Tras casi un mes de negociaciones, Fegamo y Vasaf y Mani de Ita Abogados decidieron fusionarse a principios de julio, a través de la integración del personal profesional y administrativo. El 1 de agosto inició operaciones formales en México la firma Fegamo y Vasaf, con sede en Monterrey, Nuevo León, con un consejo directivo liderado por Juan Vázquez Silveyra.
Tras la fusión, ambas cuentan con un total de 30 profesionales. Entre ellos está Gonzalo Mani de Ita, quien se desempeñaba como socio director de Mani de Ita Abogados, firma que fundó en 2017. “Para mí es un privilegio incorporarme a una firma en ascenso, nuestra unión nos dará la oportunidad de posicionar la práctica fiscal a un primer nivel”, expresó, de acuerdo con un comunicado de prensa.
Ambos despachos juntaron su cartera de clientes para darles acceso a una mayor variedad de áreas de práctica que incluyen corporativo, fusiones y adquisiciones, banca y finanzas, comercio exterior y aduanas, impuestos, bienes raíces, recursos naturales, medio ambiente, seguridad e higiene, inmigración, laboral, propiedad intelectual y litigios.
“Compartimos ideas, valores y la visión de la organización. Deseamos servir de mejor forma a nuestros clientes, cubriendo todas sus necesidades legales, con excelencia y dedicación con una mayor oferta de servicios”, expresaron Vázquez Silveyra y Mani de Ita en entrevista concedida a LexLatin.
Entre sus clientes se cuentan fabricantes de automóviles y de partes, de productos de cartón corrugado, de tecnología visual (monitores CRT, pantallas de cristal líquido, proyectores, pantallas de plasma, tecnología HDTV y productos móviles), adhesivos, artículos de PVC, acero, maquinaria pesada, desarrolladores de inmuebles, la más grande agencia aduanal de México y una de las embotelladoras más grandes de Latinoamérica, entre otros.
Proyecciones a corto y mediano plazo
El despacho asegura que los clientes han tomado la noticia de la asociación de manera muy positiva y con entusiasmo por recibir servicios de varias ramas del derecho por parte de una sola firma (one-stop shop), con áreas de práctica reforzadas, como la fiscal, atendiendo a las necesidades actuales del mercado.
“Estamos convencidos de que nuestros clientes buscan resolver la mayoría de sus necesidades de servicios legales, de preferencia, en un solo despacho que tenga la estructura, experiencia y capacidad de atender de manera integral y eficiente, sus temas legales”, agregó.
Fegamo y Vasaf se propone ser una firma de primer nivel en México y en el extranjero. La firma es parte de Professional Legal Alliance (ProLegal), que está presente en Chihuahua, Tijuana, Monterrey, Guadalajara, Cancún y Ciudad de México. A corto plazo, planea difundir su oferta de servicios ampliada para captar más clientes y asuntos de mayor relevancia.
Prevé un crecimiento en la plantilla de abogados a mediano plazo como parte de un plan de expansión. La firma se posiciona hoy como una de las firmas de abogados más grandes y con el mayor número de prácticas especializadas en Monterrey.
Los efectos de la pandemia
A pesar de la crisis generada por la pandemia del COVID-19, Fegamo y Vasaf reporta un “movimiento importante” en el área corporativa, tomando en cuenta que varios de los clientes fueron considerados como parte de las industrias esenciales decretadas por el Gobierno Federal, como la automotriz, de alimentos y bebidas, acerera, farmacéutica, entre otras.
Observa una evolución importante en materia de gobierno corporativo y cumplimiento regulatorio dada la necesidad de las empresas de hacer ajustes como consecuencia de la pandemia, a lo cual suma la realización e implementación de protocolos sanitarios, de seguridad y teletrabajo, así como de toma de decisiones efectivas.
También refiere “un crecimiento importante” de clientes, no solo en la firma sino a escala nacional, en materia de reorganizaciones corporativas y de deuda ocasionadas en gran parte por las dificultades económicas como consecuencia del coronavirus. La firma también ha visto movimientos importantes en materia de fusiones, adquisiciones y coinversiones, particularmente de las conocidas como Distressed M&A.
Sobre el área fiscal comenta que se enfocará en prestar servicios especializados de alta calidad y sofisticación, incluyendo asesoría, consultoría y litigio, “con mejores tiempos de respuesta, innovadores y atendiendo las expectativas de nuestros clientes con soluciones creativas, efectivas y adaptadas a la nueva realidad de los negocios en nuestro país”.
En lo que respecta al área de comercio exterior, comentó que la firma y entrada en vigor del nuevo Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) ha generado un aumento en la demanda de asesoría legal especializada por parte del sector empresarial mexicano en diversas industrias.
Agregó que el área inmobiliaria está muy activa dada la crisis económica generada por la pandemia y mientras los actores del sector se adaptan a la nueva realidad, el bufete busca implementar soluciones legales más eficientes en términos de costos y tiempos. “El mercado inmobiliario enfrentará muchos retos en los próximos meses, así que el apoyo legal para la toma de decisiones por parte de nuestros clientes se vuelve indispensable”, comentó Fegamo & Vasaf.
Refirió que en el área bancaria y financiera trabajan en la implementación y negociación de reestructuras de financiamientos y sus garantías, modificando plazos, paquetes de colaterales y condiciones en general en favor de acreditantes y acreditados, según el entorno actual, y advierten que habrá mucha actividad en los próximos meses.
Juan Vázquez Silveyra
Se especializa en las áreas de bienes raíces, construcción, laboral y minería.
Es miembro fundador de Fegamo y Vasaf, donde labora desde 2010. Antes de crear el bufete trabajó 10 años como asociado sénior de Baker McKenzie.
Obtuvo el título de licenciado en derecho en 1998 en la Universidad Regiomontana.
Gonzalo Mani de Ita
Con una carrera de más de 25 años, ofrece asesoría a empresas en materia tributaria, incluyendo consultoría y litigio fiscal, antidumping y amparo en materia administrativa. También ha desarrollado la práctica de derecho corporativo, que era parte de la oferta de Mani de Ita Abogados, junto a la práctica fiscal.
Se desempeñó como socio de impuestos de Deloitte Legal Services entre 1998 y 2017.
Es abogado titulado por la Universidad Anáhuac (1992), con una maestría en Derecho Fiscal de la Universidad Panamericana (1994), en Derecho Civil de la Escuela Libre de Derecho (1997) y Derecho de la Empresa de la Universidad de Monterrey (2015). Colabora con revistas especializadas y ha sido expositor en foros nacionales e internacionales.
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