La pieza angular de toda estrategia es el diseño. Todo esfuerzo de análisis previo, como esfuerzos de ensayo y error responden a su mandato. La clave de su funcionalidad es tomarlo como un 'componente líquido'. El diseño rodea al proceso de transformación que el sector legal requiere y lo cruza en esencia.
Astrid Kohlmeier, abogada alemana, cofundadora del Liquid Legal Institute e. V. Kohlmeier y experta en el tema, se presenta este martes 8 de noviembre como keynote speaker de la cuarta edición de Los Abogados del Futuro. La coautora de “The Legal Design Book” comparte en el evento su experiencia sobre cómo el diseño contribuye a la transformación del sector y sus organizaciones, convirtiéndolas en unidades de servicio centradas en el usuario.
El evento es organizado por la Facultad de Derecho de la Universidad del Pacífico, Performa Estrategia Comunicación Legal y Legal Hackers Lima y cuenta con la participación de LexLatin como media partner exclusivo.
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Sobre el tema, Astrid Kohlmeier comparte, en entrevista con LexLatin, los insights para entender cómo el diseño legal puede contribuir al proceso de transformación que afronta el sector. Es importante, apunta, darle atención de forma colectiva, multidisciplinaria y, por supuesto, centrarse en el cliente.
¿Qué es el diseño legal? ¿Cómo se relaciona con el propósito del Liquid Legal Institute, plataforma del que es co fundadora?
Astrid Kohlmeier: El diseño legal incorpora el concepto de diseño en el ámbito legal y combina 'lo mejor de los dos mundos'. El objetivo es crear soluciones legalmente “impermeables” a prueba de todo, de una manera fácil de usar.
Esto implica explorar las necesidades de los usuarios, resolver problemas de manera creativa y holística, y crear servicios, productos y contenidos que sean útiles, fáciles de entender e intuitivos.
La idea de Liquid Legal Institute es conectar a todas las partes interesadas relevantes de la industria legal para resolver colectivamente los problemas que enfrentan muchos participantes, especialmente en el contexto de la digitalización y los nuevos desarrollos en el campo legal.
El diseño legal no es el tema principal en el LLI, sino la idea inicial de abordar los problemas con una multitud de diversos actores del mercado en una comunidad neutral, no formal y atractiva. Esto que menciono es, sin duda, una influencia que aporté a la fundación del instituto. Hoy, el LLI está abordando muchos temas en diversos grupos y la colaboración interdisciplinaria es nuestro ADN.
¿Cómo pretende el Liquid Legal Institute cerrar la brecha entre el sector legal y las tendencias en digitalización, modelos de negocio e innovación tecnológica?
El LLI es un conector comunitario para todas las partes interesadas. El objetivo es llevar a nuestra industria a un estándar legal común que crea e interactúa en una plataforma legal de código abierto, donde todos pueden participar y contribuir.
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¿Cómo contribuye el diseño legal al desarrollo de servicios legales centrados en el cliente?
Legal Design ofrece las mejores herramientas para enfocarse en las necesidades del usuario en contextos legales y utiliza métodos de pensamiento de diseño. Estos son combinados con técnicas creativas de resolución de problemas.
Basado en resultados reales de investigación, el diseño legal admite un enfoque de creación rápida de prototipos a lo largo de todos los viajes legales del usuario para desarrollar soluciones que sean útiles, atractivas e intuitivas.
¿Cuáles son los retos que presentan las firmas, en esta materia, frente a los departamentos jurídicos?
Los desafíos de los departamentos legales son diferentes a los de las firmas de abogados. Mientras que los equipos legales tienen que tratar con una organización completa y tienen que desarrollar nuevas soluciones en materia de admisión, digitalización y desarrollo de servicios; los bufetes de abogados tienden a centrarse en organizar nuevas ofertas, digitales y analógicas, para sus clientes.
La racionalización del enfoque de diseño legal requiere una mentalidad innovadora básica, una organización y gestión de mente abierta y la voluntad de cuestionar y cambiar el status quo.
¿Qué tendencias ve para 2023 relacionadas con la transformación de los modelos comerciales y la innovación en la industria legal?
El Legaltech se está convirtiendo en una mercancía y las organizaciones legales tienen que tomar el camino para descubrir qué es realmente necesario y conveniente para el ecosistema individual. La demanda de flujos de trabajo simples y contenido legal accesible y transparente es solo el comienzo, los despachos legales internos y de abogados tienen que encontrar soluciones para tal demanda.
En ese sentido, actualmente empieza a volverse necesario contar con diseñadores legales, pero la educación adecuada aún es rara.
Lo que veo hacia el 2023 es una fuerte tendencia hacia el diseño de operaciones legales que será la base para reorganizar a las firmas y a los departamentos legales. De esto dependerá su transformación en entidades de servicio con experiencia en cómo y dónde implementar herramientas digitales, así como medir el éxito, algo que empieza por establecer los KPI correctos.
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