Ignacio Sanz integra la sociedad de Zang, Bergel & Viñes Abogados -ZBV- como líder de las prácticas de derecho público y asuntos gubernamentales y de investigaciones internas y compliance. Sanz vuelve a la firma luego de haber ejercido como abogado independiente por dos años.
Consultado sobre su decisión de volver a trabajar en ZBV, Sanz comentó que admira la reputación del estudio como “proveedor de servicios jurídicos prácticos, efectivos y de altísimo nivel. Creo que esto solo es posible por la muy evidente y genuina colaboración que exhibe el trabajo del equipo de ZBV, con socios y asociados de perfiles muy diversos; este estilo particular de ZBV realmente se destaca en el mercado y lo hace un ambiente de trabajo por el que me siento especialmente atraído”.
Por su parte, Carolina Zang, socia administradora de ZBV, dijo que la incorporación de Sanz calza perfectamente con las necesidades actuales de la firma. Expandir los servicios que ofrecen y “añadir alcance y profundidad a prácticas ya existentes tales como energía, defensa de la competencia, litigios y gobierno corporativo, entre otras”. A esto se suma, según la abogada, el hecho de que el nuevo socio es conocido como “constructor de equipos de trabajo y jugador de equipo”.
La doble labor de Ignacio Sanz (como cabeza de dos prácticas) implica la atención de los asuntos con una contraparte gubernamental y también de todo lo vinculado con investigaciones internas en materia anticorrupción y mejora de procesos en esa área.
Si bien la contingencia mundial por el COVID-19 y las dificultades propias de Argentina dificultan predecir con certeza el desarrollo del mercado, la firma considera que “habrá una tendencia continuada en la intervención estatal en la economía, lo que conlleva la necesidad de un asesoramiento integral en materia de derecho público en todas las ramas de las actividades productivas”. De acuerdo con ZBV, podría haber conflictos en los sectores regulados y la infraestructura, por una parte, y un incremento en el trabajo vinculado con investigaciones internas, en materia de compliance.
En ambos casos, Ignacio Sanz aplicará sus más de dos décadas de experiencia en el área de regulación económica, derecho administrativo y arbitraje. Es reconocido por haber trabajado en diversos arbitrajes de inversión ante tribunales internacionales; en fusiones y adquisiciones con aspectos regulatorios determinantes, en litigios ante la Corte Suprema de Justicia y en varias investigaciones internas confidenciales. Entre sus clientes están Corporación América, Grupo Macro, Grupo Los W, Grupo Socma, Prisma Medios de Pago, Molinos Río de la Plata, Grupo Camuzzi, Banco Interamericano de Desarrollo, Deutsche Bank, Endesa, Transmashholding, Dubai Ports y el Gobierno argentino, entre muchos otros.
Es abogado por la Pontificia Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires, donde también cursó una especialización en derecho administrativo económico. Estudió, además, un programa ejecutivo en Certificación Internacional en Ética y Compliance en la Universidad del Cema. Entre 2005 y 2018 fue socio de Bruchou, Fernández Madero & Lombardi. Anteriormente, fue asociado sénior de Bomchil y asociado de Sanz, Stramucci y Condorelli Abogados.
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