Wall Street enfrenta una batalla poco común. Los aficionados de los videojuegos se han coordinado para hacer subir el precio de las acciones de GameStop, un minorista de venta e intercambio de videojuegos de Estados Unidos que, según las predicciones del mercado, estaba al borde de la quiebra.
Entre los grandes fondos de inversión y brokers de Wall Street existe una práctica llamada shorting o short selling. Su nombre proviene de la renta o préstamo de acciones. Es decir, un trader renta de un broker un determinado número de acciones de una empresa que se encuentra en quiebra o, simplemente, con una tendencia a la baja en sus precios. Inmediatamente después vende las acciones al precio actual. La apuesta del broker es que una vez que el precio de la acción baje pueda recomprarla a un valor menor y devolverla a su dueño original, quedándose con la ganancia de la intermediación.
El shorting empleado por los brokers se vio afectado por las compras masivas de los aficionados de GameStop. Estos inversores minoristas apostaron en contra de las predicciones del mercado y causaron una inflación en el precio de dichas acciones. Con esto, obligaron a los traders, que habían apostado por la baja en los precios, a recomprar las acciones al momento, con el fin de limitar sus pérdidas. Esta liquidación forzada aumentó aún más el precio de las acciones del minorista de videojuegos.
Hace unas semanas las acciones de GameStop fueron elegidas por los llamados vendedores ‘en corto’ de Wall Street con la confianza de que obtendrían una ganancia por su venta. Sin embargo, el efecto ha sido el opuesto. Tan solo en la última semana el valor de sus acciones ha aumentado más del 100 % cada día. En febrero del año pasado una acción rondaba los 10 dólares. Para el pasado 28 de enero la misma acción se cotizaba en 193 dólares.
Al ver las ganancias obtenidas por los aficionados, otros actores se han sumado a revivir a empresas en situaciones similares. Mediante la compra masiva de acciones de compañías que están en procesos de quiebra o simplemente con valores bajos. En la lista figura AMC, la cadena de cines estadounidense severamente dañada por la pandemia, y Macy’s, la famosa tienda departamental.
El fenómeno iniciado por los aficionados de videojuegos ocurrió mediante la red social Reddit, una plataforma donde se realizan foros de discusión y se comparten noticias en Internet. Ahí nació el canal, o subreddit, de Wallstreetbets por el que inversores minoristas se aliaron para adquirir acciones y elevar sus costos. Al ir en contra de los pronósticos de Wall Street tenían la seguridad de obtener ganancias notables. De acuerdo con reportes preliminares, algunos fondos de inversión han perdido miles de millones de dólares.
Actualmente, Wallstreetbets cuenta con casi cinco millones de seguidores. El pasado miércoles por la noche los moderadores hicieron privado el foro durante unas horas para manejar la creciente popularidad. El propio Elon Musk, fundador de PayPal, publicó un tweet con el juego de palabras Gamestonk y el link al foro de Reddit. Su publicación hizo que las acciones de GameStop tuvieran un alza del 157 %.
Medidas sancionadoras
Robinhood e Interactive Brokers, ambas plataformas de corretaje y comercio electrónico, han prohibido que sus usuarios adquieran acciones de AMC, GameStop y Blackberry, entre otras. Es decir, limitan las acciones a los que cualquier usuario puede tener acceso, lo que ha causado inconformidad entre su comunidad. Ambas plataformas crecieron en popularidad porque permiten la compra y venta de acciones sin el pago de una tarifa.
La inconformidad ha escalado a tal nivel que la primera demanda colectiva ya se interpuso ante la Corte del Distrito Sur de Nueva York. Con esta, cientos de demandantes alegan que Robinhood “retiró, a propósito, voluntariamente y a sabiendas la acción a GME GameStop de su plataforma de negociación, en medio de una subida bursátil sin precedentes, privando así a los inversores minoristas de la posibilidad de invertir en la marca abierta y manipulando el mercado abierto”.
Por su parte, Jen Psaki, la vocera oficial de la Casa Blanca, asegura que el equipo económico de esta nueva administración, incluida la secretaria Yellen y otros, está siguiendo la situación. Agregó que esta circunstancia “es un buen recordatorio de que el mercado de valores no es la única medida de la salud de nuestra economía”.
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