Fecha de publicación: 30/11/2015
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Es probable que la Agência Nacional de Energia Elétrica de Brasil –Aneel-, regulador eléctrico de la nación, tome el control de los activos de transporte de Abengoa, grupo energético español, luego de que este concrete el cierre de sus actividades en la nación suramericana.
Abengoa informó recientemente que terminaría todas sus operaciones en Brasil, lo que incluye los contratos celebrados entre la empresa y el Gobierno Federal, como el de la renovación de la red de transmisión de energía eléctrica de la ciudad de Miracema.
Este cierre implica que, en Brasil, los 6.100 kilómetros de líneas de transmisión que construía Abengoa quedan en pausa, obligando a Aneel a actuar rápidamente para asumir la administración de los proyectos para evitar retrasos.
Esto se suma a la preocupación previa por los retrasos en las redes y centrales de transmisión que ya existen y la disminución en el interés de los inversores, debido a la desaceleración económica, retrasos en los permisos y condiciones de crédito más estrictas.
La empresa española anunció que el cierre de sus filiales en Brasil, además de México y Chile, responde a una profunda reestructuración, en la cual se desprenderán de las filiales que no pueden autofinanciarse.
Por ahora, todos los empleados en Brasil (que, según el informe anual de Abengoa en 2014, son 4.558) recibieron la orden de no acudir a sus puestos de trabajo. Entretanto, en Chile y México, la orden del cese de operaciones afectó a los directivos y trabajadores españoles que, sin el respaldo de la compañía, tienen dificultades para volver a su país. En Chile, Abengoa tiene 1.226 trabajadores y en México 1.461.
Abengoa informó recientemente que terminaría todas sus operaciones en Brasil, lo que incluye los contratos celebrados entre la empresa y el Gobierno Federal, como el de la renovación de la red de transmisión de energía eléctrica de la ciudad de Miracema.
Este cierre implica que, en Brasil, los 6.100 kilómetros de líneas de transmisión que construía Abengoa quedan en pausa, obligando a Aneel a actuar rápidamente para asumir la administración de los proyectos para evitar retrasos.
Esto se suma a la preocupación previa por los retrasos en las redes y centrales de transmisión que ya existen y la disminución en el interés de los inversores, debido a la desaceleración económica, retrasos en los permisos y condiciones de crédito más estrictas.
La empresa española anunció que el cierre de sus filiales en Brasil, además de México y Chile, responde a una profunda reestructuración, en la cual se desprenderán de las filiales que no pueden autofinanciarse.
Por ahora, todos los empleados en Brasil (que, según el informe anual de Abengoa en 2014, son 4.558) recibieron la orden de no acudir a sus puestos de trabajo. Entretanto, en Chile y México, la orden del cese de operaciones afectó a los directivos y trabajadores españoles que, sin el respaldo de la compañía, tienen dificultades para volver a su país. En Chile, Abengoa tiene 1.226 trabajadores y en México 1.461.
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