Comer en el baño no es una práctica higiénica ni saludable, la exposición de la comida a los microorganismos propios del entorno puede desencadenar síntomas como diarreas y vómitos. Sin embargo, en América Latina y el Caribe muchas mujeres se enfrentan al desafío de amamantar directamente o extraer leche materna en el baño.
En América Latina y el Caribe solo 43,1 % de los bebés menores de seis meses son alimentados exclusivamente con leche materna. La cifra ubica a la región por debajo del promedio mundial (48 %).
Por eso, en el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna —que inicia este jueves 1 de agosto y finaliza el miércoles 7—, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha convocado a los gobiernos y empleadores a garantizar un entorno de apoyo a la lactancia materna en el lugar de trabajo: más de 500 millones de mujeres trabajadoras no tienen acceso a disposiciones básicas de maternidad.
“No lograremos fomentar el bienestar de la infancia sin promover, proteger y apoyar la lactancia materna de manera más asertiva. Siguiendo por este camino no alcanzaremos la meta de los objetivos de desarrollo sostenible que pretenden lograr el 70 % de lactancia materna exclusiva en 2030”, señala Garry Conille, director regional de Unicef para América Latina y el Caribe.
Quizá quieras leer: La brecha salarial de género persiste en el sector legal, abogadas ganan 41 % menos que los hombres
La lactancia no es solo tema de mujeres
Uno de los desafíos que atentan contra la lactancia materna es la falta de compatibilidad con la vida laboral.
“Las madres no tienen que elegir entre amamantar a sus bebés o trabajar. Es necesario que tanto los gobiernos como los empleadores brinden el apoyo necesario para que las madres puedan amamantar, cuenten con espacios seguros en los entornos laborales para alimentar a sus bebés o extraer leche materna y descansos que faciliten la práctica de la lactancia. La lactancia materna es clave para la salud y el desarrollo de las infancias y de las madres”, afirma Conille.
Hoy día apenas 65 % de los países de la región garantizan al menos las 14 semanas de licencia por maternidad recomendadas por la Organización Internacional del Trabajo.
“La promoción de la lactancia materna tiene beneficios para las empresas, las mamás y los bebés. Por ello, una lactancia exitosa no depende solamente de las mujeres, sino del estímulo, apoyo y protección de toda la sociedad, incluyendo a los miembros de familia, el gobierno, los profesionales de la salud y los empleadores”, sostiene el organismo internacional.
Te puede interesar: Permiso parental, ¿cuántos días de licencia dan los países de América Latina por paternidad?
La lactancia en números
El 48 % de las infancias latinoamericanas de entre 12 y 23 meses se alimentan con leche materna, muy por debajo del promedio mundial (65 %). Esto tiene una relación directa, fundamentalmente, con el regreso de las mujeres a jornadas laborales full-time. Ahora bien, promover la lactancia en los espacios de trabajo también genera beneficios económicos directos e indirectos para las empresas: según datos de la Unicef, por cada dólar invertido en la promoción y el apoyo a la lactancia materna, los empleadores pueden ahorrar un promedio de 3 dólares en beneficios económicos a largo plazo, gracias a la retención de talento, la disminución del ausentismo, el incremento de la productividad, la mayor tasa de retorno al trabajo post licencias y el aumento del índice de satisfacción laboral.
“Se ha identificado que el soporte y promoción de la lactancia materna en el trabajo puede incrementar la eficiencia y productividad y, a su vez, reducir el ausentismo, ya que, entre otras cosas, las mujeres que lactan suelen faltar menos al trabajo debido a que sus bebés se enferman menos”, ejemplifica la Unicef.
También puedes leer: Mujeres en el Arbitraje, ¿cómo las abogadas están reduciendo la brecha de subrepresentación en los nombramientos?
Buenas prácticas de despachos de América Latina
Shirley Quino, asociada principal y especialista en derecho laboral de Payet, Rey, Cauvi, Pérez Abogados, destaca que conciliar la lactancia materna con el trabajo es un desafío mayor en sectores en los que existe más informalidad laboral.
“En el Perú, las mujeres tienen una hora de permiso al inicio o al término de su jornada laboral para amamantar, así como un espacio privado de lactario para la extracción y el almacenamiento de su leche. Además, deben contar con un descanso por maternidad de 98 días. Sin embargo, a pesar de estar amparadas bajo la ley, estas políticas no son frecuentes en trabajos informales, lo que puede ocasionar que las mujeres reduzcan el tiempo de lactancia para no correr el riesgo de perder su empleo”, ilustra.
En el despacho, Quino y sus colegas tienen la posibilidad de volver a la jornada laboral de forma progresiva: los primeros tres meses trabajan el 60 % del día, los siguientes tres meses el 80 % y, luego, full-time. Además pueden optar por trabajar part-time (50 % de la jornada y 50 % de la retribución) para equilibrar su vida personal y laboral.
“La firma ofrece 8 horas libres al año para acompañar a los hijos en ocasiones especiales (como actos de colegio o eventos familiares), día libre de cumpleaños hasta que el menor cumple 5 años y 3 medios días libres para llevarlos a sus chequeos médicos”, cuenta.
En Arias - Costa Rica, las mujeres en período de lactancia tienen jornadas laborales acotadas.
“Luego de la licencia de maternidad, cada mujer tiene la posibilidad de teletrabajar varios días de la semana, así como mantener horarios flexibles. Para los días de trabajo presencial, cuentan con una sala de lactancia para que puedan extraer y almacenar su leche de forma cómoda y segura. Además, ofrecemos licencias remuneradas para que puedan acompañar al menor de edad a sus citas médicas”, comenta Carolina Soto, socia experta en derecho laboral de la firma.
Algo similar sucede en Panamá con la implementación de las leyes de lactancia en el ámbito laboral. “A pesar de que tenemos leyes que garantizan derechos como la creación de espacios adecuados para la extracción y conservación de la leche materna (Ley 50 de 23 de noviembre de 1995 y su modificación por la Ley 135 de 2020), muchas empresas no cumplen con estas normativas, principalmente, por la falta de cumplimiento debido a la cultura empresarial y la falta de supervisión efectiva de las autoridades competentes”, indica Sophia Lee, asociada senior de la práctica de Derecho Laboral de Morgan & Morgan.
En este sentido, resalta que la implementación efectiva de las políticas de lactancia materna tiene relación directa con la supervisión y aplicación de sanciones: “La falta de sistemas de monitoreo eficaces dificultan la observancia de estas leyes. Estos desafíos destacan la necesidad de un enfoque integral que incluya cambios mayormente en la cultura empresarial, la legislación y el apoyo social para garantizar que las madres trabajadoras puedan ejercer plenamente su derecho a la lactancia materna”.
Para Lee, los principales retos son la falta de infraestructura de muchas empresas, los costos de implementación y el desconocimiento de la ley.
“Todavía hay mucho para trabajar en materia de cultura empresarial, ya que en algunos entornos laborales las necesidades de las madres lactantes no son priorizadas o incluso son vistas como un inconveniente, y en materia de estigmatización, dado que las madres lactantes pueden enfrentar discriminación y sentirse presionadas para no tomar sus descansos de lactancia”, resume.
En el marco de su programa de Bienestar Corporativo, Morgan & Morgan tiene una sala de lactancia desde hace 10 años, ofrece un esquema de trabajo híbrido con horarios flexibles y una licencia de paternidad ampliada.
“Nuestro objetivo es que ambos padres puedan participar y compartir las responsabilidades de atender a un recién nacido. Tenemos también una licencia especial por adopción, en que la empresa cubre un periodo adicional al que establece la Caja de Seguro Social panameña, para igualar el tiempo de licencia al de un parto natural; y esto aplica también para parejas del mismo sexo como parte de nuestra política”, amplía Elvira De La Guardia, vicepresidenta de Desarrollo Organizacional de la firma.
En Argentina, Beccar Varela ha desarrollado un programa integral para fomentar el bienestar y la inclusión de los colaboradores, con énfasis en el cuidado.
“Nuestra cultura laboral está diseñada para garantizar que todos los miembros del equipo puedan participar de manera equitativa como cuidadores, lo que les permite equilibrar las responsabilidades laborales con las familiares de manera efectiva. Para lograr estos objetivos, trabajamos de forma integral junto a las áreas de Capital Humano y de Sostenibilidad Corporativa, desde el departamento de Derecho Laboral”, explica María Eduarda Noceti, codirectora del departamento de derecho laboral y seguridad social de la firma.
“Contamos con una licencia de maternidad con la opción de reincorporación, mediante una jornada reducida o gradual bajo la modalidad de trabajo híbrido y una licencia de paternidad con un plazo de 15 días, durante los tres primeros meses posteriores al nacimiento o adopción. Además, ayudamos en la elaboración de una guía de preguntas y respuestas sobre la regulación de los espacios de cuidado infantil para las empresas. Este proyecto se desarrolló en el marco de la iniciativa ‘Empresas que Cuidan’, impulsado por UNICEF Argentina y el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género”, comparte Noceti.
Para Gabriela Martínez Romo, gerente de recursos humanos de Basham, Ringe y Correa, el mayor desafío para promover la lactancia en los espacios de trabajo en México es la falta de infraestructura y políticas adecuadas.
“Aunque existen leyes y normativas que protegen el derecho a la lactancia, hay empresas y oficinas gubernamentales que aún no cuentan con las instalaciones para llevar a cabo una lactancia óptima, así como falta de conciencia y apoyo por parte de los empleadores”, describe.
Las mujeres en período de lactancia de la firma cuentan con un lactario privado, de uso exclusivo, que puede reservarse de manera online.
“Durante el período de lactancia, que abarca desde la fecha del nacimiento del menor y hasta sus seis meses, las madres trabajadoras tienen un período extraordinario de una hora diaria para lactar. El lactario está ubicado en un área privada, es accesible únicamente para las madres en período de lactancia y está equipado con todo lo necesario para extraer y almacenar la leche, como un refrigerador específico y un microondas para esterilizar los equipos. Además, ofrecemos horarios flexibles y un esquema de trabajo remoto para facilitar la reincorporación de las mamás a su entorno laboral”, sintetiza.
Te recomendamos: ¿Existe el derecho a cuidar y ser cuidado? La opinión consultiva de Argentina ante la Corte IDH
Para promover la lactancia materna en los espacios de trabajo, la Unicef recomienda:
- Cumplir con la legislación existente sobre la licencia por maternidad, paternidad y el apoyo a la lactancia materna en el lugar de trabajo.
- Promover los beneficios de la lactancia materna entre todo el personal.
- Proporcionar descansos pagados adecuados para amamantar o extraer leche, hasta que el niño o la niña cumpla dos años.
- Instalar salas de lactancia, es decir, un área asignada, privada, higiénica y accesible para que las mujeres en período de lactancia puedan amamantar o extraer y conservar su leche durante la jornada laboral.
Add new comment