Comenzó como abogada de firma y pasó por lugares como Nueva York, Londres y São Paulo. Tras largos días y horas de viaje, agarró un tiempo sabático que le llevó de vuelta a Lima (Perú) y, mientras se planteaba volver a trabajar en algún bufete, surgió la oportunidad de liderar el equipo legal de Interbank. Zelma Acosta-Rubio es, desde hace 12 años general counsel y vicepresidenta ejecutiva de asuntos corporativos y legales en la empresa.
Tiene experiencia en asesorar al sector privado y gobiernos de América Latina en proyectos de infraestructura, privatizaciones, asuntos regulatorios y transaccionales, fomentando la participación del sector privado en los compromisos de inversión a largo plazo en la región. Compartió su visión de la integridad y la ética en la profesión con LexLatin en la serie de entrevistas General Counsels.
—En la carrera de todo abogado llega ese momento en el que hay que decidir entre el camino de abogado de firma y el de abogado in-house. ¿Cuál fue ese momento para usted y qué le llevó a tomar esa decisión?
—A los 38 años, tenía claro que quería pasar un par de años en un ambiente más libre. Mis encargos en Clifford Chance LLP, en el área de financiamiento de proyectos, requerían largas horas y viajes. En promedio pasaba unas 25 semanas al año en São Paulo, ciudad en la que vivíamos.
Decidí tomarme un sabático y disfrutar el nacimiento de mi hijo, Lucas. Continué con algunos encargos de freelancer, privilegiando el manejo de mi tiempo. En el camino, decidimos mudarnos a Lima, Perú. Exploré la posibilidad de colaborar con algunos estudios locales y se presentó la oportunidad de asumir el liderazgo del equipo legal en Interbank.
Me pareció un gran reto, salir de mi área de confort y explorar un abordaje distinto, de la mano con un grupo empresarial que apostaba por el Perú, con un chip de innovación, espíritu emprendedor y un set de valores que se alinean con mi visión de la de vida.
—¿Cuáles son los retos más grandes que enfrenta un consultor jurídico? ¿Puede dar un ejemplo de una situación difícil que le haya tocado manejar?
—El gran reto es no dejarte vencer por la creencia de que el objetivo es ganar a todo costa. La integridad y la ética siempre deben guiarnos.
Un ejemplo es el mundo procesal, en el cual pueden darse situaciones en que la estrategia y la argumentación legal son impecables y, sin embargo, sabes que vas a perder un caso. Hay que ser valiente y decir “yo no juego”, denunciar la corrupción, entender que es mejor perder que tomar un atajo solo porque la lógica legal está de nuestro lado.
—¿Qué es lo que más valora del apoyo de los abogados externos?
—Dos cosas, que entiendan cuál es el verdadero valor que traen a la mesa y el sentido de oportunidad.
—¿Cuáles son los principales criterios que utiliza para seleccionar a una firma de abogados?
—Valores como la integridad y la reputación, así como el conocimiento experto y su trabajo con tecnología e innovación. Esto debe ser apoyado en la experiencia desarrollada con ese uso de herramientas tecnológicas y la capacidad para innovar en soluciones legales.
—Se habla mucho de que la facturación de honorarios bajo el sistema de tarifa horaria está desapareciendo. ¿Cuál es su opinión?
—No recuerdo cuándo fue la última vez que pacté un contrato por tarifa horaria, yo prefiero hablar de proyectos. Hoy en día, estoy más interesada en conocer cómo la adopción del uso de la tecnología va a tener un impacto en los costos de los encargos.
Algunos ejemplos son el uso de la tecnología en ejercicios de debida diligencia, la automatización de contratos y los modelos predictivos en las decisiones judiciales, entre otros.
—¿Qué consejo daría a las firmas de abogados para que sean verdaderos aliados de sus clientes corporativos?
—Que entiendan el modelo de negocio de su cliente e identifiquen los riesgos.
—¿Cuáles son los principales retos que enfrenta el sector en el que Interbank desarrolla actividades?
—Desde el punto de vista de mi función, desarrollar soluciones innovadoras en un entorno altamente regulado. El regulador es lento en el entendimiento y para con la adopción de nuevos modelos de negocio. También lo es con la gestión del riesgo reputacional ante eventos virtuales (ciberseguridad) o físicos frente a un mundo hiperconectado.
—¿La corrupción representa un problema en el Perú o en las jurisdicciones de las que usted es responsable?
—Sí. El sistema judicial es poco transparente. Eso y la sobrerregulación, que se traducen en trabas administrativas como licencias, etcétera, lamentablemente incentivan la corrupción.
—¿Cuál ha sido el aprendizaje aportado por el mundo empresarial a su perfil profesional?
—Una mirada desde un ángulo más de propuestas de lo que significa hacer empresa. En corto: soy formada en derecho y mi propósito es entregar valor a la sociedad.
En Interbank acompañamos a los peruanos a alcanzar sus sueños hoy. Ese es nuestro propósito como empresa y el norte del equipo de asuntos corporativos y legales que tengo la suerte de liderar.
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