiero y de recursos humanos en un mismo proyecto. Otro sector que cada vez requiere más trabajo entre distintas áreas es el de la infraestructura, en especial cuando se otorgan nuevas concesiones. Esto requiere abogados de más de un área (administrativo, mercado de capitales para financiamiento de proyectos) e ingenieros, especialistas en el tipo de concesión: carreteras, aeropuertos, saneamiento, energía u otros.
El papel del abogado se ha convertido en mucho más que el trabajo legal en sí. La práctica ha llegado a requerir un equipo amplio y diverso que trabaje de manera proactiva y colaborativa en beneficio de los clientes. El derecho ha colaborado con otras áreas del conocimiento, como tecnologías de la información, finanzas, marketing, recursos humanos y otras especialidades. Ahora la función legal debe abarcar las otras unidades comerciales del cliente y ayudar a resolver los desafíos de casos complejos.
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Si bien esta integración es cada vez más necesaria, todo lo que se pueda estandarizar terminará haciéndolo una máquina, según los expertos. Esto conducirá a la automatización de procesos, la creación de modelos y el crecimiento en la prestación de servicios industrializados.
Estos modelos generarán nuevos mercados para los usuarios que antes vivían lejos de utilizar la prestación de servicios legales y de alguna manera podrán contribuir a la creación de una mayor cultura jurídica, lo que conducirá a un incremento en el uso de servicios en esta industria.
El uso de datos para construir modelos y patrones está impactando también el mundo de los litigios. Sin embargo, más que pensar que la tecnología será como una bola de cristal, debe entenderse, según los abogados consultados, como datos convertidos en información que conducirán a una mejor toma de decisiones para que los riesgos asumidos sean menores.
Los despachos de abogados tuvieron que adaptarse a esta nueva realidad sumergiéndose en el mundo digital. Con el advenimiento de la tecnología, los equipos pudieron trabajar desde diferentes ubicaciones y en colaboración para generar una experiencia positiva para quienes recibieron la asistencia. De acuerdo con Fernando Meira, socio director del despacho de abogados Pinheiro Neto Advogados, los clientes y los casos son cada vez más complejos, lo que hace que los despachos necesiten profesionales multidisciplinarios para solucionarlos de forma eficaz.
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“Los asuntos y transacciones confiados a nuestra oficina son cada vez más complejos, multidisciplinarios y estratégicos y los plazos requeridos más cortos. La pandemia y el uso de nuevas tecnologías de trabajo a distancia crearon una sensación de urgencia e inmediatez aun mayor”, analiza Meira.
Ante este escenario, explica el abogado, para poder entregar un trabajo de calidad y soluciones bien pensadas y estructuradas en los plazos pactados es necesario reunir a profesionales capacitados y experimentados con las más diversas especialidades.
“Creemos que es fundamental contar con equipos multidisciplinarios altamente capacitados, con la misma formación y cultura, disponibles para involucrarse rápidamente en los proyectos de nuestros clientes, a fin de atenderlos de manera uniforme y consistente. Lo importante es poder contar con el mejor profesional para satisfacer plenamente la demanda”, dice.
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Otras firmas, como Mattos Filho, ya implementan esta política desde hace algunos años. “Los resultados obtenidos del desempeño de las áreas de tecnología y conocimiento, desarrollo humano, finanzas y comunicación y marketing son tangibles y relevantes. La excelencia del servicio legal multidisciplinario solo es posible gracias al desempeño altamente calificado de nuestros socios y abogados, combinado con el trabajo de vanguardia que realizan las áreas administrativas, posibilitando entregas y soluciones estratégicas, eficientes e innovadoras”, dice Roberto Quiroga, socio gerente del bufete.
Este es el mismo camino adoptado por otros profesionales del mercado. "La mayor complejidad de los temas involucra cuestiones interdisciplinarias y la necesidad de grupos que puedan responder rápidamente a las demandas. Adicionalmente, las formas de comunicación descentralizadas aumentan la responsabilidad de cada miembro del equipo, que comienza a recibir demandas directamente de los clientes, haciendo que el socio sea cada vez más un gerente de demanda y organizador de equipos”, dice Luiz Antonio Varela Donelli, socio de Donelli e Abreu Sodré Advogados.
“Esto presupone la articulación de habilidades diversificadas. Las soluciones legales deben abordar de manera efectiva las necesidades de los procesos comerciales de las empresas. Equipos multidisciplinarios, grupos de trabajo personalizados e innovaciones tecnológicas son algunos de los instrumentos que deben sumarse a la promoción tradicional y la excelencia técnica para satisfacer las demandas de los clientes”, explica Wilson Sales Belchior, socio de RMS Advogados y consejero federal de OAB.
Independientemente del tipo de cambio que traerá el futuro, la multi o transdisciplinariedad es un cambio y una necesidad que llegó para quedarse, según los expertos. Un cambio de rumbo que requerirá abogados y personas formadas en nuevas disciplinas, con conocimientos en diversas áreas de formación.
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