“Nos encontramos en lo que podría considerarse un punto de inflexión en la historia, debido al tamaño y al alcance de los desafíos a los que nos enfrentamos. A tal extremo que algunos ya se refieren a este momento como el inicio de una nueva era”.
Almudena Arpón de Mendívil Aldama, en su discurso de apertura de la conferencia anual de la International Bar Association (IBA) en París, hace unos días, se refirió con estas palabras a los desafíos que encara la organización que preside: el uso de la inteligencia artificial; mayores exigencias sobre impacto social y sostenibilidad; las nuevas generaciones y las carreras más exigentes, impulsadas por un propósito, y la inestabilidad geopolítica y la polarización están relacionadas con la erosión del Estado de derecho.
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Ante estos temas, en el seno de la IBA —donde se agrupan más de 80.000 abogados de diferentes jurisdicciones—, a decir de Arpón de Mendívil se están desarrollando iniciativas a través de mesas de trabajo en los distintos comités para promover soluciones comunes a los problemas ya identificados. Aprovechando el liderazgo de la IBA, es posible aportar valor de forma sostenible y abonar el camino hacia una sociedad más justa.
Al inicio de su gestión como presidenta de la IBA, Almudena Arpón de Mendívil afirmó que su propósito no era "dirigir una revolución, sino una evolución ambiciosa”. A pocas semanas de cumplir su primer año en el cargo, aprovechando el foro de la conferencia anual, Arpón de Mendívil presentó "la primera Agenda Legal de la IBA”.
La agenda presenta una selección de los desafíos jurídicos más apremiantes para el próximo quinquenio (2023 - 2028) desde tres perspectivas: evolución del derecho sustantivo, problemas que enfrenta la profesión legal y cuestiones que afectan a toda la sociedad.
En entrevista con LexLatin, la presidenta de la IBA profundiza sobre los retos planteados en la Agenda Legal de la IBA.
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Armonía legal y ética
El primer punto de tu agenda es la IA. ¿Qué puede hacer la IBA para contribuir en este tema?
Almudena Arpón de Mendívil: En la regulación el gran tema es la armonización. En la IBA estamos trabajando en los principios que deben estar presentes en cualquier normativa, buscando la convergencia de los mismos. Este es uno de los tres campos de trabajo del proyecto AI & the IBA que anuncié en la conferencia de París, precisamente el mismo día en que 29 países emitieron la Bletchley Declaration.
Los otros dos ámbitos del proyecto de la IBA consistirán en un estudio sobre el impacto de la IA en la profesión y en el análisis de las cuestiones deontológicas, estableciendo unas directrices que puedan servir de orientación a colegios de abogados en todo el mundo.
Sobre IA, ¿cuáles son los aspectos éticos y legales más apremiantes para la IBA?
Lo principal, desde mi punto de vista, es hacer inteligible la IA y humanizarla. La IA debe estar al servicio y usarse en beneficio de la humanidad.
Los aspectos éticos y legales más apremiantes incluyen la necesidad de adoptar un enfoque transversal y universal, abordando cuestiones como la opacidad, la privacidad, la protección de los derechos fundamentales y la definición del ámbito de responsabilidad.
Desde la IBA se impulsarán iniciativas a través de sus miembros, colegios de abogados y firmas internacionales, en colaboración con el sector académico y otras instituciones especializadas.
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Retos en la profesión
Otro punto de la agenda es la aceptación de clientes “inaceptables” que afectan la reputación del despacho. Latinoamérica está expuesta al lavado de dinero. ¿Qué propuestas tiene la IBA para que los despachos evalúen aceptar clientes que representan riesgos legales, éticos o financieros?
La independencia de los abogados es fundamental para el buen funcionamiento de la justicia y, en definitiva, del Estado de derecho.
Los despachos tienen la libertad de aceptar o rechazar los casos, ejerciendo así su derecho a la libre elección en la defensa. Es tarea de los propios despachos realizar evaluaciones, considerando el riesgo que están dispuestos a asumir tanto desde el punto de vista reputacional como financiero.
La IBA ha acometido un proyecto denominado “The Gatekeepers Project”, que examina el papel profesional de los abogados como guardianes de principios éticos, así como sus responsabilidades y obligaciones deontológicas. Los resultados de este proyecto se conocerán en 2024.
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Sobre la dificultad del asesoramiento jurídico internacional, ¿crees que la IBA debe apoyar proyectos académicos de formación en la práctica internacional y el ejercicio profesional transfronterizo, incluyendo la doble licenciatura?
Indudablemente, en la IBA estamos avanzando con un proyecto de executive programme, contando con la colaboración de Fernando Peláez, expresidente de la IBA. Este programa brindará capacitación en aspectos esenciales del derecho común global en negocios, abarcando derecho corporativo y transaccional, así como la resolución de conflictos internacionales.
Además, se enfocará en el desarrollo de habilidades profesionales cada vez más relevantes, muchas de las cuales son fundamentales para la naturaleza humana, como el razonamiento, la ética, la comunicación, la confianza y la capacidad de establecer relaciones. Incluirá también formación en el uso de la inteligencia artificial y otras tecnologías emergentes.
Este programa será una colaboración entre la IBA y una o más facultades de Derecho. Actualmente, estamos en la etapa de solicitar propuestas.
Una vez que este proyecto esté finalizado, el objetivo siguiente será obtener el reconocimiento de este título en diversas jurisdicciones. Esto permitirá que funcione como un sello de calidad en la práctica de la abogacía internacional de negocios.
En cuanto a que los abogados asuman el papel de respetar y promover el Estado de derecho, ¿qué otras iniciativas consideras deben ser tomadas para seguir reivindicando a la profesión?
Tenemos que poner en valor la contribución de la profesión legal en la sociedad, aunque a menudo pasa inadvertida.
La IBA está llevando a cabo un estudio pionero —sin precedentes— en este ámbito, para medir las aportaciones tangibles e intangibles de los abogados a la sociedad. La difusión de estos hallazgos, especialmente a través de los colegios de abogados, será clave para reivindicar nuestra profesión.
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Desde otras perspectivas
En cuanto a la atracción y retención de talento, ¿cómo promover la participación de jóvenes en comités de trabajo o dirección para incluir sus expectativas en el modelo de negocio?
Mantener un diálogo constante con los abogados jóvenes y, en general, con todos los miembros de una firma es fundamental. Por supuesto, un buen despacho debe tener en cuenta las aspiraciones de todos sus integrantes y debe informar sobre las posibilidades reales de alcanzarlas.
Pienso que existe un cierto déficit de transparencia y claridad al tratar con los jóvenes sobre su papel dentro de la organización, de la evolución de su carrera y de los objetivos que deben alcanzar en la firma.
Sobre los criterios ESG, especialmente la inclusión de las mujeres en puestos directivos e inclusión étnica, ¿cómo impulsar a las empresas (incluyendo las firmas legales) para que responsabilicen a sus líderes por los objetivos y el progreso de la diversidad?
Una de las iniciativas que pueden tomar las empresas y las firmas para crear sentido de la responsabilidad desde la alta dirección es establecer objetivos medibles de igualdad e inclusión.
La consecución de dichos objetivos debe tener un impacto en la valoración de los líderes y, por lo tanto, en su progresión profesional y en su remuneración.
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