La próxima vez que encontremos legaltech dentro de la conversación, no hagamos la conexión automática de este término con la función única de organizar el trabajo de escritorio. Menos lo consideremos como un término que puede evaporarse en caso de ser incluido en la agenda de las sesiones de trabajo dedicadas al plan estratégico, la rentabilidad y el retorno.
La reflexión de Niels Martin Brochner, cofundador y CEO de Contractbook, compañía dedicada a la gestión de ciclos de vida de contratos digitales mediante el uso de datos, en Forbes, pone en palabras el valor de esta recomendación y el despertar que se espera del sector en la búsqueda de nuevos clientes.
“Es lamentable que una tecnología destinada a desafiar el modelo de servicio legal tradicional se perciba simplemente como un apoyo a ese modelo. Por el contrario, creo que las tecnologías legales deberían tener como objetivo hacer que la empresa promedio se sienta cómoda cuando se trata de asuntos legales”.
Si omitimos el tono retórico de Brochner, es posible ubicar el quid del asunto: no se trata solo de incorporar tecnología, sino de un cambio de mentalidad para adoptar liderazgo en la innovación. De acuerdo con el 2021 Law firm Business Leader Report de Reuters, parte del sector ya ha descifrado esto y lo manifiesta en el énfasis que planea dar a mediano plazo para “mejorar la eficiencia a través de tecnología innovadora”. Pero, seamos honestos, cuando hablamos de eficiencia, ¿no es acaso más atractivo hablar de cómo se relaciona con el retorno?
Esta aproximación sobre herramientas tecnológicas consideradas clave para el éxito de las firmas de abogados y departamentos legales en el corto plazo estará en el centro del debate organizado por LexLatin y Thomson Reuters, “Innovación + Automatización = Mayor eficiencia y rentabilidad para el sector legal”, que se realizará el 2 de diciembre. La discusión contará con la participación de Rosa Rascón (Thomson Reuters), Fabian Urriago Guzmán (Gómez-Pinzón Abogados) y José Luis Pérez Benitez (Black Swan Consultoría).
Para dar merecido suspenso al debate, un dato revelador del reporte que Reuters lanzó este mes: las firmas líderes en el negocio legal están decididas a incrementar el uso de tecnología, pero no para reducir costos, sino para proveer servicio de valor a los clientes. Hasta se abre la oportunidad de imaginar posibilidades expansivas, a pesar de la crisis o tal vez gracias a ella.
“De hecho, la tecnología también proporciona el terreno más fértil para la posible subcontratación de bufetes de abogados, ya que la infraestructura de servidores y la nube, el descubrimiento electrónico y el soporte de TI se encuentran entre las áreas en las que es más probable que las empresas estén subcontratando actualmente o buscando subcontratar en el futuro”.
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Pero incorporar esto al radar requiere voluntad de cambio a nivel del mindset. Tener apertura para dejar de lado la rutina de los reprocesos, para apostar por un servicio legal capaz de innovar. Hablar de herramientas tecnológicas, sí, pero para discutir temas de gestión y calidad de los entregables. Atender el eco que no estábamos escuchando cuando se habla de legaltech y con ello de innovación, desde donde es posible, en palabras de Brochner, “tener una aproximación menos defensiva para la generación de valor en lo legal”.
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