El incremento de la demanda de servicios legales asociados a la planificación patrimonial de grupos familiares y personas naturales impulsada por el auge económico del país en las últimas dos décadas, llevó a la firma peruana Miranda & Amado Abogados a abrir una nueva área de práctica.
Los socios Claudia Lucena y Pablo Sotomayor Hernández lideran el área de planificación patrimonial del despacho, conformada por un total de siete abogados. Los socios José Daniel Amado, Giovanni Francezco Priori Posada y Rafael Corzo de La Colina, y los asociados Luis Miguel Sánchez Bao y Luis Francisco Paz completan el equipo.
Lucena ingresó a Miranda & Amado en 2008 como asociada y en 2013 fue ascendida a socia. Es egresada de la Universidad de Lima (1996), especializada en el área inmobiliaria. También trabajó en CMS Grau - Perú (1999-2008).
Sotomayor Hernández lidera la práctica tributaria de Miranda & Amado, a la que se unió en 2005 como asociado. Nueve años más tarde fue promovido a socio. Obtuvo el título en la Pontificia Universidad Católica del Perú (2001), donde imparte clases desde 2012, y cursó una Maestría en Tributación en New York University (2008).
Preservar el patrimonio
“Se hace necesario tener en orden el patrimonio para optimizar sus rendimientos y evitar las complicaciones naturales por los cambios generacionales”, señaló el bufete en una entrevista con LexLatin al precisar que no más de 15 % de las empresas familiares se mantiene luego del tránsito de la segunda a la tercera generación.
Advierte que factores globales como la crisis generada por la pandemia y asuntos locales asociados a la coyuntura política, así como las cada vez más complejas regulaciones tributarias, tanto nacionales como extranjeras, han sido determinantes para el aumento de la demanda de servicios en esta materia. Mientras, observa que la asesoría a personas naturales se ha vuelto cada vez más especializada, enfocada a las nuevas estructuras implementadas por los grupos familiares.
La nueva práctica atiende a grupos familiares y empresarios peruanos de altos patrimonios, quienes buscan sofisticar el manejo y administración de sus activos y preservar su patrimonio ahora y para las futuras generaciones. Son —de acuerdo con el despacho— clientes que buscan un diseño de mejores soluciones tanto a nivel sucesorio, familiar y tributario de una manera creativa con el cumplimiento debido de las normas.
Espacios para mejorar
El despacho legal considera que, si bien la regulación vigente contiene los fundamentos legales esenciales de esta práctica, existen muchos espacios para mejorar. “Tenemos un ordenamiento sucesorio o hereditario bastante rígido en el país. La libertad de testar, a diferencia de otros países, se encuentra limitada por leyes imperativas que constriñen la flexibilidad para reordenar los activos, inversiones y acciones del grupo familiar de la mejor manera posible, atendiendo a las fortalezas y debilidades de cada miembro de la futura generación del entorno familiar”, señaló.
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Refirió que hay temas patrimoniales y tributarios en juego cuando la legislación peruana no permite la suscripción de capitulaciones matrimoniales (los famosos prenups de otras legislaciones), con lo que se ata muchas veces los derechos en las empresas familiares de una manera no necesariamente deseada y que juega en contra de los intereses del grupo.
Suma la ausencia de una regulación directa sobre los protocolos familiares, cuya incorporación en la ley peruana facilitaría su comprensión y acogida por las cortes y agencias gubernamentales del país.
Por último, dijo que una regulación más permisiva en los fideicomisos privados, que abra el campo fiduciario fuera de las entidades de sistema financiero, permitiría una eficiencia tributaria, societaria y patrimonial de mucha mayor envergadura.
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Para la firma, desde el punto de vista tributario, las normas locales ofrecen pros y contras en lo que a estructuración sucesoria y de patrimonio familiar se refiere. Sin embargo, cuando se habla de estructuración más sofisticada, las regulaciones están desfasadas.
Como ejemplo mencionó el caso en que la inversión local o internacional a través de productos o vehículos financieros cuyo tratamiento tributario en el Perú es -o puede ser- incierto, lo que -señala- se suma a la complejidad existente para la declaración y pago de los tributos correspondientes, los cuales, en muchos casos, abarcan más de una jurisdicción.
“La seguridad jurídica y la eficiencia en el traspaso hereditario y el debido cumplimiento tributario son conceptos claves en el manejo patrimonial”, agregó.
Antecedentes de la práctica
Partiendo de la necesidad de tener en orden el patrimonio para optimizar los rendimientos de los grupos familiares, la firma analiza todos los factores (obligaciones hereditarias, conyugales, tributarias, contractuales, societarias, mapas de riesgos, escenarios de cambio, etc.) de manera que sus clientes puedan tomar mejores decisiones sobre sus patrimonios.
La firma ofrecía servicios de planificación patrimonial desde hace algunos años. Sin embargo, lo hace formalmente desde el segundo semestre de 2020. Calcula que luego de las modificaciones tributarias vinculadas con los regímenes de transparencia fiscal y la amnistía tributaria, la consultoría patrimonial/familiar se incrementó exponencialmente al menos desde 1997.
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