Miguel Martínez Herrera es asociado sénior en Chávez Vargas Minutti Abogados S.C., firma a la que se unió hace seis años. En sus inicios como estudiante de derecho encontró su salvación en el derecho bancario, dice que hasta entonces no se había sentido identificado con ninguna especialidad.
Contestó a nuestras preguntas en La firma y los millennials.
—¿Cómo llegó hasta el área de práctica donde está desarrollando su carrera? ¿por qué decidió esa especialidad frente a otras?
—La realidad es que la rama de derecho bancario y bursátil rescató mi carrera en el séptimo semestre, donde no me sentía identificado con ninguna especialidad del derecho. Decidí especializarme en esta rama porque me conquistó desde la primera clase en la universidad y siempre he considerado que los mercados financieros son un pilar fundamental en el desarrollo económico de nuestro país.
—¿En qué aspectos ha cambiado su visión de la profesión legal desde que egresara de la universidad hasta este momento? ¿Es trabajar en una firma tal y como lo imaginaba cuando era estudiante?
—Sin duda alguna, la visión de estudiante y la realidad del ejercicio de la profesión de abogado son completamente diferentes. Al ejercer puedes darte cuenta todos los días de que cualquier rama del derecho persigue un beneficio para la sociedad.
Asimismo, trabajar en una firma es completamente diferente, dado que el nivel de profesionalismo y responsabilidad que adquieres con tus clientes es una situación que solamente puedes dimensionarla cuando estas día a día en contacto con ellos.
—¿Cuáles son sus metas en Chávez Vargas Minutti Abogados S.C. en este momento?
—Mi meta, en general, cada día es convertirme en un mejor profesional. Sin embargo, hoy estoy seguro de que mi principal objetivo en la firma es poder transmitir a las nuevas generaciones de abogados los conocimientos que he adquirido en mis años de estudio y trabajo y, sobre todo, poder transmitirles la pasión por esta profesión.
—¿Cuáles son sus herramientas de tecnología legal favoritas? ¿Cómo le ayudan en el desempeño de su trabajo?
—En la actualidad la privacidad es uno de los elementos más importantes de las personas en general. Considero que mi mejor herramienta sería aquella que permita identificarte y generar un expediente electrónico con los principales documentos solicitados por instituciones financieras para cualquier trámite.
Maat.ai es un medio que te permite crear una identidad digital que se podrá utilizar para cualquier trámite ante cualquier institución del sistema financiero. Te permitirá tener un registro único inalterable, protegido con un sistema de blockchain perfectamente auditable.
—¿Qué sinergias se pueden producir entre el abogado latinoamericano y el abogado anglosajón? ¿Qué tiene uno que aprender del otro?
—Más que producirse sinergias entre uno y otro, en un mundo cada vez más globalizado los abogados, en general, deben obtener conocimientos y desempeñarse con una óptica en la profesión que adopte elementos de ambos sistemas jurídicos. Debería ser así, tanto en situaciones en las que resulten aplicables cuestiones bajo la figura de precedentes como aquellas en las que deba analizarse cada caso particular.
—¿Qué habilidades que no se aprenden en la escuela de derecho necesita el abogado de hoy?
—Desenvolverse profesionalmente con clientes y con la contraparte. Considero que el manejo de la inteligencia emocional es una habilidad que únicamente se aprende en el ejercicio diario de la profesión de abogado.
—Por último, ¿qué es lo que más une y lo que más separa a su generación de la generación de socios en la firma? ¿Qué opina de la mentoría? ¿Hay algún abogado o abogada que actualmente considere como su mentor o referente en la profesión?
—Lo que más me une son los principios bajo los cuales buscamos satisfacer las necesidades de nuestros clientes. Hoy día no he encontrado alguna cuestión que me separe de ellos, lo cual es la principal razón por la que en estos seis años hemos logrado muchos éxitos profesionales juntos.
Por otro lado, considero que cada profesional debe tener un modelo a seguir como mentor. Es decir, aquella persona de la que todos los días aprendas cosas y te motive a alcanzar más éxitos. Sin duda alguna, José Antonio Chávez Vargas y Brian Minutti Aguirre han contribuido todos los días en mi formación, no solo como abogado, sino también como persona en la vida diaria.
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