Los próximos meses serán un desafío para los gerentes financieros y los directores financieros o CFO. Como si el escenario bélico en Europa del Este y las consecuencias de la pandemia no fueran suficientes, tenemos un escenario de creciente presión inflacionaria en todo el planeta, impactado por el alza en los costos de producción dada la disminución en la oferta de insumos, petróleo y agroindustria.
Como resultado, todo se ha vuelto y se volverá más caro en los próximos meses: desde la cadena de suministro hasta el efectivo en el banco. Por eso, la misión de los ejecutivos de finanzas en los próximos meses es una sola: generar caja.
Las empresas viven para obtener ganancias, eso es obvio. Sin embargo, de nada sirve tener Utilidad Neta o EBITDA positivo si no existe una generación de caja capaz de hacer frente al escaso crédito para el mantenimiento de las operaciones del negocio.
La gestión del flujo de caja operativo debe prestar especial atención a aumentar los ingresos de los clientes existentes, reducir los costes con frecuencia, aumentar los plazos de pago y reducir los cobros, además de minimizar, en la medida de lo posible, las necesidades de financiación en el mercado financiero.
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También debe tratar de monitorear cómo su cliente ve su negocio y cuánto los mantiene dentro de la empresa. En este sentido, indicadores importantes pueden mostrar que los ingresos adicionales pueden estar dentro de la propia empresa. Estas no son tareas simples, sin duda. Sin embargo, hay un componente que siempre debe ser tomado en cuenta y acompañado por la persona que firma el cheque, la gestión fiscal.
En este contexto, no basta con monitorear la regularidad tributaria y la atención del compliance tributario. Existe la necesidad de analizar y dar seguimiento riguroso a las novedades relacionadas con esta gestión, ya que los detalles y el apetito de riesgo pueden ser determinantes para apoyar el mantenimiento de la caja de las empresas.
La legislación brasileña, a su vez, exige profundo conocimiento, estudio y apoyo de profesionales calificados para desenrollar los nodos tributarios. Vale la pena considerar el siguiente ejemplo: las idas y venidas de la Tabla TIPI, que llevan a los CFO a monitorear de cerca las reducciones de impuestos, debiendo ponerlas en el aire en un tiempo récord, cambiando de aquí para allá la incidencia del IPI, para impactar, directamente, en el precio de venta de los productos ofertados.
Además, la discusión de temas de suma relevancia tratados en el CARF, como es el caso de los intereses patrimoniales, las subvenciones a la inversión y la tributación del fondo de comercio. En el Poder Judicial, Difal, Transferencia del ICMS y las tesis que devienen de la Exclusión del ICMS de la Base de Cálculo, etc., nuevos entendimientos normativos de la Receita Federal en relación al PIS/Cofins, además de las interminables discusiones en torno a la Reforma Tributaria.
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En este contexto, teniendo en cuenta el escenario de 12 meses, se debe considerar:
- Repensar las proyecciones futuras de la empresa (revisar su presupuesto corporativo);
- Supervisar el endeudamiento;
- Negociar términos con los acreedores, evitando una crisis de liquidez;
- Buscar mejorar la relación con sus clientes;
- Monitorear inversiones CAPEX;
- Buscar una mayor eficiencia operativa, reduciendo los desperdicios;
- Buscar una gestión tributaria moderna y actualizada, midiendo los riesgos y beneficios tributarios de su operación;
- Medir y monitorear las tasas de éxito y satisfacción de sus clientes; y
- Establecer el valor de vida del cliente dentro de las empresas, es decir, el valor del tiempo de vida.
Es importante reforzar que las acciones tributarias, sean administrativas y/o judiciales, apoyen a las empresas de manera estratégica, con el objetivo de generar recursos y mejorar la liquidez de las empresas en el corto y mediano plazo.
De esta forma, seguir los principios del CPC 25, calificar el mejor momento para la provisión y el impacto en los estados financieros y acompañar muy de cerca las discusiones son factores fundamentales para que los ejecutivos de finanzas realicen la gestión tributaria y la gobernanza del área financiera. Y por supuesto, salvaguardar la caja, dejándola menos afectada.
* Edson Alves es jefe de estrategia, planificación y operaciones de FNCA Advogados.
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