¿Qué conviene revisar en los contratos de tecnología?

Por ejemplo, debe estar claro de quién es la propiedad intelectual que ofrece la solución. / Unsplash, Salvador Godoy
Por ejemplo, debe estar claro de quién es la propiedad intelectual que ofrece la solución. / Unsplash, Salvador Godoy
Desde las oficinas legales de las empresas, debemos poner atención a ciertos key point.
Fecha de publicación: 24/02/2022

En la actualidad, existen diversos tipos de contratos de tecnología o IT agreements, que son contratos que tienen alguna relación con el ecosistema digital interconectado en que vivimos. Su relevancia es tal que se pueden encontrar en las aplicaciones que usamos en el día a día.

Un contrato de tecnología debe cumplir con ciertas particularidades y elementos básicos que, generalmente, involucran —como aspecto principal— al proveedor de servicios o productos de tecnología y a una empresa o persona natural. Para ambos se establecen derechos y obligaciones sobre la tecnología que será vendida o el servicio tecnológico prestado.

Antes de entrar en la clasificación de este tipo de contratos, es importante mencionar que una gran mayoría depende de un software, es decir, en términos básicos, de un programa (intangible) que permite ejecutar funciones predefinidas. Lo podemos entender también como el cerebro de la máquina orientado a un fin y que está compuesto por programas y aplicaciones diseñadas para cumplir una tarea específica para la que fue creada. Ejemplo de ellos son los sistemas operacionales (Windows, IOS, Android, etc.), juegos y aplicaciones, entre otros.


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Una vez que tenemos claro qué es un software, podemos clasificar los contratos de tecnología de la siguiente forma:

  • Software License Agreements (Contratos de licencia de Software) y Software Ownership Agreements (Contratos de propiedad de Software). Este tipo de contratos transfieren todos o algunos de los derechos de la propiedad intelectual al cliente, por lo que este adquiere el derecho de hacer copias (una o varias e instalarlas en su computador). Normalmente incluye licencias de usuario, distribución y cesiones, entre otros.
  • Con los Cloud Agreements (Contratos en la nube) el vendedor le da al cliente un acceso remoto para almacenar información. Es importante destacar que esto no es un contrato de servicios profesionales, ni una licencia.
  • IT Professional Services (Servicio Profesionales). Este tipo de contrato es para vincular a profesionales de la compañía del vendedor con el cliente, para darle soporte. Son ejemplos de este contrato la integración de sistemas, soporte técnico, consultoría y mantenimiento de software.
  • Combinación de todos los contratos anteriormente descritos. Existen otras variantes de los contratos anteriores como, por ejemplo, los contratos de soporte y mantenimiento, contratos de desarrollo, SaaS (Software as a Service Agreement) etc.

Si bien los contratos de tecnología así como otros contratos deben contener varias cláusulas estándares, como acuerdo entre las partes, precio, resolución de conflictos, notificaciones, seguros, cumplimiento de políticas, ley que regirá el contrato, cláusulas estándares, etc., desde las oficinas legales de las empresas debemos poner atención en los que, a mi juicio, son los key point para este tipo de contrato:

  • Las “especificaciones técnicas” que explicaran cuál es la licencia o servicios profesionales que serán entregados al cliente (generalmente esta información se encuentra en los anexos).
  • La confidencialidad de la información y la protección de datos personales.
  • La propiedad intelectual (para que sea claro de quién es la propiedad intelectual del desarrollo del negocio).
  • Los niveles de servicios (por sus siglas en inglés, SLA) que indican de forma tangible y objetiva si lo que está siendo entregado por el prestador de servicios está de acuerdo con los términos. 
  • Aceptación/rechazo de los entregables. 
  • Las penalidades asociadas a diferentes tipos de incumplimiento de ambas partes.
  • Auditorías.  
  • Limitación de responsabilidad.
  • Destrucción de la propiedad intelectual.
  • Anexos con sus respectivos hitos (si aplica). 
  • Otras cláusulas comunes a todo contrato.

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La industria que genera los negocios que usan este tipo de contratos es extremadamente dinámica, debido a la creación de startups o fintech que, por medio de importantes inversiones de conglomerados multinacionales, invierten de manera permanente en la mejora de su tecnología, haciendo que la adaptación de este tipo de instrumentos sea continua.

Finalmente, debo mencionar que este tipo de contratos se convierte en un gran desafío para los abogados que lideran estas operaciones, al tener que entender más allá del objeto del propio contrato y tener que traducir las obligaciones legales en términos simples para las otras áreas de negocio. Además de lo anterior, el desarrollo legal de este tipo de negocios es muy interesante, ya que demanda una interacción muy grande con otros equipos dentro de la empresa, debiendo el abogado adaptarse, aprender, desaprender, entender del negocio y la industria en la que participa.

*Diego Ignacio Gómez M. es abogado de la Universidad de Los Andes (Chile) y LLM. FGV (Brasil). Trabajó en estudios de abogados en Chile y Brasil y en empresas multinacionales líderes en sus áreas para la región. Actualmente, trabaja como in-house en FIS, la fintech más grande del mundo, con foco en México y Latinoamérica.

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