Está por terminar el primer trimestre en que Panamá inició su proceso de transición hacia la factura electrónica. Aunque en 2016 se plantearon los primeros proyectos sobre la materia, refiere Ricardo Rocha, socio de Arias - Panamá, fue hasta 2018 cuando se emitieron las primeras normas al respecto.
"Recientemente la Dirección General de Ingresos del Ministerio de Economía y Finanzas (DGI) ha publicado resoluciones por las que se detallan ciertos requerimientos técnicos con los que deberían contar los equipos fiscales, que han sido obligatorios para la mayoría de los contribuyentes durante la última década, a fin de que cuenten con conectividad a Internet", comenta.
Uno de los objetivos de la DGI para este primer trimestre, era la masificación voluntaria de la factura electrónica. Durante el 2018 el Gobierno inició un plan piloto con una lista de empresas para poner a prueba este nuevo mecanismo de facturación dentro del ámbito comercial panameño, así como la identificación de necesidades de mejoría en el diseño del ambiente informático.
Hoy, a decir del especialista en derecho tributario, "el objetivo que persigue la DGI con la implementación de la facturación electrónica es en parte la modernización de las operaciones de las empresas y la optimización de su eficiencia. Por otro lado, para la DGI implicaría también optimización de recursos en cuanto a fiscalización".
De acuerdo con Ricardo Rocha, la normativa es aplicable a toda persona natural o jurídica, siempre y cuando cuente con autorización de la DGI para utilizar las facturas electrónicas como medio de documentación de sus operaciones de ventas de bienes o prestaciones de servicios.
"A nuestro criterio aquellos contribuyentes que, en función del volumen de sus operaciones, se encuentren exceptuados del uso de equipos fiscales, quedan obligados a utilizar facturas electrónicas. Esto es así ya que, por una parte esto permitiría una fiscalización más eficiente de sus actividades por parte de la DGI y, por otro lado, al no estar utilizando actualmente equipos fiscales, no se verían obligados a descartarlos".
La DGI pondrá a disposición de los contribuyentes un software para la emisión de sus facturas electrónicas. Ahora, durante la pandemia, esta regulación ha facilitado el comercio electrónico y el intercambio de papel. La recomendación por parte de Rocha es prestar atención a las resoluciones que emita la DGI en los próximos meses, ya la DGI está facultada para determinar qué contribuyentes, en función de la naturaleza de sus operaciones o del volumen de su facturación, deberán utilizar facturas electrónicas.
}
Add new comment