Este 29 de julio concluyó el tercer período extraordinario de sesiones de la Cámara de Diputados. Entre otras cosas, los legisladores mexicanos aprobaron la reforma a la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público, ampliando las opciones para la compra de bienes y servicios en materia de salud.
La reforma adiciona un párrafo a la ley que permitirá al Ejecutivo, como excepción a la norma, adquirir de manera directa medicinas en el extranjero. Para esto contará con la supervisión de organismos intergubernamentales como la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Hace dos semanas, el presidente de México anunció, en su conferencia mañanera, que se reuniría con Juan Ramón de la Fuente, representante de México en la ONU, para hacer compras consolidadas de medicamentos fuera del país y acabar “de una vez” con el problema de desabasto de medicinas. El Ejecutivo celebró la aprobación de esta ley en el Congreso y aseguró que el monopolio de empresas farmacéuticas con control de precios en México desaparecerá. También anunció la creación de una distribuidora de medicamentos a nivel nacional.
Antes de adquirir medicinas en el extranjero se deberá agotar la investigación de mercado que muestre que la licitación a nivel nacional no es la vía idónea. Esto facultará al Ejecutivo la adjudicación directa. La reforma llega en medio de la pandemia del coronavirus.
Entre los pendientes a reglamentar se deben establecer límites y rangos sobre qué tipo de medicamentos se comprarán, así como las cantidades. También se indica que la medida será una excepción para cuando el Consejo de Salubridad General emita la declaratoria de emergencia respectiva.
Por su parte, el sindicato patronal Coparmex expresó su malestar ante la aprobación de la norma. A través de su cuenta en Twitter mencionó que “la reforma autoriza las contrataciones en materia de salud a organismos internacionales, bajo un esquema opaco sin competidores que incentiva la corrupción".
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