El desarrollo fintech en Latinoamérica

Los problemas radican en la poca o nula regulación que muchas veces estas empresas tienen, lo que puede llevar a abusos para los consumidores. / Unsplash, Bake Wisz.
Los problemas radican en la poca o nula regulación que muchas veces estas empresas tienen, lo que puede llevar a abusos para los consumidores. / Unsplash, Bake Wisz.
La situación en Latinoamérica nunca fue tan prometedora en relación con la cantidad de empresas de tecnofinanzas que existen en el mercado.
Fecha de publicación: 03/11/2021

Fintech es el acrónimo con el que se nombra a las empresas de finanzas y tecnología. Este nombre, tan antiguo en el mercado y que puede encontrarse en publicaciones desde 1950, está muy en boga hoy en día. 

Es el símbolo del desarrollo de ideas creativas aplicadas a la cotidianidad del consumidor, esto a través de un conjunto de innovaciones que tienen por objeto prestar servicios donde los bancos e instituciones financieras no llegaban o, si lo hacían, lo hacían con deficiencias y a mayores costos. 

Se entienden como empresas que, por medio de softwares u otra tecnología, entregan un servicio financiero y que colaboran, con eficiencia, a mover dinero de un lugar a otro, innovando y simplificando los procesos de operación de los mercados financieros. En sus orígenes, cambiaron radicalmente la vida de los consumidores, lo que impulsó la integración de los servicios financieros (uso de tarjetas de crédito, por ejemplo) en sectores masivos de la población, el análisis de datos y nuevas formas de evaluar riesgos. 

Hoy, son un importante actor en la industria a nivel global. Además de su importancia en la vida de las personas, con la pandemia y la digitalización de los servicios, es innegable que hubo una aceleración de estas empresas, fomentando la información y movilidad de datos, lo que al final, se traduce en un ecosistema financiero que promueve el crecimiento económico.


Te puede interesar: ¿Cuáles son las tendencias del mercado legal latinoamericano?


El mercado latinoamericano

La situación en Latinoamérica nunca fue tan prometedora en relación con la cantidad de empresas de tecnofinanzas que existen en el mercado. Estos servicios se desarrollan a través de análisis predictivos y/o inteligencia artificial. Se definen comportamientos y se ofrecen servicios de forma casi instantánea para los consumidores. La diversidad de negocios se comprende, por mencionar algunos, de contratos inteligentes, criptomonedas, open banking, Insurtech, Unbanked, ciberseguridad, entre otras.

Las fintech vinieron a modificar el mercado que antes era exclusivamente de los bancos y que estaba garantizado para ellos. Estos, han perdido la confianza entre los consumidores, ya que, con el pasar del tiempo y con el uso de diferentes productos y servicios ofrecidos por ellos, se vieron enfrentados con diversas trabas, procedimientos infinitos, contratos extremadamente leoninos, falta de negociación aduciendo —muchas veces— que son reglas de la autoridad o “políticas del Banco”, así como plazos extensos de respuestas y burocracia en general. Esa ineficiencia y asimetría, estimuló el brote de nuevas ideas que ofrecieran una opción con procesos más rápidos, eficientes y a costos menores. 

Los clientes están más empoderados y toman decisiones de consumo más radicales, al tener mayor oferta de servicios. Están dejando los antiguos y arcaicos bancos. Las fintech hoy en día, están en el epicentro de las noticias y son, de hecho, un activo que aporta valor a las sociedades en que participan, ya que tienen el objetivo social de incluir a nuevos clientes en la economía digital, a través de una mirada más humana y práctica en el servicio al cliente. Esto se refleja no solo en su servicio, sino también el apoyo para personas que quieren impulsar su negocio, o para pequeñas empresas. 

Las fintech vienen a pelear por una parte del marketshare y con tecnologías disruptivas, aliadas a un gran volumen de operaciones, transforman y crean nuevos mercados y targets de clientes. Este tipo de empresas, al tener escalabilidad acelerada, generalmente deben ir a la vanguardia de la industria con sus servicios, lo que hace que el mercado mejore como un todo, amenazando a las industrias tradicionales al prestar servicios más ágiles, a través de un aumento de tecnología y la simplificación de procesos. Esto, inevitablemente, beneficia al consumidor.

Beneficios al consumidor

Algunas características que hacen que las fintech sean positivas son:

  • Mejoran la eficiencia y procesos de las transacciones, simplificando la burocracia;
  • Mejor nivel de información;
  • Servicios/productos tailor-made para el cliente;
  • Mayor oferta de servicios iguales y diferenciados, lo que aumenta la competencia;
  • Distribución de información homogénea;
  • Seguridad;
  • Modelos ágiles y adaptables;
  • Costos más bajos;
  • Creación de nuevos mercados;
  • Mejoría en la experiencia del consumidor; 
  • Inclusión de nuevos clientes a la economía digital;
  • Simplificación en las condiciones contractuales.

En la otra cara de la moneda, los problemas radican en la poca o nula regulación que muchas veces estas empresas tienen, lo que puede llevar a la existencia de abusos con los consumidores. Muchas empresas por el sólo deseo de ganar escalabilidad del mercado o ser vendidas a grandes fondos se endeudan en etapas inmaduras y terminan mudando su core business, lo que puede perjudicar al consumidor.


¿Cómo están cambiando las dinámicas de trabajo en las firmas? Si eres de México, Colombia o Centroamérica ¡Esta encuesta es para ti! Participa y recibe los resultados en informe.


Regulación

Diferentes reguladores están atentos para intentar ir un paso adelante (porque las fintech siempre, o casi siempre, están en la vanguardia) y buscar regular los nuevos mercados que esta industria crea, siendo una preocupación para los gobiernos donde están insertadas. 

No obstante de la rapidez con que estas empresas crean valor, el lento cambio normativo impacta al colocar reglamentaciones generales, estáticas y que, lamentablemente, no se publican de manera ordenada sino que pueden haber sido impulsadas por grupos de presión. En consecuencia, los legisladores terminan por crear leyes que no son armónicas entre ellas, no existiendo políticas públicas de inclusión financiera. Hemos visto, en la región, proyectos y leyes nuevas de fintech que no están alineadas con un marco general de prevención de fraudes/ciberseguridad, consolidación y protección de datos por nombrar algunas, lo que se traduce  en que la regulación nazca desfasada o sea insuficiente. 

El mercado latinoamericano de fintech, aún cuando es muy dinámico, es relativamente incipiente. Como la región no está tan actualizada con relación a las regiones más desarrolladas, existe bastante espacio para replicar o innovar. Por lo anterior, en los últimos años ha habido una explosión de diferentes actores que han puesto al mercado de la Latinoamérica en un evidente remate público de productos y servicios para llegar a mercados desatendidos, existiendo una verdadera carrera entre las empresas para captar más volumen y  “apoderarse” del deseado “marketshare” de segmentos específicos de mercados/clientes. 

Desde mi perspectiva, el futuro para las Fintech traerá un desarrollo sin precedentes en la creación de diferentes productos de la más diversa índole para los consumidores en la región lo que hará que emerjan nuevas ideas disruptivas, creando nuevos canales de comercialización y nuevas formas de hacer negocios, en el que le serán ofrecidos a los consumidores productos a medida, más eficientes y baratos.

*Diego Ignacio Gómez M. es abogado de la Universidad de los Andes (Chile) y LLM. FGV (Brasil). Trabajó en estudios de abogados en Chile y Brasil, y en empresas multinacionales líderes en sus áreas para la región. Actualmente trabaja como in-house en FIS, la fintech más grande del mundo, donde tiene su foco de práctica en México y Latam.

Add new comment

HTML Restringido

  • Allowed HTML tags: <a href hreflang> <em> <strong> <cite> <blockquote cite> <code> <ul type> <ol start type> <li> <dl> <dt> <dd> <h2 id> <h3 id> <h4 id> <h5 id> <h6 id>
  • Lines and paragraphs break automatically.
  • Web page addresses and email addresses turn into links automatically.