"El trabajo colaborativo es el gran desafío del derecho moderno"

Alfredo Zucca es el socio director de ASBZ Advogados. Se especializa en litigios civiles y comerciales, arbitraje y recuperación judicial, áreas que deberían ganar aún más espacio en el mercado brasileño en los próximos años. Tiene 46 años y lidera un equipo de casi 150 profesionales, la mayoría de ellos jóvenes entre 28 y 38 años.

En una conversación con LexLatin, el abogado habló de la “liberación de talentos”, la fuerza de las relaciones y la búsqueda de la felicidad en el mundo empresarial.

Su especialidad es el litigio y la resolución de conflictos. ¿La pandemia hará que estas prácticas sean más comunes en Brasil?

El arbitraje en Brasil tendrá que encontrar su camino, todavía está muy restringido a casos específicos. Cuando surgió, a principios de la década de 2000, creímos que sería algo más efectivo, que se resolverían más procesos de esta manera, pero eso no sucedió.

La mediación también fue otra gran apuesta, hoy pasa poco, importamos algunos métodos de resolución de disputas que estaban muy bien desarrollados en el exterior, pero no hicimos la tropicalización necesaria para Brasil. Queremos que funcione aquí de la misma manera que lo hace afuera. Hay una dificultad y no se reflejó en la rutina de la gente. Brasil todavía sufre por no poder tener métodos eficientes para la resolución de conflictos. Esto hace que el Poder Judicial sea distante, esté sobrecargado y que las cosas no se muevan. En Brasil, el Poder Judicial es extremadamente barato y el arbitraje es extremadamente caro.

¿Cuál es la diferencia hoy de su estudio con otros en el mercado, especialmente los grandes?

La firma nació con un tamaño medio y hoy podemos decir que somos grandes, ágiles, menos burocráticos y con una visión emprendedora del derecho. Veo algunos discursos y frases que están empezando a ser más actuales para algunos bufetes, pero sabemos que en la práctica esto no es exactamente lo que pasa.

¿Qué discursos y cuáles frases?

Entender el negocio del cliente, estar cada vez más cerca de él, no basta con ser abogado, es necesario saber lo que está haciendo el cliente para entenderlo y poder ayudarlo. La firma nació así, creyendo en sectores de la economía y en los negocios mucho más que en el área del derecho. Prefiero tener profesionales especializados en aviación, retail, supermercados y energía, que tener abogados litigantes en general. No tengo forma de escapar de eso, pero dentro del área desarrollamos los sectores y desde ahí se entiende efectivamente el negocio del cliente. Hoy estamos en un nuevo momento que es entender cómo logramos hacer un trabajo multidisciplinario, bilateral, de naturaleza colaborativa, cómo ser colaborativo en el trabajo diario.

Entonces, ¿cuál sería su discurso?

El trabajo colaborativo es el gran desafío, ayudar a los demás a diario para que las cosas sucedan de la mejor manera posible en el menor tiempo posible y de manera efectiva. El cliente espera saber del abogado cómo puede hacer, con todos los riesgos, qué caminos seguir.

La persona que busca una firma quiere resolver un problema o desarrollar y administrar un negocio. Este tiene que ser el enfoque, tiene que ser el objetivo, cuál es la mejor manera de resolver su problema, la mejor manera de hacer realidad su negocio minimizando todos los riesgos involucrados.

En su opinión, ¿las grandes firmas necesitan modernizar su discurso?

Todos los discursos son modernos, la pregunta es cómo actúas. El abogado tiende a ser egoísta y tiene dificultades para trabajar en equipo. El trabajo colaborativo es el gran desafío del derecho moderno, colaborar con el otro desde el punto de vista organizativo.

En la oficina tenemos lo que llamamos gestión participativa. Todos los profesionales, desde los júnior hasta los socios, participan de alguna forma, con mayor o menor intensidad, en los temas relacionados con la gestión del bufete. Están involucrados en proyectos institucionales y tienen espacio y voz.

No es que todos puedan hacer lo que quieran, pero todo se puede discutir, hablar y orientar. El "te mando y obedeces" es un comportamiento que no tiene cabida en el estudio. Todos buscan la mejor solución y eso es construir juntos. Creemos mucho más en que todos aprendemos cuando estamos juntos y somos capaces de colaborar. Ya no hablamos de un plan de carrera en la firma, sino de horarios laborales, de trabajar en red.

El relacionamiento es un pilar de apoyo, ya sea en el público interno o externo. Monitoreamos esto y entendemos cómo ocurre el flujo de comunicación en la informalidad de la vida cotidiana. La conversación tiene lugar en la red y todos entienden lo que está sucediendo. Nadie se esconde ni habla por detrás, entonces se materializa como una forma de vivir el día a día. Y es extremadamente desafiante, creo que salimos de lo que es correcto o equivocado, verdadero o falso y entramos en un mundo mucho más complejo donde no existe tal dualidad.

Somos una oficina joven, yo soy el socio administrador y estoy entre los cinco mayores, tengo 46 años. Tenemos casi 150 abogados, la mayoría tiene entre 28 y 38 años, necesitamos entender a esta generación.

¿Cómo es tener una firma con gente más joven?

Fue más difícil cuando empezamos. Hoy es mucho más fácil. Nuestro entorno es muy conservador y eso fue una barrera. Hoy hablamos de la gestión, del liderazgo del mañana, donde lo importante no es necesariamente el resultado. Es una consecuencia. Si haces liderazgo y gestión basada en valores, entonces creo que es disruptivo.

Creo firmemente en las personas y en la fuerza del compromiso. Si me preguntas cuál es la mayor fortaleza nuestra firma te diré que es la forma en que nos relacionamos.

Cuando llegó la pandemia, con el aislamiento impuesto a todos, fue un shock en el primer momento. Pero dos días después estábamos mucho más preparados, la red responde muy rápido. Nos reunimos todos los miércoles de 10 am a 12 m en un encuentro virtual que llega a 200 personas para discutir temas que no tienen nada que ver con el derecho, pero sí con temas filosóficos, médicos, terapéuticos, casi como una sesión de terapia de grupo.

¿Qué cambia esto en la relación y en la rutina diaria del bufete?

Las relaciones son francas y genuinas si puedes hacer que las cosas sucedan de una manera muy natural. Creemos que la promoción es un medio y la felicidad un fin. Cuando hablas de felicidad, parece que estás tocando un tabú en el mundo empresarial, pero no tenemos ese miedo.

Para que eso suceda, necesitamos estar conectados, cerca unos de otros, ya sea en persona o virtualmente. Mucho más que un espacio de trabajo es un espacio de convivencia, no creemos en dos mundos, el profesional y el familiar, que viene mucho del concepto de revolución industrial. Esto ya no existe en nuestro mundo de hoy.

¿Cómo atraer y retener talento hoy?

Entendemos que nadie debe quedarse en ningún lado. Trabajamos para liberar talentos, desarrollarlos y liberarlos para que elijan quedarse o irse. Cuando se habla de mantener, retener, no necesariamente se está hablando de algo que sea legítimo en ambos lados. Te entrené, te desarrollé y te di todo, pero necesitas quedarte aquí ahora. Hemos aprendido con el tiempo que si el profesional está a tu lado es porque realmente quiere estar.

Si una persona entra a la firma pensando solo en ganar dinero, no se queda, porque no tenemos esta creencia. Estamos aquí para desarrollarnos como personas, como profesionales. Es obvio que el dinero es una variante de esto, pero tiene que ser una consecuencia, no puede ser el objetivo.

¿Cómo ve el modelo de firmas que no tienen sede física?

El mayor problema de no tener sede física es que las personas no están cerca. Para mí, la mayor carga de la pandemia es debilitar la relación, lo que trae pérdidas en la creación y la innovación. Incluso se puede ser más eficiente, pero crear algo nuevo es más complejo, porque se necesita un intercambio.

Respecto a la creación, la innovación, los pensamientos disruptivos y colaborativos, sigo creyendo que es necesario estar cerca de las personas y eso no va a cambiar por la pandemia. Lo que cambia es que en lugar de estar cinco veces a la semana, 15 horas al día, estaremos menos tiempo, pero eso no quiere decir que el tiempo que tengamos no tenga la calidad.

No reduciremos el tamaño de la firma, pero necesitamos rediseñar completamente el espacio, los metros cuadrados. Si se toma el diseño de las firmas de hoy es el mismo que el de 1900. Creo que es un momento más que oportuno para hacer un rediseño.

¿Qué aporta Alfredo Zucca al mercado legal brasileño?

Soy parte de la firma ASBZ que ha grabado en la puerta de la sala de juntas una frase que resume todo lo que hablamos: protagonista de un futuro diferente. La OAB (Orden de Abogados de Brasil) todavía trata el mercado legal como no mercantil, pero sabemos que esto es una hipocresía total. Lo que hacen los grandes bufetes hoy en día es ser especialistas en mercadeo. Podemos contribuir de alguna manera a que nuestro mercado cambie, veo que está comenzando a cambiar. Todo viene porque la mayoría de las empresas hablan mucho más de lo que lo hacen, pero en realidad vemos que las firmas actúan de manera diferente.