Inicia la tercera semana de la guerra entre Rusia y Ucrania con pocos avances diplomáticos, muertes de civiles y destrucción de viviendas, escuelas y hospitales. Este conflicto, que involucra de manera directa solo a dos países, tiene afectaciones económicas globales y el precio del petróleo es una de las más evidentes.
La decisión del presidente Joe Biden de prohibir la importación de petróleo ruso a la economía estadounidense no solo ha afectado la maquinaria de guerra de Moscú, sino que también ha ejercido presión sobre el precio del barril de petróleo. El barril Brent, principal precio del petróleo en el mundo, alcanzó un máximo de 117 dólares al inicio del conflicto. En noviembre, antes de las primeras amenazas rusas, el precio rondaba los 70 dólares.
La decisión ejerce presión sobre el valor al alza, ya que la oferta rusa, responsable de la segunda producción más grande del mundo, pierde a uno de sus principales clientes. Tras la decisión de Washington, los rusos indicaron que sin su producción el barril podría subir al nivel de los US$ 300 por barril, lo que haría inviables varios sectores de producción a nivel mundial.
La tendencia es de aumento a corto plazo, con reducción a mediano plazo.
“Lo que Petrobras pudo hacer para tratar de escapar de este aumento en Brasil fue que la empresa comprometiera parte de su capital y acumulara acciones para pasar este período”, dice Paulo Azevedo, profesor de Contabilidad y Finanzas Empresariales de Ibmec SP. Sin embargo, el profesor considera improbable tal maniobra.
Como la política de Petrobras está ligada al dólar, la estatal terminó presentando un aumento en los precios de los combustibles —el quinto consecutivo— horas antes de que el Senado votara una propuesta para estabilizar los precios de los combustibles.
Congreso avanza con paquete de medidas
Los senadores aprobaron dos propuestas que llevaban un par de semanas en la agenda de la Cámara: una de ellas propone la creación de una banda de precios dentro de la Ley del Petróleo, financiada principalmente con ganancias extraordinarias provenientes de dividendos de la propia Petrobras. Este, que es un Proyecto de Ley (PL), fue aprobado con 61 votos a favor y ocho en contra.
En opinión del senador Jean Paul Prates (PT/RN), la política actual de la empresa estatal es exactamente lo que sucedería si fuera privada. “Estamos viviendo la misma realidad que la Petrobras privatizada”, dijo, “en términos de voluntad administrativa y política. El problema es que hoy ya tenemos el precio de paridad de importación y, por lo tanto, el mercado brasileño está sujeto a todas y cada una de las fluctuaciones en tiempo real de los precios internacionales”.
La senadora Simone Tebet (MDB/MS) dijo que la propuesta de intervención de precios puede revisarse en el futuro, pero que, por el momento, la situación es de guerra. “El mercado entiende que no estamos en una situación de calamidad pública pero que estamos en una situación de guerra y la de Ucrania con Rusia afecta fuertemente la geopolítica de Brasil y la geoeconomía del mundo”.
Paulo Azevedo considera las propuestas del Legislativo como buenos esfuerzos. “Traerán pérdida de ingresos en el corto plazo, por el cobro”, pondera. “Si logra cambiar el precio sin que Petrobras cambie su política de precios y rompa su pacto con el inversionista, habrá una crisis de ingresos y una posible flexibilización de la política, pero mantiene la credibilidad de la empresa. Si la guerra no es larga, eso resuelve el problema del precio del barril”.
La otra propuesta aprobada por el Senado modifica las reglas del impuesto ICMS (Imposto sobre Circulação de Mercadorias e Serviços, similar al IVA) sobre las operaciones de combustible. El objetivo de los parlamentarios es crear una tasa impositiva única que permita a los estados unirse de inmediato y hasta fin de año, en una especie de transición “monofásica”.
Con eso, se espera racionalizar la recaudación impositiva y reducir la presión fiscal sobre el insumo —esencial para toda la cadena económica brasileña—. En este Proyecto de Ley Complementaria (PLP), el puntaje fue de 68 votos a favor, un voto en contra y una abstención.
Al final de la noche, la Cámara también aprobó al PLP, por amplia mayoría: 414 votos a favor, tres en contra y una abstención. Los diputados, sin embargo, rechazaron los cambios realizados por el Senado al texto: hubo 128 votos a favor de las enmiendas, 290 votos en contra y nuevamente una abstención. El texto ya está sobre la mesa de Jair Bolsonaro.
Recurso provisional
A juicio de Leonardo Martins, socio del área fiscal de Machado Meyer, la decisión del Congreso no aborda problemas estructurales del sector en el país.
“Y no se solucionan los problemas de una estructura ahogada, con un proyecto de ley inmediato, dirigido a la crisis de Ucrania”, analiza. “Un problema sistémico de la estructura, no solo fiscal, sino del precio del petróleo en Brasil, de ahogamiento, no está resuelto. Es literalmente un recurso provisional, una medicina para pasar el dolor”.
La crisis de Ucrania es solo uno de los factores que menciona Leonardo como parte de un problema de combustibles: el real está muy depreciado frente a otras monedas y, al mismo tiempo, el precio del barril sigue una tendencia alcista.
Leonardo considera que sí hay puntos positivos en la iniciativa: “Lo monofásico del ICMS es interesante, porque es una norma que simplifica el proceso de cumplimiento de la obligación tributaria y optimiza la recaudación, ya sea en la importación o en la refinería, además termina con la guerra fiscal, donde hay 26 legislaciones que intentan ser más atractivas que las demás”. dice.
Pero algunas medidas del subsidio aprobado en el texto del Congreso serían temerarias, según el experto:
“Cualquier reducción en la recaudación de impuestos debe tener una contrapartida muy clara y el gobierno no puede renunciar a los ingresos si no hace lo mismo con un gasto equivalente”, advierte Leonardo. “Si de la noche a la mañana baja esta recaudación, tenemos rota la Ley de Responsabilidad Fiscal, inmediatamente. Y además de generar conflictos y litigios, genera inflación, que es precisamente lo que el subsidio busca evitar”, refiere.
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