El Producto Interno Bruto (PIB) de México crecerá 4,6 %, la inflación anual cerrará en 3 % y el tipo de cambio se ubicará en 21.8 pesos por dólar. Esas son las estimaciones del gobierno mexicano para el 2021, según el proyecto de presupuesto económico que establece que el gasto público superará los 6,29 billones de pesos (2,98 billones de dólares) y que se centrará en el fortalecimiento de los recursos humanos y físicos del sistema de salud, los programas sociales prioritarios y los proyectos de infraestructura.
Los pronósticos son optimistas pero dependen fundamentalmente de cuatro aspectos: la reactivación económica que se dará a partir de la disponibilidad de una vacuna contra el COVID-19, la promoción de la inversión, los apoyos fiscales para la recuperación de la actividad económica y los recursos que desde el Gobierno se destinen a la generación de empleo. Sin embargo, estos dos últimos aspectos no están incluidos en el proyecto económico 2021.
“Este paquete está considerando una recuperación económica rápida y sostenida enfocándose en los principales proyectos de infraestructura prioritarios. Además, está centrándose mucho en reducir la desigualdad a través de programas de apoyo del Gobierno en sectores vulnerables”, comentó Cesaire Chiatchoua, doctor en Ciencias Económicas e investigador de la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle.
Entre los proyectos de infraestructura emblemáticos se encuentran el Aeropuerto General Felipe Ángeles, mejor conocido como Santa Lucía (con más de 21.300 millones de pesos de inversión), el Tren Maya (36.288 millones de pesos) y el Tren Interurbano México-Toluca (7.000 millones de pesos). Mientras tanto, la lista de programas sociales prioritarios está integrada por 18 iniciativas, algunas de ellas son Jóvenes Construyendo el Futuro (20.600 millones de pesos), pensión para adultos mayores (135.000 millones de pesos) y Sembrando Vida (28.900 millones de pesos).
Para la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) era fundamental que el Gobierno no focalizara su estrategia de reactivación económica para el próximo año únicamente en el reparto de apoyos sociales, pues considera que es insuficiente para sortear la que se considera será la peor crisis económica desde 1932. Por el contrario, pide que en la propuesta se incluya la inyección de recursos para incentivar la creación de empleos y fomentar la inversión o la creación de empleos, algo que no ocurrió.
“Vemos con desazón que el paquete económico 2021 no destina recursos a la recuperación de la economía y del empleo, aún cuando como país tenemos el reto de recuperar más del millón de empleos perdidos durante la pandemia. Ante este panorama, prevemos que será muy difícil que México pueda alcanzar el nivel de crecimiento que se está proponiendo para 2021”, señaló el organismo empresarial en un comunicado.
Víctor Gómez Ayala, subdirector de Análisis Económico en Finamex Casa de Bolsa y experto en análisis de política fiscal, indicó que debido al impacto que la pandemia ha tenido en el mercado laboral era deseable que, desde una postura fiscal, se incluyeran en el paquete un conjunto de programas específicamente destinados a proteger esta capacidad productiva. “Eso es lo que faltó”, destaca.
A las áreas de oportunidad, la confederación suma una más: la deuda. “La crisis histórica que estamos viviendo y la incertidumbre que enfrentamos requería de recursos extraordinarios y de la contratación de deuda responsable. Por el contrario, el Poder Ejecutivo Federal pretende que el antídoto a una economía deprimida sea la austeridad”, destacó.
El doctor en Ciencias Económicas coincidió que el endeudamiento es clave para reactivar el crecimiento. “Soy de la idea de que para reactivar la economía tenemos que ir a la visión keynesiana, que es lo que llamamos el efecto multiplicador: inyectar dinero para rescatar empresas y que esas empresas, a su vez, aumenten la producción, generen empleo, aumenten los salarios y así aumenta el consumo, se reactiva la economía. Esa es la propuesta de Keynes, pero (el presidente) Andrés Manuel López Obrador no quiere endeudar el país”.
¿Y el sector energético?
El proyecto de presupuesto de egresos considera un incremento de 5,2 % en la inversión pública. Desde el punto de vista de los especialistas, este aumento es positivo.
“Sin embargo, nos preocupa que el enfoque siga siendo en el sector energético”, destacó la Coparmex. A Petróleos Mexicanos (Pemex), por ejemplo, se le asignó un presupuesto de 544.598 millones de pesos, un monto que es 0,6 % mayor que el de este año. Mientras que el monto disminuyó 8,6 % para la Comisión Federal de Electricidad (CFE) al ubicarse en 417.145 millones de pesos.
Gonzalo Monroy, director general de la consultora GMEC y especialista en el sector energético, considera que el proyecto de presupuesto no está diseñado para que esta industria juegue un rol fundamental en la reactivación económica.
“Lo que está haciendo esta administración es prácticamente poner todos los huevos de la canasta del desarrollo energético en las empresas del Estado: Pemex y CFE. La participación privada simplemente no trae grandes sorpresas, no trae oportunidades de inversión”, destacó.
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