Brasil es el país que más hace uso de invenciones de inteligencia artificial (IA) en América Latina, según la International Data Corporation (IDC Brasil). Por su actividad, en diciembre de 2022, se entregó al Senado el informe final de la comisión de juristas constituida para proponer un proyecto de regulación de la IA en el país, esta propuesta incluye medidas de gobernanza, con rendición de cuentas en caso de violación de la ley, un requisito de transparencia en el uso de la IA y la garantía del respeto de los derechos fundamentales con la directriz de que los algoritmos no acentúan formas de discriminación.
El proyecto, presentado en el Senado, es importante no solo para regular la Inteligencia Artificial en Brasil, sino para determinar principios, reglas, directrices y fundamentos para legitimar la evolución y aplicabilidad, principalmente para el área de la salud y, cuando se trata de mezclar la IA con el derecho médico, existe una gran promesa de que la IA mejorará la prestación de atención médica y permitirá cambios en la forma en que se realiza la medicina.
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En el área de la medicina
Es importante prestar atención, por ejemplo, al artículo 11 de la iniciativa, ya que existe la posibilidad de intervención humana en los procesos de toma de decisiones. En este artículo, se establece que: “en los escenarios en los que las decisiones, predicciones o recomendaciones generadas por los sistemas de IA tengan un impacto irreversible o limitada reversión, o que impliquen decisiones que puedan suponer riesgos para la vida o la integridad física de las personas debe haber participación en la toma de decisiones y determinación humana última”.
Hoy en día, las aplicaciones de IA en salud no tienen regulación específica. Sin embargo, el proyecto presentado por la comisión de juristas prevé la adopción de directrices con importantes repercusiones.
Protección de datos
Las cirugías robóticas carecen de la realización esencial de una buena administración, prácticas y procesos aliados a la ética médica. Por ello, es fundamental que el responsable, el médico y todo el equipo de la clínica u hospital tengan claras las especificaciones del anteproyecto relacionado con la Ley General de Protección de Datos (LGPD), esto para supervisar y procesar la información de los pacientes, así como para prevenir cualquier daño que pueda causar la aplicación de la IA y garantizar una mayor responsabilidad en su uso.
Según IDC Brasil, las empresas especializadas en la conversión de más de cinco terabytes de datos obtenidos de fuentes como la Agencia Nacional de Salud (ANS), Servicio de Ingresos Federales, DataSUS y entidades del tipo, entre otras, suman más de tres mil fuentes de información en el mercado de la salud. El cruce de todos estos datos permite analizar más de 1,2 millones de empresas, 3 millones de profesionales, 78,3 millones de beneficiarios de sistemas complementarios de salud y 7.500 millones de trámites anuales, entre otros, todos alineados con lo recomendado por la LGPD.
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica a la IA en la atención médica como una gran promesa para mejorar la prestación de atención médica en todo el mundo. Para la organización, se puede utilizar para mejorar la velocidad y la precisión del diagnóstico y la detección de enfermedades, ayudar en la atención clínica y fortalecer la investigación en salud y el desarrollo de fármacos. También puede apoyar diversas acciones de salud pública, como la vigilancia de enfermedades y la gestión de sistemas de salud.
Al conciliar la jurisprudencia y el derecho médico con la eventual realización de cirugías robóticas, se construyen normas de gobierno y buenas prácticas que tienen siempre en primer plano los principios éticos que rigen la relación médico-paciente. Los algoritmos inteligentes actúan en la prevención de enfermedades, en el diagnóstico e incluso en la elección de las terapias más adecuadas. La IA aplicada a la robótica ya es capaz de realizar actos quirúrgicos que exigen una precisión intensa, por no hablar de la asistencia sanitaria en el sentido amplio que abarca, lo que resta es alinear las directrices con la LGPD.
Un avance tecnológico seguro y centrado en la persona humana que busca implementar derechos y garantías mínimas fue presentado en el proyecto por la Comisión de Juristas y aprobado por el colegiado. El texto final apoyará el análisis de varios proyectos de ley ( PL 5.051/2019 , PL 21/2020 y PL 872/2021 ).
*Márcia Guia Mendes Ferreira es gerente del Centro de Privacidad y Protección de Datos de Nelson Wilians Advogados.
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