La inversión en nuevas tecnologías es una tendencia a seguir en todos los segmentos del mercado. Es obligatoria para las organizaciones que quieren seguir siendo competitivas, algo que quedó reflejado en un estudio realizado por International Data Corporation (IDC), que señala que la inversión en soluciones tecnológicas debería aumentar un 11 % para 2027.
En este sentido, líderes y socios de firmas de servicios legales deben tener en cuenta que, al iniciar el proceso de implementación de nuevas soluciones, en un espacio corporativo, es importante prestar atención a todos los detalles del entorno de TI, para que estas innovaciones puedan ejercer su función, su máximo potencial. Es en este momento cuando el assessment se convierte en un importante aliado.
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En una analogía cotidiana, este proceso funciona básicamente como un chequeo de salud. En el entorno de TI, de la misma forma que se realiza un diagnóstico al paciente, se practican exámenes, es decir, el assessment realiza un análisis de todo el entorno tecnológico de una organización, definiendo los puntos fuertes y débiles, qué aspectos necesitan mejorar y aportando información relevante para que las decisiones que se tomen sean más asertivos.
El diagnóstico en el entorno de TI de una empresa puede dar lugar a que se realicen modernizaciones en diversas aplicaciones: más seguridad, basadas en datos y resultados efectivos, además de garantizar una reducción de costos para el negocio. Un ejemplo relevante de los ahorros que posibilita este análisis es la gestión más eficiente del software, especialmente en lo que se refiere a licencias de aplicaciones y renegociaciones de contratos de estos programas, que pueden generar ahorros anuales de hasta un 30 %, según Gartner.
A diferencia de un chequeo médico, que se suele hacer cuando algo no va bien con tu salud, el assessment se puede realizar en cualquier momento, desde una valoración hasta el diseño de mejoras en lo que ya está relativamente en orden, o para optimizar algunos sectores con bajo rendimiento, e incluso el diagnóstico del escenario TI de la empresa al momento de implementar una nueva solución.
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En este tema, es fundamental contar con un socio con experiencia en este proceso, ya que, luego de realizar el “chequeo”, la empresa colaboradora y su cliente deben permanecer cerca y en constante monitoreo, de modo que temas como la seguridad y la vulnerabilidad se resuelvan de cerca. Además, los diagnósticos e informes generados a partir de la evaluación están orientados a optimizar la experiencia del cliente final, sea cual sea.
De esta forma, analizar el entorno TI, su tamaño y sus necesidades para implementar soluciones puede ser una gran ventaja competitiva para las empresas. Implantar nuevas soluciones tecnológicas y no invertir en assessment es como “trabajar a oscuras” y puede acarrear consecuencias negativas para las empresas, como problemas de migración, dimensionamiento incorrecto de los recursos, cargas de trabajo que no funcionan correctamente en la nube y recursos mal gestionados, incurriendo en gastos no necesarios. Por ello, minimizar estos posibles riesgos se ha convertido en un factor determinante para las organizaciones que necesitan mantenerse fuertes, seguras y ágiles en un mercado cada vez más exigente.
*Gabriela Camano es directora de gestión del ciclo de vida del software y Felipe Nunes es líder de servicios tecnológicos.
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