Después de 25 años, el NAFTA al fin llega a su etapa final para cederle el paso a un nuevo acuerdo, el Tratado México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC), un documento firmado el pasado martes que según la opinión internacional se trata de un triunfo del presidente de los Estados Unidos y a decir de algunos especialistas locales, se caracteriza por “la secrecía y por excluir a los representantes del sector empresarial mexicano”.
Se espera que las negociaciones, hechas a puerta cerrada, sean ratificadas en el Senado con la aprobación del T-MEC y sin dilación: casi la mitad de los miembros de la Cámara Alta mexicana pertenece al partido oficial.
Tres años de negociación
La renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o NAFTA, por sus siglas en inglés) comenzó atropelladamente en agosto de 2017. Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, acusó en rueda de prensa que México y Canadá eran los fracasos del acuerdo. Justo en el siguiente año, el nivel de complicaciones incrementó al grado de que Canadá casi quedó fuera de las conversaciones: "Veremos si decidimos incluir a Canadá o si simplemente hacemos un acuerdo separado con Canadá, si ellos quieren hacerlo", manifestó entonces Trump.
El Gobierno de los Estados Unidos pretendía ganar ventaja estableciendo acuerdos primero con México; pronto esta idea quedó sin insumos y a finales de octubre de 2018 Trump convocó a una reunión en la Casa Blanca para presentar su proyecto de acuerdo, esa reunión tenía características de mitin, ahí se jactó de estar aplicando, en todo momento, mano dura en las negociaciones: “a los niños que dicen que no ponga aranceles les quiero decir que sin aranceles no tendríamos este acuerdo, hoy no estaríamos aquí”, comentó.
A finales de noviembre de 2018, los tres países firmaron el T-MEC y cinco meses más tarde el Congreso estadounidense, particularmente el partido demócrata, condicionó la ratificación sobre ciertas modificaciones que alargaron el proceso de negociación. Específicamente, exigieron una reforma laboral mexicana, ya que los sindicatos acusaban la pérdida de empleos debido a que se veía como “beneficio” la barata mano de obra de México.
La respuesta de México fue impulsar una reforma a sus disposiciones de trabajo: se estableció otra forma de resolver los conflictos laborales con la desaparición de las Juntas de Conciliación y Arbitraje, se dispuso la democratización de los sindicatos y el aumento al salario mínimo, además de la regulación al trabajo en el hogar. Sin embargo, la reforma todavía hasta hace dos meses no resultaba suficiente, Estados Unidos pidió intervenir en la supervisión laboral de las empresas mexicanas. México no cedió en su momento, pero el acuerdo final establece que habrá supervisores “independientes”.
Para demostrar su compromiso con la reforma laboral, Andrés Manuel López Obrador envió una carta al Comité de Medios y Arbitrios y a la Cámara de Representantes de Estados Unidos en la que detalla que se trata de un proyecto a cuatro años, con la inversión de 900 millones de dólares.
¿Cuál es el contenido del T-MEC?
Lo más novedoso, porque no existía en el NAFTA, es la regulación del comercio digital. El nuevo acuerdo restringe la aplicación de gravámenes o aranceles a la importación o exportación de productos digitales transmitidos de manera electrónica.
El T-MEC además revierte la protección de 10 años para las patentes de medicinas biológicas y la restricción para acceder a las medicinas genéricas. Sobre la producción de acero, México retrocedió al aceptar que la nueva regla de origen de este material sea de contenido en 70 % regional de Norteamérica. Otro tema es que los países importadores podrán establecer auditorías a las autoridades del país exportador para determinar su capacidad en cuanto al cumplimiento de los requisitos sanitarios y fitosanitarios.
Por el lado de la materia laboral, se suprimieron disposiciones que imposibilitaban el cumplimiento de las partes en cuanto a la protección de los derechos laborales, incluso de la demostración del trabajo forzoso; existe la presunción de violación de norma si hay afectación en la inversión, la carga de la prueba recaerá en el Estado acusado; se creó un comité para supervisar la puesta en marcha de la reforma laboral con medición de parámetros y se autoriza el envío de informes periódicos a EE.UU.
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