El presidente argentino Javier Milei está en uno de los mejores momentos políticos desde que asumió su mandato: comienzan a llegar grandes inversiones, se desploma el riesgo país y alcanza su nivel más bajo en 4 años, la inflación de septiembre fue de 3,5 %, los bancos de inversión empiezan a promover los bonos de deuda soberana y el FMI ya habla de una incipiente recuperación económica.
Ahora bien, ¿eso condice con el sentiment de los argentinos? La recesión, los tarifazos al transporte y los servicios esenciales y la pérdida de empleo y poder adquisitivo están haciendo mella en el bolsillo de los trabajadores: la clase media se achica, pero la imagen positiva de Milei se mantiene por arriba del 40%.
“¿Qué son? Un barco sin luces en el mar, un tren que no llega a ninguna estación, una sociedad anónima de destrucción masiva de lo poco que nos queda de un cierto nivel de bienestar del Estado argentino. Una empresa de demolición. ¿Qué es lo que expresan con este plan económico, que no sabemos cuál es el plan? Expliquen el plan económico, ¿adónde nos llevan?; dígannos a dónde van, porque ahora tenemos que abordar el debate del Presupuesto. Creen que ganan, pero en realidad pierden”, salió al cruce Miguel Ángel Pichetto, jefe del bloque Encuentro Federal.
En el marco del debate por la Ley de Financiamiento Universitario, donde finalmente se convalidó el veto presidencial, el diputado nacional le pidió explicaciones al equipo económico de Milei.
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Privatizaciones en la era Milei
Incluso desde antes de llegar al poder, Javier Milei quiere que los privados se zambullan en las empresas públicas. De hecho, hizo cambios en el gabinete para acelerar las privatizaciones: creó la Agencia de Transformación de las Empresas Públicas, liderada por Diego Chaher y creada bajo la órbita del Ministerio de Economía.
El objetivo no da margen a duda: el presidente libertario quiere que la promesa de campaña se convierta en un KPI medible, para dejar atrás el fantasma de las privatizaciones y que los inversores apuesten por las compañías públicas.
El procedimiento de venta de las empresas estatales aún no está definido, más bien será estudiado caso por caso, pero las dos alternativas principales serán: concurso público internacional o concesión.
Con el plan en marcha, los anuncios no tardaron en llegar:
- El gobierno declaró a Aerolíneas Argentinas como sujeta a privatización mediante el Decreto 873/2024, alegando que la aerolínea de bandera está en déficit económico desde su reestatización en 2008. “La empresa presentó marcadas pérdidas, que fueron mitigadas a través del aporte del Tesoro Nacional con el fin de garantizar la continuidad operativa”, informaron en el Boletín Oficial.
- Se pusieron a la venta las acciones de IMPSA, una metalúrgica estatal que se especializa en la generación de energía a través de recursos renovables.
- En las últimas horas el gobierno dio a conocer que avanzará con la venta de cuatro centrales hidroeléctricas y llamó a concurso nacional e internacional para vender el paquete accionario mayoritario de las empresas estatales que las manejan. “Hay un plazo de 180 días para transformar y vender las compañías públicas que controlan las represas de Alicurá, El Chocón, Cerros Colorados y Piedra del Águila”, establecieron a través de una publicación en el Boletín Oficial.
- Guillermo Francos, jefe de Gabinete, confirmó que YPF está negociando vender el gas natural de Vaca Muerta a una petrolera internacional
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Invertir en Argentina
Las declaraciones del presidente Javier Milei, alineadas con sus promesas de campaña, hicieron que Morgan Stanley se retractara: ahora recomienda invertir en Argentina.
Más allá del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) y el furor por el litio -la minera angloaustraliana Río Tinto anunció que invertirá 2.000 millones de dólares en Salta-, el banco de inversión señala que es conveniente invertir en deuda soberana. Ahora bien, ¿por qué cambió de idea?
De acuerdo con su análisis, Morgan Stanley considera que los bonos argentinos son atractivos, aún con los riesgos que suponen. Por un lado, el riesgo país se redujo considerablemente, por debajo de los 1.200 puntos básicos. Por otro, el mercado reconoce el desempeño de la deuda local en Wall Street, que aumentó hasta un 6% en el último mes.
“Se espera que los flujos de divisas mejoren en el cuarto trimestre de 2024, lo que podría llevar a una disminución aún mayor de la inflación y aumentar las posibilidades de unificación de los mercados cambiarios”, señala el último informe del banco de inversión.
A diferencia de lo que había anticipado el mes pasado, cuando retiró a los bonos argentinos de su cartera documentada de inversión en deuda de países emergentes, ahora la entidad cree que los bonos argentinos con vencimiento en 2041 son una buena oportunidad.
“Morgan Stanley cree que la deuda soberana de la Argentina está barata y por eso decidió invertir en estos instrumentos”, anticipa una fuente cercana a la entidad.
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