Fecha de publicación: 24/11/2015
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Seis firmas internacionales están involucradas en la fusión de dos gigantes de la industria farmacéutica: Pfizer y Allergan. Esta fusión impulsará el nacimiento de la mayor farmacéutica del mundo. La operación fue valorada en 160 mil millones de dólares.
En la transacción Wachtell, Lipton, Rosen & Katz; Skadden, Arps, Slate, Meagher & Flom; y, A&L Goodbody asesoraron a Pfizer, mientras Cleary Gottlieb Steen & Hamilton; Latham & Watkins; y, Arthur Cox asesoraron a Allergan.
Se supo que en el acuerdo se establece que los accionistas de Allergan recibirán 11,3 acciones de la nueva empresa por cada una que posean actualmente, mientras los accionistas de su contraparte (Pfizer) recibirán una acción de esta por cada título que posean. Los accionistas de ambas podrán elegir si reciben efectivo por ellas.
Esto significa que, según el precio de cierre en bolsa del pasado 20 de noviembre, Pfizer abonará 363,3 dólares por cada acción de Allergan, una prima superior a 30% de su valor para el pasado 28 de octubre.
La transacción se estructuró en forma de una fusión inversa, por medio de la cual la empresa más pequeña, Allergan, fue técnicamente la compradora. La finalidad de este tipo de controversiales operaciones es aliviar la presión fiscal sobre la nueva compañía que resulta de la fusión. La casa matriz de la empresa quedaría con domicilio fiscal en Irlanda, donde el impuesto de sociedades es de 12,5%, considerablemente más bajo que lo que correspondería pagar en Nueva York, jurisdicción en la que se encontraba basada Pfizer.
Una vez concretada la compra, Allergan pasará a llamarse Pfizer y en ella Ian Read (actual consejero delegado de Pfizer) será el nuevo presidente y Brent Saunders (actual consejero delegado de Allergan) será el director de operaciones.
En América Latina
Las dos empresas tienen amplia presencia en Latinoamérica donde, por ejemplo, Pfizer tiene sedes en Argentina, Brasil, Centroamérica, el Caribe, México, Paraguay, Uruguay y Venezuela. Allergan, por su parte, tiene sedes en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, el Caribe, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
Pfizer llegó a esta región en la década de los 50 y ha desarrollado cientos de operaciones que no solo incluyen importación, sino también producción de medicamentos en varias plantas repartidas en todo el continente.
En la transacción Wachtell, Lipton, Rosen & Katz; Skadden, Arps, Slate, Meagher & Flom; y, A&L Goodbody asesoraron a Pfizer, mientras Cleary Gottlieb Steen & Hamilton; Latham & Watkins; y, Arthur Cox asesoraron a Allergan.
Se supo que en el acuerdo se establece que los accionistas de Allergan recibirán 11,3 acciones de la nueva empresa por cada una que posean actualmente, mientras los accionistas de su contraparte (Pfizer) recibirán una acción de esta por cada título que posean. Los accionistas de ambas podrán elegir si reciben efectivo por ellas.
Esto significa que, según el precio de cierre en bolsa del pasado 20 de noviembre, Pfizer abonará 363,3 dólares por cada acción de Allergan, una prima superior a 30% de su valor para el pasado 28 de octubre.
La transacción se estructuró en forma de una fusión inversa, por medio de la cual la empresa más pequeña, Allergan, fue técnicamente la compradora. La finalidad de este tipo de controversiales operaciones es aliviar la presión fiscal sobre la nueva compañía que resulta de la fusión. La casa matriz de la empresa quedaría con domicilio fiscal en Irlanda, donde el impuesto de sociedades es de 12,5%, considerablemente más bajo que lo que correspondería pagar en Nueva York, jurisdicción en la que se encontraba basada Pfizer.
Una vez concretada la compra, Allergan pasará a llamarse Pfizer y en ella Ian Read (actual consejero delegado de Pfizer) será el nuevo presidente y Brent Saunders (actual consejero delegado de Allergan) será el director de operaciones.
En América Latina
Las dos empresas tienen amplia presencia en Latinoamérica donde, por ejemplo, Pfizer tiene sedes en Argentina, Brasil, Centroamérica, el Caribe, México, Paraguay, Uruguay y Venezuela. Allergan, por su parte, tiene sedes en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, el Caribe, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
Pfizer llegó a esta región en la década de los 50 y ha desarrollado cientos de operaciones que no solo incluyen importación, sino también producción de medicamentos en varias plantas repartidas en todo el continente.
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La Primera Guerra Mundial…
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La Primera Guerra Mundial provoco una escasez del citrato de calcio , que Pfizer importaba desde Italia para la fabricacion del acido citrico, por ello la compania comenzo a buscar una fuente alternativa de quimicos y se entero de un hongo que fermenta el azucar y la transforma en acido citrico, dicha formula fue utilizada para comercializar la produccion de acido citrico a partir de 1919, como resultado de haber experimentado con la tecnologia de fermentacion. Estas mismas habilidades serian las utilizadas en la fabricacion masiva de la penicilina durante la Segunda Guerra Mundial , en respuesta a las necesidades del Gobierno de los Estados Unidos para tratar a los soldados aliados que se encontraban heridos. Como dato curioso, la mayor parte de la penicilina que fue a tierra junto con los soldados en el llamado Dia D fue fabricada por Pfizer.
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