El incendio de dos iglesias, múltiples saqueos y protestas masivas son la antesala del plebiscito en Chile.
Por un periodo, apenas, el distanciamiento social emitido por el Gobierno logró disipar las protestas que iniciaron en octubre de 2019, cuando miles de chilenos se reunieron en la Plaza de la Dignidad y conmemoraron un año de las protestas sociales que exigían la redacción de una nueva Constitución, mejores servicios sociales y terminar con la desigualdad social.
La carta magna del país es una herencia de la dictadura militar de Augusto Pinochet. En aquel entonces, tras el golpe de estado de 1973, se suspendió la Constitución promulgada en 1925 y se creó una nueva desde cero. Posteriormente se sometió a votación -mediante un plebiscito nacional- y es la que ha estado vigente hasta el día de hoy.
La expresidenta de Chile, Michelle Bachelet, anunció en 2015 que iniciaría un proceso constituyente, pero presentó su proyecto de reforma ante el Congreso Nacional tan solo cinco días antes de concluir su mandato.
Otro motivo que refuerza el malestar social son las violaciones a los derechos humanos cometidas por los carabineros. A inicios de mes, se detuvo a un uniformado por presunto homicidio, tras supuestamente haber empujado desde un puente a un menor de 16 años, quien se encontraba en una protesta por el cambio a la Constitución, en un costado del río Mapocho. El menor sufrió múltiples fracturas en las manos y un traumatismo craneoencefálico.
La fecha para el plebiscito nacional, fijada el año pasado para el 26 de abril de 2020, fue postergada. De acuerdo con la compañía Activa Research, consultora de la asociación Pulso Ciudadano, aproximadamente ocho millones de votantes acudirán al plebiscito, de estos el 84,8 % votaría por aprobar una nueva constitución. En perspectiva, del total de la población, un 65,4 % votará por el cambio de constitución.
Otro punto que se discutirá en la consulta será qué tipo de órgano deberá redactar la constitución. Las opciones son dos: una convención constitucional o una convención mixta constitucional.
De ganar la opción de una convención constitucional, será elegida en su totalidad por la ciudadanía en la jornada electoral del próximo abril 2021. Estará compuesta por 155 miembros y será con el único fin de redactar el nuevo texto constitucional. Sus miembros no podrán ser en su mayoría hombres ni en su mayoría mujeres, se pondera la equidad de género. Se dará un cupo especial para que los ciudadanos pertenecientes a pueblos indígenas tengan participación.
Una convención mixta implica que la mitad de sus miembros sea elegida por el voto popular y la otra mitad se tome de miembros del parlamento, que también fueron elegidos mediante el mismo mecanismo. Estará formada por 172 miembros y la paridad de género solo se podrá aplicar a los 86 miembros que son elegidos por la ciudadanía.
Cualquier ciudadano de 18 años o más podrá ser elegido para formar parte de la comisión, pero no podrá postularse a ningún cargo público hasta un año después de que se haya finalizado la convención.
Independientemente del órgano que resulte electo, contarán con nueve meses para redactar el nuevo texto constitucional. Este plazo podrá prorrogarse por otros tres meses. A pesar de que no se tomará como base la constitución vigente, se requerirá de la aprobación de al menos ⅔ de los miembros para aprobar el proyecto. Cualquier artículo o medida que no cuente con esta aprobación será eliminado por completo.
Los principales puntos de inconformidad en la población chilena, de acuerdo con la encuesta Activa, son: pensiones de los jubilados, desigualdad económica, costo de la salud en Chile, sueldos de los trabajadores, endeudamiento de los chilenos y tarifa del transporte público, entre otros. Este último fue una de las razones que originó las protestas del año pasado, aunado a la ocupación militar en las calles y el toque de queda.
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