En esta ocasión, quiero dedicar el editorial de Gestión LexLatin a un artículo que merece especial atención: El lado oscuro del negocio legal. Tal y como lo definió María Jesús González Espejo en su pieza, el lado oscuro radica en la falta de profesionalización de la gestión de una firma de abogados.
Gestión LexLatin nace precisamente bajo esa premisa: traer a nuestros suscriptores y lectores artículos de opinión de voces de distintas regiones del mundo a efecto de compartir temas relevantes y necesarios para que las firmas se profesionalicen, o bien a continúen profesionalizándose, aplicando procesos, fórmulas y buenas prácticas que exige el sector de los servicios legales hoy en día e, incluso, para que aquellas firmas que han desarrollado un nivel de competencia más elevado, conozcan las nuevas tendencias en el sector.
Comparto la opinión de María Jesús en cuanto a que los responsables de la gestión y administración de una firma siguen trabajando en la sombra, no tienen el lugar que les corresponde en los distintos órganos de decisión de la firma y son la excepción cuando se les integra en los comités de dirección y se les reconoce el valor agregado que aportan al negocio.
Hoy en día, la exigencia de los clientes obliga a los socios de las firmas a reconocer la necesidad de profesionalizar los servicios de administración de la firma para poder responder en lo interno y externo a las necesidades de sus profesionales y clientes.
La profesionalización va más allá de lo que generalmente se entiende por administración de la firma. Se debe contar con profesionales en las distintas áreas que González Espejo identifica como los cuatro pilares que deben estar presentes en toda firma para tener un equipo de profesionales especializados tanto en gestión de profesionales y equipos; gestión del conocimiento, innovación, tecnología y sistemas; y el desarrollo del negocio que no es sinónimo de mercadeo y finanzas. Cabe mencionar que la dimensión de la firma determinará el nivel de desarrollo de esos cuatro pilares a los que se hace referencia.
La experiencia me ha demostrado que en muchas oportunidades las firmas consideran que la profesionalización es un gasto que no se justifica pero esto no debe ser visto como tal, sino como una inversión puesto que la profesionalización y el dar el lugar que deben ocupar dichos profesionales en los órganos de dirección de la firma debe traducirse en una mayor eficiencia que permitirá a la firma un mayor desarrollo y por ende un crecimiento en sus beneficios.
*Fernando Peláez-Pier es director de LexLatin y editor de Gestión LexLatin
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