La violencia y el feminicidio están matando a la sociedad

"En América Latina cada tres horas una mujer es asesinada por su pareja o una expareja" / Pixabay
"En América Latina cada tres horas una mujer es asesinada por su pareja o una expareja" / Pixabay
El concepto "feminicidio" se ha construido para nombrar correctamente la especificidad de un crimen
Fecha de publicación: 10/04/2019
Etiquetas: feminicidio, Perú

La violencia contra la mujer es un tema de preocupación mundial y actualmente es una plaga que afecta a las mujeres, vulnerando sus derechos fundamentales, atentando contra sus vidas e impidiendo el desarrollo de una sociedad inclusiva y democrática.

La violencia ejercida contra las mujeres es un problema que obedece a estructuras jerárquicas patriarcales, aquellas que reproducen una cultura donde las mujeres somos vistas como objetos desechables y maltratables. Prueba de ello es que las múltiples violaciones a nuestros derechos se desarrollan tanto en tiempos de paz como en tiempos de conflicto armado. Con ello se evidencia que las mujeres se enfrentan a la discriminación del Estado, de sus familias y de la comunidad en general.

Nuestro país, el Perú, no es ajeno a los casos de feminicidio en la región. En este sentido, solo entre febrero del año 2003 y septiembre del año 2005 se reportaron 265 casos de crímenes contra mujeres. Es decir, un promedio mensual de ocho mujeres asesinadas.

Las mujeres siempre nos enfrentamos a la discriminación y violencia del Estado, la comunidad y la familia. Cabe resaltar que existen distintas clases de violencia en las que las mujeres siempre hemos sido protagonistas, siendo las más destacables la física, sexual, psicológica, económica y autoinfligida.


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Estas violencias no son exclusivas de ningún sistema político o económico. Lamentablemente, se dan en todas las sociedades del mundo y sin distinción de posición económica, raza o cultura, aunando a ello que las estructuras de poderes del Estado se caracterizan por su profundo arraigo y su intransigencia, impidiendo que las mujeres ejerciten sus derechos con plena libertad y seguridad.

Diversos estudios han obtenido como resultado que, al menos, una de cada tres mujeres han sido golpeadas, obligadas a mantener relaciones sexuales o sometidas a algún otro tipo de abusos en su vida.

Por lo general, el autor de los abusos es un familiar o un conocido. Además, según informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 70% de las mujeres que son víctimas de asesinato mueren a manos de su compañero.

Ante ello, se han puesto en marcha la creación de comisiones y organizaciones alrededor del mundo.

En el Perú, según una evaluación realizada por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), se han podido verificar cifras de los últimos tiempos que indican que 8 de cada 10 casos de abusos sexuales tienen como agresor a un miembro del entorno familiar de la víctima y 6 de cada 10 embarazos en niñas (de 11 a 14 años de edad) son producto del incesto o violación.

Asimismo, en el año 2000 el 41 % de las mujeres peruanas fueron agredidas alguna vez físicamente por su esposo  y el 28 % por otros. Respecto a la frecuencia en que se ejercía la violencia, un 83 % indicó que esta se daba algunas veces y un 16 % dijo frecuentemente.

Es lamentable indicar que durante el 2018 el feminicidio en el Perú se cobró 149 víctimas, mientras que en los dos primeros meses del 2019 ya llegábamos a 22 víctimas; cifras terribles, que muestran que las mujeres están desprotegidas y se encuentran en mayor riesgo por el simple hecho de ser mujeres. 


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Información de la OMS reveló que América Latina es la segunda región con los índices más altos de muertes de mujeres por violencia (en el espacio rural y urbano), mientras que alrededor de la mitad de las muertes de las mujeres en el mundo es responsabilidad de sus esposos, cónyuges, novios, convivientes, exconvivientes y enamorados 

Feminicidio, el origen

El término “femicidio” viene de “femicide”, que es el homólogo a homicidio de mujeres.  Se ha preferido en la voz castellana denominar a esta nueva categoría de estudio con la palabra feminicidio, dentro de la que se pueden abarcar las especificaciones de esta clase de crímenes. El término se recalca desde la teoría feminista por primera vez por Diana E. H. Russell y  Jill Radford en su texto Femicide: The Politics of Woman Killing, del año 1992.

Conviene indicar que, el feminicidio es una categoría que debe abordarse como la forma más extrema e irreparable de violencia directa hacia las mujeres y como una alternativa a la neutralidad del término homicidio, además de ser un problema de Estado y de la sociedad en su conjunto. Así, se concluye que es el crimen contra las mujeres por razones de género.

Esto nos permite evidenciar la magnitud de esta violencia y presentarla como un grave y creciente problema social que urge atender. También permite especificar las causas estructurales e históricas a las que responden este tipo de delitos, alejándonos de generalizaciones que tienden a estereotipar y crear mitos alrededor del comportamiento femenino, devaluándolo y justificando el crimen tácitamente. Los autores no son personas con perturbaciones mentales, sino personas socializadas cuya acción responde no a “emociones violentas” sino a conductas desarrolladas en un contexto de discriminación y violencia contra la mujer.

Es lamentable saber que América Latina mantiene un alto índice de violencia contra la mujer. En algunos países las cifras son extremadamente impactantes y superan a las del Perú, como por ejemplo Guatemala, México, El Salvador, Puerto Rico, Colombia, Uruguay y Chile.

El concepto "feminicidio" se ha construido para nombrar correctamente la especificidad de un crimen, ya que ocurre cuando el agresor intenta menoscabar los derechos y las libertades de la mujer, atacándola en el momento en que pierde la sensación de dominio sobre ella. Esto confronta, además, con lo establecido en la Recomendación N° 19 del Comité de la Convención sobre eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW).

Es repulsivo saber que en América Latina cada tres horas una mujer es asesinada por su pareja o una expareja. Todo ello debe ser la motivación para la alarma que ha encendido la Comisión Económica para América Latina y el Caribe en su último informe. Este revela que en la mayor parte de los países de la región, los feminicidios son cometidos por alguien con quien la víctima tenía o había tenido una relación sentimental.

Basta ya de tanta violencia, de tanta impunidad y de ver todos estos casos como algo ligero de la sociedad. Es hora de proteger a nuestras mujeres, a tu abuela, a tu madre, a tu hija, a tu amiga y a ti misma. Pensemos y reflexionemos.


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