Una decisión del Tribunal Superior de Justicia (STJ) fue una victoria para quienes defienden la legalización del uso de la marihuana con fines medicinales en Brasil. En junio, se permitió a tres personas cultivar la planta con la intención de extraer el aceite conocido como cannabidiol.
Uno de los solicitantes usará cannabidiol para tratar el trastorno de ansiedad y el insomnio. Otra para secuelas del tratamiento oncológico y la tercera autorización fue para tratar el insomnio y la ansiedad generalizada. Esas personas ya tenían permiso de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) para importar la sustancia, pero alegaron dificultades en el proceso y el alto costo de traer el aceite del exterior al país.
El cannabidiol ha mostrado resultados positivos para el tratamiento de enfermedades psiquiátricas o neurodegenerativas como la esclerosis múltiple, la esquizofrenia, la enfermedad de Parkinson, la epilepsia o la ansiedad. En el país, Anvisa aprobó una categoría de drogas derivadas del cannabis para ser utilizadas solo en los casos en que no existan otras formas de tratamiento.
El caso juzgado por el STJ, al analizar cuestiones específicas, sienta precedentes para que otras personas también busquen autorización especial a través del Poder Judicial, ya que a partir de la decisión, el Ministerio Público y la policía no podrán impedir el cultivo a quienes obtuvieron la autorización.
“El tratamiento médico prescrito a los pacientes es prácticamente inviable, dado el alto costo de importación, la irregularidad en el abastecimiento de petróleo nacional y la imposibilidad de producción artesanal de los medicamentos prescritos”, dijo el ministro el STJ Rogerio Schietti Cruz, durante el proceso judicial de los casos.
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Para el magistrado, el discurso contra la posibilidad de cultivo es moralista y, muchas veces, "tiene un carácter religioso, basado en dogmas, falsas verdades, en estigmas de que todo se deriva de una 'planta maldita' por la comunidad".
Para otro ministro del STJ, Sebastião Reis Júnior, la disposición legal sobre la posibilidad de regular las plantaciones con fines medicinales permite un tratamiento diferenciado sobre el tema.
“Mientras el uso recreativo establece una relación típica con la norma jurídica incriminatoria, el uso medicinal, científico o incluso ritualista-religioso no impugna la persecución penal dentro de los límites reglamentarios”, dijo al opinar favorablemente al cultivo.
Los magistrados también presionaron para la regulación del tema por parte de la Asamblea Legislativa. En el Congreso Nacional, el proyecto de Ley 399/15, que posibilita el cultivo de la planta con fines medicinales, está detenido desde hace al menos 6 años.
Para los expertos consultados por LexLatin, la regulación de la materia representa uno de los desafíos más importantes para el amplio acceso al cannabis medicinal. Esas limitaciones reducen la disponibilidad y encarecen el producto en el mercado brasileño, lo que disminuye las posibilidades de quien necesita tratamiento.
“Y aunque impacta directamente solo a los tres pacientes en cuestión, ciertamente es una decisión paradigmática. El STJ no solo crea un precedente para que otros pacientes busquen el mismo camino, sino quién sabe, abre espacio para la discusión del tema en el contexto legislativo", dice Rubens Granja, socio de la práctica de life sciences & healthcare de Lefosse Advogados.
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Este es un tema que, para los especialistas, implica el desconocimiento de muchos profesionales y de la población en general sobre los beneficios del cannabidiol.
“No se trata de sembrar marihuana para un drogadicto. Esta confusión que la gente suele tener retrasa y entorpece la calidad de vida de un sinnúmero de pacientes que padecen enfermedades graves como cáncer, autismo y alzhéimer. Negar una vida digna al paciente a través de tratamientos con cannabidiol, reconocido por la ciencia, es inconstitucional y esto no tiene nada que ver con la liberación de cualquier droga, en cualquier situación”, dice Fernanda Zucare, especialista en derecho del consumidor y salud y socia de Zucare Abogados Asociados.
Para Alessandra Nascimento Mourão, socia fundadora de Nascimento e Mourão Advogados y especialista en el área, la decisión de la Sexta Sala del STJ consolida una intervención del Poder Judicial que solo es necesaria porque la legislación, que podría estar en vigor y que regularía todo este asunto, está detenida en el Congreso Nacional.
“El PL 399 detalla con rigor la posibilidad de cultivo y toda la gama de cuidados necesarios para que el destino sea apto para uso terapéutico. Lamentablemente, la resistencia de algunos parlamentarios entorpece el proceso legislativo y sobrecarga indebidamente al Poder Judicial, que sigue juzgando con el objetivo de proteger al paciente”, dice.
Historia en Brasil y en el mundo
La legislación brasileña permite desde hace al menos 40 años que las autoridades permitan la siembra de marihuana con fines medicinales o científicos. El problema es que todavía falta una normativa específica.
El reconocimiento del derecho a cultivar cannabis para el uso de algunos de sus principios activos se ha producido a través de demandas individuales.
En 2014, los padres de un niño brasileño que sufría de epilepsia refractaria, a la edad de cinco años, obtuvieron el derecho a importar aceite de cannabidiol de los Estados Unidos en la 3ª Corte Federal del Distrito Federal.
Poco tiempo después, algunas personas con epilepsia del estado de Paraíba, en un acción en conjunto, obtuvieron un dictamen preliminar favorable que autorizó la importación de ese mismo aceite.
En 2015 y 2016, se dictaron varias decisiones que ordenaron la eliminación del cannabidiol (2015) y el THC (2016) de la lista de sustancias prohibidas en Brasil por parte de Anvisa. Además, se emitieron resoluciones de la propia agencia, que simplificaron las reglas para la importación excepcional de productos a base de dichas sustancias, previa solicitud y con una serie de requisitos.
También en 2015 comenzaron a emitirse sentencias judiciales que obligaban a la Unión a costear el tratamiento con CBD de pacientes con diferentes tipos de crisis, no solo epilépticas.
El Tribunal Regional Federal de la 4ª Región determinó en otro caso que el costo de la droga Aceite de Cáñamo, corriera por cuenta del gobierno federal, para un residente de Erechim, en Rio Grande do Sul.
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En 2016, se concedió un recurso de hábeas corpus preventivo para evitar que los padres de una niña de siete años que sufría de epilepsia refractaria fueran detenidos por cultivar marihuana en casa.
En 2018, la Segunda Sala del Tribunal Superior de Justicia sentó un precedente, al permitir, en sentencia de REsp 1.657.075, la importación directa de un fármaco a base de cannabidiol para ser utilizado en el tratamiento de un niño con parálisis cerebral, con un promedio de 240 ataques epilépticos por mes.
En 2019, cobró fuerza la discusión sobre el suministro de CBD por parte del Estado para el tratamiento de pacientes que necesitaban recursos de la salud pública.
Mientras tanto, en América Latina, países como Chile, Argentina, Colombia, México y Ecuador ya relajaron sus regulaciones internas en diferentes niveles para incluir el uso médico de la marihuana. La liberación varía en relación con el alcance, pudiendo restringir la siembra y autorizar solo la comercialización, por ejemplo. Pero todos siguen una tendencia de adaptar las normas para permitir el uso recreativo y medicinal.
Fuera de América Latina, Portugal, Alemania y Bélgica son algunos de los países europeos que han liberalizado en cierta medida el uso medicinal de la droga. En Estados Unidos, 35 estados han reglamentado la legalización de la planta con fines medicinales.
Según abogados especialistas en derecho de la salud, la última decisión del STJ es clave para reafirmar los derechos fundamentales de los brasileños, garantizados en la Constitución de 1988.
“El uso médico de la marihuana y sus efectos positivos en el tratamiento de numerosas enfermedades han sido objeto de estudios científicos en todo el mundo. Sin embargo, los prejuicios y la desastrosa legislación penal de las drogas en Brasil han impedido avances importantes aquí. La decisión del STJ inaugura una nueva etapa sobre el tema en el país. Que vengan nuevos avances”, analiza Conrado Gontijo, criminalista y doctor en Derecho Penal Económico de la Facultad de Derecho de la Universidad de São Paulo.
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