
En México, el fenómeno migratorio es un tema complejo y en constante evolución. Sin embargo, cuando se analiza desde una perspectiva de género, emergen dinámicas específicas que afectan de manera desproporcionada a las mujeres migrantes, quienes enfrentan desafíos únicos en cada etapa de su recorrido.
En las últimas décadas, ha aumentado significativamente el número de mujeres que migran a través de México ya sea para buscar mejores oportunidades económicas, escapar de la violencia de género o reunirse con sus familias. Sin embargo, sus experiencias son marcadamente diferentes a las de los hombres migrantes, ya que enfrentan riesgos adicionales debido al género, como violencia sexual, explotación laboral y discriminación. A pesar de esto, su voz suele ser invisibilizada en las narrativas migratorias y en las políticas públicas; de ahí la importancia de analizar la migración con perspectiva de género.
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¿Qué factores que impulsan el desplazamiento forzado de las mujeres?
La respuesta a esta pregunta podría ser, en muchos casos, violencia de género y discriminación. Recordemos que muchas mujeres migran huyendo de contextos de violencia doméstica, abuso sexual y discriminación de género en sus países de origen. La violencia contra las mujeres es un problema endémico en muchos países de América Latina, lo que impulsa su desplazamiento forzado en busca de protección y mejores oportunidades.
También, se trata de desigualdades económicas y laborales. Sobre este punto, la brecha salarial y la falta de oportunidades laborales equitativas son factores clave que empujan a las mujeres a migrar. Al llegar a México, muchas encuentran trabajo en el sector informal, enfrentando condiciones laborales precarias, bajos salarios y, en muchos casos, acoso laboral.
Otra razón es la reunificación familiar, un factor clave en la migración femenina, muchas mujeres migran buscando reunirse con sus hijos, parejas o familia.
Los migrantes enfrentan una serie de desafíos y vulnerabilidades durante su trayecto migratorio, sin embargo, estos desafíos se agravan por factores como el género, el estatus migratorio y la situación socioeconómica, lo que coloca a las mujeres en una posición de extrema vulnerabilidad.
El tránsito por México representa una serie de riesgos específicos para las mujeres migrantes, entre ellas:
- Violencia sexual y de género. Son consideradas "objetos vulnerables", lo que aumenta el riesgo de explotación. Se estima que 6 de cada 10 mujeres migrantes sufren algún tipo de violencia sexual durante su tránsito por México. Esta cifra es alarmante y refleja la ausencia de mecanismos efectivos de protección.
- Trata de personas. Especialmente aquellas que viajan solas, son especialmente susceptibles a caer en redes de trata de personas. Muchas veces son engañadas con promesas de trabajo o mejores oportunidades, solo para ser explotadas sexual o laboralmente. La falta de políticas migratorias humanitarias y la criminalización de la migración irregular agravan este problema.
- Acceso limitado a servicios de salud y justicia. Enfrentan grandes barreras para acceder a atención médica, servicios de salud sexual y reproductiva, y apoyo psicológico, así como al acceso a la justicia en casos de violencia o abuso.
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Como sociedad, podemos desempeñar un papel fundamental en la promoción de los derechos humanos y la dignidad de las mujeres migrantes. Algunas formas de apoyar son:
- Sensibilización: Es fundamental generar conciencia sobre las realidades que enfrentan las mujeres migrantes y desafiar los estereotipos y prejuicios que perpetúan su vulnerabilidad.
- Acompañamiento psicosocial y cultural: Ofrecer acompañamiento emocional y psicosocial a mujeres migrantes, así como promover su integración cultural para facilitar su adaptación al nuevo entorno.
- Apoyo a mujeres migrantes en el ámbito laboral: Fomentar prácticas inclusivas que ofrezcan empleo digno a mujeres migrantes; promover políticas laborales equitativas que favorezcan la integración y el desarrollo de habilidades para mujeres migrantes asegurando un entorno de trabajo seguro y libre de discriminación.
- Promover su inclusión en la comunidad: Apoyar la integración de mujeres migrantes en nuestras comunidades mediante la creación de redes de apoyo y espacios inclusivos.
Las mujeres migrantes son, sin lugar a duda, un grupo altamente vulnerable dentro del fenómeno migratorio global. Enfrentan desafíos que van más allá de la travesía física hacia un nuevo país. Sin embargo, también demuestran una increíble resistencia, fortaleza y capacidad para reconstruir sus vidas a pesar de las adversidades.
Desde nuestra esfera personal y profesional, podemos hacer mucho para mejorar la situación de las mujeres migrantes. Ya sea a través de iniciativas de voluntariado, apoyo emocional, promoción de políticas públicas o creando espacios seguros para su integración, todas las acciones suman en el fortalecimiento de una red de apoyo integral que se necesita con urgencia. El camino hacia una sociedad más justa e inclusiva es largo, pero cada paso que demos cuenta. A través de nuestras acciones, estamos sembrando las bases para una sociedad donde todas las mujeres, sin importar su origen o estatus migratorio, tengan las mismas oportunidades de vivir una vida plena y libre de violencia.
Al final, la pregunta no es si podemos cambiar su situación, sino ¿cuántas vidas podemos transformar si decidimos caminar juntas hacia ese futuro más incluyente?
*Luz Adriana González Gascón es Embajadora del Capítulo Jalisco Abogadas MX y Asociada en Ramos, Ripoll & Schuster Abogados
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