2022 ha sido un año difícil. Apenas neutralizada la emergencia sanitaria, la invasión rusa a Ucrania trajo complicaciones impensables para la economía global que aún distan de acabar, entre ellas una inflación general que, a su vez, ha traído consigo el encarecimiento del crédito, con las consecuencias que ello conlleva.

Aun así, el mundo no se detiene y los procesos para costear el funcionamiento de naciones y corporaciones siguen su curso. En LexLatin queremos presentar un resumen con las más importantes emisiones realizadas en la región latinoamericana durante el 2022.

Apenas despuntaba el año se produjo una de las más cuantiosas operaciones financieras realizadas a lo largo de todo el 2022, cuando en enero México realizó una emisión soberana por 5.8000 millones de dólares. Parte de lo recaudado (2.300 millones de dólares) sirvió a la nación azteca para recomprar bonos de deuda que vencían en 2023. El resto fue usado para gastos ordinarios del gobierno.

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En este mismo tenor, en febrero, se movió República Dominicana, que, con el objetivo de financiar su presupuesto 2022, lanzó una emisión por 3.564 millones de dólares en bonos con vencimiento en 2029 y 2033. La nación destinó una porción del monto obtenido para costear una recompra de deuda con vencimiento cercano, a fin de reducir la carga de obligaciones relacionadas con el pago de la deuda externa.

De este año es importante recordar que El Salvador fue otra nación que salió a buscar dinero fresco, sin embargo su estrategia fue más bien la búsqueda de la recompra, en 1.600 millones de dólares, por sus bonos soberanos con vencimiento en 2023 y 2025 con cupones extra para sus tenedores. En la primera ronda de compra, el país centroamericano alcanzó 37,5 % de la meta y más recientemente lanzó una segunda ronda para intentar captar el remanente. Esto sucedió en septiembre.

Entre las operaciones llevadas adelante por instituciones en este 2022 destacó la reciente (noviembre) transacción que hizo CAF, Banco de Desarrollo de América Latina, que nuevamente acudió a las emisiones de papeles como alternativa para hacerse con recursos a fin de financiar proyectos en toda la región, ya sean llevados adelante por autoridades locales o nacionales o por comunidades organizadas o microempresas.

Es así que CAF hizo una oferta global de bonos por 800 millones de dólares en dos tramos con vigencia a tres años. La oferta fue bien recibida por los mercados con una sobredemanda de unos 300 millones de dólares, en su mayoría de inversionistas radicados en Estados Unidos.

La sostenibilidad como regla

Reducir los efectos del calentamiento global ha sido un compromiso real asumido por varios países, Chile entre ellos. Con ese objetivo y, en concordancia con los postulados del Ejecutivo liderado por Gabriel Boric, el país se apuntó como la primera nación en el mundo en lanzar unos bonos de su deuda soberana vinculados a la sostenibilidad. Se trató de una emisión por 2.000 millones de dólares que tendrán una sobretasa de interés 12,5 % en caso de no se alcanzarse el objetivo de reducir las emisiones de CO2 y se lograra que 60 % de la producción de electricidad del país sea a partir de de energías renovables para el 2030.

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México también se ha apuntado en esa dirección y lanzó una emisión de bonos sustentables por más de 2.203 millones de dólares con vencimiento en 2033, la tercera que realiza con el fin de alcanzar las metas de desarrollo sostenible de la Organización de Naciones Unidas (ONU).  

La nación quiere invertir los fondos en programas sostenibles que integren los objetivos establecidos por la ONU en las políticas fiscales y de planificación nacional del gobierno y utilizar el remanente para redimir sus notas en dólares con vencimiento en 2025. 

Una tercera nación es Uruguay, pues quiso subirse a la ola de las emisiones verdes, al anunciar una por 1.500 millones de dólares. Con metas trazadas en relación con reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para 2025 y el mantenimiento de la superficie de bosques del país para el mismo año, la nación suroriental promete una disminución del cupón si supera los objetivos definidos.

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Las empresas también

Las empresas públicas y privadas también apostaron este 2022 por la ecología. En el caso de las primeras destacó la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de México, que emitió sus primeros bonos vinculados a la sostenibilidad. Su emisión inaugural fue por un monto total de 1.750 millones de dólares en dos tramos: el primero por 1.250 millones de dólares con vencimiento en 2029, y el segundo por 500 millones de dólares a un plazo de 30 años.

En el marco de las transacciones convencionales y, sorteando los aumentos de los costos asociados, muchas compañías de la región o consorcios multinacionales con intereses en la zona decidieron apostar por lanzarse a los mercados externos a buscar fondos para apalancar sus proyectos.

Liberty Mutual Insurance Company destacó entre ellas al salir a la bolsa para ofrecer papeles y obtener fondos para un proyecto específico: la Purple Line, una línea de tren que se prevé desarrollar en el estado de Maryland, estado de la costa este de Estados Unidos. El proyecto tiene un costo total de 2.300 millones de dólares. La línea establecerá una conexión directa entre MARC Train, Amtrak y servicios de autobuses locales.

América Móvil fue otra de las firmas que apostó por la ingeniería financiera para obtener recursos. Colocó ofertas de compras recurrentes pero separadas por un monto total que superó los 642 millones de dólares en nota sénior con vencimiento en 2027, así como papeles con vencimiento en 2028. Ambas emisiones fueron respaldadas por tasas de 0,75 % y 2,125 %, respectivamente.

Por su parte, la productora de litio de Hong Kong y accionista de Sociedad Química y Minera de Chile (SQM), Tianqi Lithium, realizó una oferta pública inicial (OPI) de acciones por 1.721 millones de dólares en la Bolsa de Valores de Hong Kong, la OPI más grande realizada en ese mercado hasta la fecha. La operación tenía posibilidad de ejercer una cuota de sobreasignación que elevaría el valor transaccional a 2.000 millones de dólares.