'El verano también es nuestro': la historia detrás de un afiche con plagio y body shame

El Ministerio de Igualdad de España lanzó una campaña gráfica llamada 'El verano también es nuestro', con esta, su intención era hacer un pronunciamiento público en contra de la gordofobia y a favor de la diversidad de los cuerpos, pero los resultados fueron desastrosos. Para esta campaña, el ente europeo creó, junto con Arte Mapache, quien se identifica, a través de Twitter como una artista-activista de lo "gordo y de la diversidad corporal” un afiche en el que se muestra a cinco mujeres de distintas pigmentaciones y tallas (una de ellas con mastectomía), es decir con cuerpos 'no normativos', disfrutando de una playa en la época estival.

El problema, y gran problema, se ha originado en la propia concepción de la campaña, pues llamaba a todas las mujeres con cuerpos “no apropiados” a disfrutar, sin vergüenza y con aceptación, estos espacios. Pero el afiche se hizo usando fotos de modelos con amputaciones, mastectomía y cuerpos diversos sin permiso de las modelos ni de las o los autores de las fotografías, que —para añadir insulto— se retocaron para “mejorar” (?) la apariencia de las mujeres.

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Nyome Nicholas-Williams, modelo británica, denunció publicamente en su cuenta de Instagram al Ministerio de Igualdad por utilizar su imagen sin permiso. A Nicholas-Williams se le unió poco después Sian Green-Lord (quien está recostada en la foto sobre una toalla). Green-Lord fuera de la fotografía tiene una pierna prostética pero esta fue editada por Arte Mapache para que apareciera con sus dos piernas. Ambas mujeres vieron sus imágenes siendo usadas sin permiso o notificación alguna, mientras una de ellas, que ha construido su carrera alrededor de su amputación, tuvo que notar un insulto adicional: la editaron para añadirle algo que, a estas alturas, no la representa ni a su lucha por el body positive.

Tanto Nicholas-Williams como Green-Lord supieron de la campaña cuando sus amigos les reenviaron el afiche, también el representante de cada una le pidió al Ministerio español una explicación por explotar sus imágenes sin permiso. Ambas aún esperan respuesta.

Con ellas, la fotógrafa Ami Barwell expuso en Twitter que una fotografía de su serie Mastectomy también fue robada y usada en el anuncio. Recordó que su fotografía está protegida por derechos de autor y no dio ni al Ministerio de Igualdad ni a Arte Mapache permiso de uso. Como la imagen de Green-Lord, la foto de Barwell también fue editada, para poner encima de su modelo la cara de otra mujer, Juliet FitzPatrick (también británica), quien pasó por una doble mastectomía y preguntó en Twitter quién era la mujer sobre la cual pusieron su cara. Como las otras dos modelos, pidió explicaciones al ente español (ella sí obtuvo una disculpa) y expresó:

“No tengo senos y no estoy feliz si mi rostro se ha puesto en un cuerpo con un seno. Y furiosa si la imagen ha sido utilizada sin consentimiento”.

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Sería fácil creer que una campaña liderada por un ministerio para mujeres, dirigido por mujeres, que asume la responsabilidad de invitar a todos los tipos de cuerpos a la playa (una batalla algo demodé, la verdad sea dicha, porque en la playa siempre ha habido todo tipo de personas), sería más respetuoso con personas que tienen cicatrices en sus cuerpos y han tomado estas mutilaciones como la base de sus luchas, trabajos y mensajes de concienciación y autoestima.

Se esperaría que, ya que se está hablando de todos los tipos de cuerpo y quien diseñó el cartel se autoproclama activista de la diversidad corporal, no habría retoques en las modelos usadas, mucho menos algo que “mataría” su esencia. Puesto que se trata de un ministerio dedicado a la igualdad, se esperaría no solo respeto sino también un proceder adaptado a las leyes y el plagio no lo es.

Según el Artículo 270 del Código Penal español: “será castigado con la pena de prisión de seis meses a cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses el que, con ánimo de obtener un beneficio económico directo o indirecto y en perjuicio de tercero, reproduzca, plagie, distribuya, comunique públicamente o de cualquier otro modo explote económicamente, en todo o en parte, una obra o prestación literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la autorización de los titulares de los correspondientes derechos de propiedad intelectual o de sus cesionarios”.

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Esto significa que, no solo procede un reclamo de todas las mujeres cuya autoría intelectual o imagen fueron vulneradas sino que, de acuerdo con las leyes de España, debería haber un procedimiento penal. Los artículos del código que se refieren a los delitos contra la propiedad intelectual son también el 271 y 272. En el reglamento, son delitos contra la propiedad intelectual el reproducir, plagiar, distribuir o comunicar públicamente una obra sin la autorización del titular.

Abro hilo👇🏼

Primero de todo me gustaría pedir públicamente disculpas a las modelos por haberme inspirado en sus fotografías para la campaña “El verano también es nuestro” y por haber utilizado una tipografía sin licencia (pensando que era libre.)

— ArteMapache (@ArteMapacheArt) July 28, 2022

Por ahora, la ilustradora del afiche pidió disculpas en Twitter, sobre todo por usar una tipografía que creyó gratuita y por haberse inspirado en las fotografías de otras personas sin pedir permiso. La autora, por cierto, cobró 4.490 euros, su propuesta de solución es dividir esto en partes iguales para ella y las modelos de la fotografía.