Trabajo doméstico y esclavitud: un podcast en Brasil exhibió la debilidad del sistema

La mujer de la casa abandonada es Margarida Bonetti, esposa de René Bonetti, quien hoy está condenado a 6 años y medio de prisión y a indemnizarla con 100.000 dólares. / Canva.
La mujer de la casa abandonada es Margarida Bonetti, esposa de René Bonetti, quien hoy está condenado a 6 años y medio de prisión y a indemnizarla con 100.000 dólares. / Canva.
Un podcast en Brasil "A mulher da casa abandonada", ha revivido el debate de la esclavitud moderna.
Fecha de publicación: 11/08/2022

Una historia de explotación laboral para una trabajadora doméstica reintrodujo en Brasil las discusiones sobre la permisibilidad, con leyes laxas, las prácticas de esclavitud del siglo XVIII. El caso se ha retratado en el podcast “A mulher da casa abandonada”, del periodista Chico Felitti, del diario Folha de S. Paulo, quien investigó la historia de una mujer brasileña considerada prófuga por la Agencia Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI), luego someter a una trabajadora doméstica a condiciones de trabajo degradantes. 

Sin embargo, lejos de ser un caso extraordinario, la historia de la "mujer de la casa abandonada" retrata un crimen perverso pero aún rutinario en Brasil. Para prueba, en 2021, auditores del Estado han rescatado a 1.937 personas de condiciones laborales análogas a la esclavitud en territorio brasileño, según datos del Ministerio del Trabajo y Previsión Social. De estos casos, 31 víctimas eran trabajadoras del hogar.

El trabajo doméstico ya ha sido considerado, de forma prejuiciosa y patriarcal, una “función natural” de la mujer. Incluso después de la prohibición oficial de la esclavitud en Brasil en 1888, las mujeres negras libres continuaron haciendo las tareas del hogar en condiciones muy similares al período anterior a la abolición.


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Protección contra la explotación laboral en el trabajo doméstico

Los derechos laborales de las trabajadoras del hogar fueron conquistados recientemente. Recién en febrero de 2018, Brasil ratificó el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que equipara los derechos de las trabajadoras del hogar con los de los demás trabajadores.

Aun así, la legislación sólo reconoce la relación laboral del trabajador doméstico que trabaja más de dos días a la semana. Al respecto, Antonio Rodrigues de Freitas Junior, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de São Paulo, detalla el reconocimiento del vínculo laboral, tal y como quedó establecido en la norma, es un absurdo porque esto no aplica para ningún otro trabajador.

"En el Tribunal Superior del Trabajo, los ministros tienen una evidente miopía de clase, viendo en el trabajo doméstico una especificidad que no existe para ningún otro trabajador”, critica Rodrigues de Freitas Junior.

Solo el 42 % de las trabajadoras del hogar cotizan a la seguridad social y solo el 32 % tiene contrato formal en Brasil, según datos del IBGE. Además, el trabajo doméstico es una de las ocupaciones peor pagadas del mundo y de las condiciones laborales más precarias. Para tipificar el delito de trabajo análogo al de esclavitud, el Código Penal, en su artículo 149, le asigna cuatro modalidades: Trabajo forzado, faena agotadora, condiciones degradantes y restricción de la locomoción.

La pena es de prisión de dos a ocho años. También se añade la mitad de la pena si el delito se comete contra un niño o por prejuicio racial o religioso.


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Un problema no erradicado

LexLatin habló con una mujer venezolana que migró a Brasil por las condiciones sociopolíticas de Venezuela. Prefiere no ser identificada. La mujer fue víctima de trabajo doméstico análogo a la esclavitud cuando llegó como inmigrante a Manaus, en 2020. Dice que pasó 4 meses cuidando a un niño en una residencia sin recibir salario debido, teniendo muchas restricciones y sufriendo infracciones.

“Ella, la patrona, me dijo: no puedes abrir la heladera, no puedes usar la lavadora, no vas a comer carne, no vas a comer margarina, vas a comer pan natural de molde. Empezó a quitarme la comida y empecé a adelgazar mucho. No quería que hablara por celular, no quería que saliera de casa. Ella no quería que hablara con nadie. Quería mantenerme encerrada”, dice la venezolana.

La patrona se inventó que no podía retirar el dinero para pagar a esta empleada del hogar, alegando que los cajeros automáticos no estaban funcionando por la pandemia. Cuando la trabajadora amenazó con irse, ella se ofendió. Entonces, su empleadora le espetó: “¿Crees que tendrás éxito aquí en Brasil? Ni siquiera sabes hablar portugués. Eres una maldita venezolana que no sabe nada".

Esta trabajadora dijo que se sustentaba con transferencias de la ayuda de emergencia que recibía en Brasil, a causa de la pandemia del Covid-19, y así lograba ahorrar dinero para escapar. Pero ella no quería denunciar al empleador.

"Estaba sola. Yo soy venezolana, ella es brasileña. Yo tenía miedo. Pensé que podría demandarme, arrestarme, decir que robé algo. Tenía miedo. No quería denunciarla”.

Deuda con la migración

Freitas Junior, de la USP, explica que es común que los inmigrantes no denuncien a los empleadores criminales por temor a represalias.

Además, las víctimas a menudo temen que no serán aceptadas. En algunos casos, paradójicamente, la víctima termina ayudando a ocultar tales delitos, por temor a represalias.

“Esta etapa de excesiva vulnerabilidad asociada al miedo y la falta de confianza en las autoridades es lo que acaba siendo un obstáculo para desalentar la denuncia por parte de la víctima”, dice Antonio Rodrigues de Freitas Junior.

Para la docente, aún faltan políticas públicas dirigidas a las trabajadoras del hogar. “Las políticas que tenemos hasta ahora están básicamente orientadas al inmigrante que ha sido objeto de trata de personas y al trabajador rural”.

La mujer de la casa abandonada es Margarida Bonetti, esposa de René Bonetti, quien hoy está condenado a 6 años y medio de prisión y a indemnizarla con 100.000 dólares, por el trato inhumano que le dieron a la mujer negra que hacía los cuidados de su casa en Estados Unidos.


Este artículo fue publicado originalmente en LexLatin Brasil: Como trabalhadores domésticos ainda acabam submetidos à escravidão no Brasil

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