Fecha de publicación: 15/10/2015
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La agencia Fitch Ratings rebajó la calificación de deuda de Brasil hasta el borde del nivel especulativo y también predijo que, de continuar la actual situación de deterioro económico, distorsión política y recesión prolongada, la nación podría perder su nota de grado de inversión.
La consultora redujo la nota de Brasil de BBB a BBB- y además advirtió que podría aplicarse otra rebaja durante el próximo año si el contexto carioca sigue siendo sombrío. Si llegara a ocurrir que una segunda agencia de calificación colocara a Brasil en el grado especulativo (cosa que ya hizo Standard & Poor’s), la presión sobre la economía aumentaría y los inversores podrían verse obligados a vender sus activos en el país.
Fitch Ratings indicó en un comunicado que “el bajo desempeño económico y fiscal probablemente persistirá, y que la incertidumbre política podría seguir afectando la confianza general” retrasando un cambio en la inversión y crecimiento.
Por su parte, el director general del Banco J. Safra, Carlos Kawall, aseveró que la calificación da indicios para hacer los ajustes fiscales que se necesitan para frenar la caída mientras funcionarios del gobierno señalaron que la calificación es un asunto preocupante.
La nota, junto a otras puntuaciones como la de Moody’s el pasado mes de agosto, presionará a Dilma Rousseff a impulsar reformas fiscales para recortar gastos, aumentando así los costos de endeudamiento del gobierno y empresas brasileñas.
La consultora redujo la nota de Brasil de BBB a BBB- y además advirtió que podría aplicarse otra rebaja durante el próximo año si el contexto carioca sigue siendo sombrío. Si llegara a ocurrir que una segunda agencia de calificación colocara a Brasil en el grado especulativo (cosa que ya hizo Standard & Poor’s), la presión sobre la economía aumentaría y los inversores podrían verse obligados a vender sus activos en el país.
Fitch Ratings indicó en un comunicado que “el bajo desempeño económico y fiscal probablemente persistirá, y que la incertidumbre política podría seguir afectando la confianza general” retrasando un cambio en la inversión y crecimiento.
Por su parte, el director general del Banco J. Safra, Carlos Kawall, aseveró que la calificación da indicios para hacer los ajustes fiscales que se necesitan para frenar la caída mientras funcionarios del gobierno señalaron que la calificación es un asunto preocupante.
La nota, junto a otras puntuaciones como la de Moody’s el pasado mes de agosto, presionará a Dilma Rousseff a impulsar reformas fiscales para recortar gastos, aumentando así los costos de endeudamiento del gobierno y empresas brasileñas.
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