Alejandro Trujillo, quien se desempeñaba como socio de la práctica de bienes raíces de Galicia Abogados desde 2015, decidió abrirse paso, junto a un equipo de seis abogados (cuatro asociados y dos auxiliares legales), para abrir una boutique especializada en el área bajo el nombre de Trujillo Abogados. La firma, con oficinas en Ciudad de México y Monterrey, inició operaciones el 3 de agosto.
El abogado ejerce como socio y fundador del despacho, el cual, dado su tamaño, no cuenta con junta directiva. Arranca con siete abogados y planea duplicar la plantilla en los próximos 12-18 meses, en función de las necesidades. Al equipo lo respalda una trayectoria de entre 5 y 20 años en el sector inmobiliario.
La boutique ofrece asesoría a clientes nacionales e internacionales en la estructuración de vehículos de inversión, joint ventures, desarrollo, adquisición y disposición de activos industriales, centros comerciales, oficinas, hoteles y residenciales en México, y pone a disposición un equipo que también tiene experiencia en financiamiento de carteras inmobiliarias, préstamos estructurados, constitución de condominios y administración de proyectos y en la negociación de arrendamientos.
Galicia Abogados deseó éxito a Trujillo en su proyecto profesional. Agregó que la práctica inmobiliaria era conducida desde hace tres años por Alejandro Trujillo y Ramiro Sandoval, quien quedó a cargo de la misma. En un comunicado, el estudio señaló a los clientes que el bufete no se verá afectado con la salida del socio, cuatro asociados y dos auxiliares. Sandoval trabaja en diversas operaciones de bienes raíces y se apoya en el equipo de finanzas de la firma, especialmente en materia de préstamos en el sector inmobiliario.
La fórmula: experiencia y costos razonables
En entrevista concedida a LexLatin, Trujillo comentó que si bien estaba a gusto en Galicia Abogados, donde abrió y dirigió la práctica de bienes raíces, crear una boutique inmobiliaria era un sueño desde que se desempeñó como director jurídico de GE Capital Real Estate México, donde trabajó durante casi una década.
Comenta que en marzo de este año, cuando comenzaba la pandemia de COVID-19 en México, se dio cuenta de que una de las primeras industrias en verse afectas inmediatamente fue el sector inmobiliario. Centros comerciales cerrados, oficinas sustituidas por el trabajo en casa y actividades suspendidas en naves industriales y hoteles eran una muestra del impacto de la emergencia sanitaria.
Entonces, recibía llamadas de clientes buscando asesoría y consejos en temas como fuerza mayor, ante la suspensión o reducción del pago de rentas por parte de los inquilinos y acreedores que buscaban firmar convenios con sus acreditados para diferir el pago de servicio de deuda.
Con Trujillo Abogados busca armar una estructura ligera en cuanto a costos tomando en cuenta de que se trata de una boutique especializada, a diferencia de lo que -asegura- ocurre en las firmas de abogados full service, que tienen una estructura de costos pesada que beneficia a clientes corporativos que utilizan muchas de sus áreas de práctica.
Asegura que a pesar de ser una firma especializada, Trujillo Abogados cuenta con la capacidad y equipo suficiente, con experiencia en las operaciones inmobiliarias más sofisticadas, complejas y estructuradas en México en la última década, para ayudar a los clientes en sus operaciones bajo una premisa costo-beneficio real.
“En algunas ocasiones se confunde firma boutique con falta de experiencia para poder representar a clientes en operaciones sofisticadas y complejas, lo cual creo que es un error porque el tamaño de nuestro equipo inmobiliario es incluso superior al tamaño del área inmobiliaria de la mayoría de los despachos en México”, manifestó.
Algunos de los clientes con lo que cuenta el bufete son MRP, Macquarie, Prudential (PGIM), Advance Real Estate (PSP Canada Pension Fund), Banco Sabadell, Credit Suisse, Finsa y Santander Global Facilities.
La industria inmobiliaria en la pospandemia
Trujillo afirma que tras la pandemia el sector inmobiliario regresará fortalecido. Aunque considera que la industria inmobiliaria en México enfrenta retos importantes, está convencido de que habrá muchas oportunidades para inversionistas, oficinas familiares y fondos con liquidez para comprar activos o asociarse con el objetivo de continuar el desarrollo de proyectos inmobiliarios. También prevé que habrá una cantidad importante de workouts y reestructuraciones en relación con financiamientos inmobiliarios.
No duda que en la pospandemia el sector continuará creciendo en el país, pues cree que hay espacio para ello en estados del bajío, donde los activos industriales han crecido en la última década, con capacidad para seguir desarrollando centros comerciales y hoteles. Observa que el norte del país es y seguirá siendo un punto muy importante para la industria y la maquila, especialmente tras la ratificación del TMEC.
En el segmento de oficinas considera que hay que reinventarse y pasar a proyectos mixtos e, incluso, convertir algunas secciones de edificios en instalaciones de hospedaje y hoteles.
Alejandro Trujilllo
Acumula experiencia de 22 años en el área inmobiliaria, especialmente en la estructuración de vehículos de inversión, empresas conjuntas, préstamos, sindicación, mercados de capitales (FIBRA o REIT y CKD mexicanos), administración de activos y propiedades, y compra, venta y arrendamiento de activos y privados.
Además de trabajar en Galicia Abogados (2015-2020) y GE Capital Real Estate Mexico (2006-2015), se desempeñó como asociado sénior en Martínez, Algaba, de Haro y Curiel (1995–2006) y como asociado extranjero en Pillsbury Winthrop Shaw Pittman (2000-2001), en el grupo corporativo y de financiamiento de proyectos en estos dos últimos.
Es abogado por la Universidad Panamericana (1998) y cursó un MBA en Thunderbird School of Global Management (2007-2009), en Estados Unidos.
}
Add new comment