Rocío Córdova es abogada especializada en derecho corporativo y societario, con foco en la legislación del petróleo en Ecuador. Es socia del despacho Paz Horowitz Abogados y estudió derecho como una herramienta para romper barreras contra la desigualdad.
Si tuviera que elegir un proceso como el más importante de su carrera, ¿cuál sería?
Es de gran importancia el proceso judicial de la constructora canadiense AECON contra del Servicio de Rentas Internas (SRI) del Ecuador, por el pago del impuesto a la renta durante la construcción del nuevo aeropuerto de Quito. Se desconocieron exoneraciones tributarias contempladas en la normatividad vigente. Para lograr una sentencia favorable fue necesario revisar acuerdos para la protección recíproca de inversiones para el sector de la construcción y las normas sobre zonas francas. La importancia de que nuestro país proporcione seguridad jurídica para los inversionistas radica en que es una fuente importante para el desarrollo económico.
¿Es común ver mujeres inmersas en sus áreas de especialidad?
La presencia de mujeres en las distintas áreas del derecho es necesaria, pues su aporte en conocimientos, experiencia, habilidades y destrezas influye en el crecimiento económico de los países, además de que la diversidad es una ventaja competitiva y de acuerdo con varios estudios se ha demostrado que los grupos diversos toman mejores decisiones y aportan al progreso. Pero aún existe un largo camino por recorrer y obstáculos por vencer a fin de erradicar la discriminación y desigualdad de las mujeres frente a los hombres.
La industria petrolera ha sido tradicionalmente asociada a los hombres, debido a su dinámica, pues implica trabajo de campo en zonas alejadas y difíciles, lo que podría afectar a la familia, considerando que en nuestra sociedad las mujeres aún son quienes tienen mayores obligaciones frente a sus hijos y el hogar. Por lo tanto, es muy evidente la brecha laboral existente entre hombres y mujeres en este sector. Sin embargo, en ciertos países como Australia se ha buscado incrementar la participación de la mujer en la industria del petróleo, por eso se creó la organización “Woman in Oil and Gas”, una iniciativa interesante considerando que las mujeres tenemos las mismas capacidades que los hombres. Lamentablemente en los países latinoamericanos y musulmanes la inmersión de mujeres en este campo requiere de mayores esfuerzos debido a su cultura machista.
¿Todavía existe el sexismo entre colegas?
Sí, aún es palpable el sexismo entre abogados y se hace más evidente en ciertos sectores como el petrolero, minero, el derecho deportivo, entre otros. Estas conductas pueden erradicarse mediante la creación de políticas en cada empresa, la educación, la difusión y, principalmente, demostrando nuestra capacidad.
En su carrera de abogada, ¿cuál ha sido la etapa más complicada por ser mujer?
Mi vida profesional, pues a pesar de los avances en materia de género aún existen paradigmas que se superponen mediante los roles socialmente establecidos para “el hombre” y “la mujer”. Todavía se cree que las mujeres deben quedarse en el hogar cuidando a sus hijos. Además, la sociedad contempla ciertos prejuicios excluyentes como creer que la mujer tiene menos capacidad tecnológica, menos carácter, debilidad, menor control emocional o hasta que son más complicadas para relacionarse.
A todo ello se suma el acoso por parte de ciertos funcionarios, colegas e incluso clientes. Es muy frecuente en la vida profesional.
¿Sus compromisos han influenciado a su firma?, ¿En qué sentido?, ¿Cuáles son estos cambios que ha logrado?
Considero que el bufete ha tenido un cambio importante, somos la primera firma de abogados que se adhirió a los Principios de Empoderamiento de las Mujeres (WEPs), una iniciativa mundial liderada por la Organización de las Naciones Unidas y el Pacto Global del Ecuador que busca implementar la igualdad de género en las empresas.
También se creó el comité de género con el objetivo de desarrollar proyectos para la igualdad de género: formación y desarrollo profesional tanto a nivel interno y externo, ayudar a mujeres con dificultades económicas, realización de charlas y capacitaciones, creación de políticas para erradicar el acoso, aplicar la flexibilidad laboral, impulsar a los proveedores para que apliquen políticas de género, licencia de paternidad, creación de programas de estudios y crecimiento profesional, implementación del programa de mentoring como herramienta para desarrollar los conocimientos, capacidades y habilidades profesionales de nuestros empleados.
¿Qué significa ser parte de la Asociación de Mujeres Abogadas del Ecuador?, ¿en qué contexto se unió a ella?
La Asociación de Mujeres Abogadas del Ecuador es una entidad sin fines de lucro que busca impulsar el desarrollo profesional de las abogadas y brindar asesoría jurídica a los sectores más vulnerables. Además, tiene el ánimo de fomentar una mayor presencia de abogadas tanto en el sector público como privado y construir una red de apoyo conformada por mentoras que se conviertan en inspiración de otras mujeres para ejercer la profesión y transmitir conocimientos que permitan empoderar a la mujer en los diferentes ámbitos de la sociedad.
¿Qué iniciativa de equidad de género le parece importante destacar sobre el ámbito laboral?
El trabajo que realiza el Vance Center for International Justice, si bien no es una firma de abogados, es un centro de responsabilidad profesional dentro de un colegio. Este busca comprometer a estudiantes y profesionales del derecho, así como a distintas firmas a nivel internacional para que participen y promuevan el acceso igualitario y equitativo a la justicia.
Esta entidad creó el programa Women in the Profession Program (WIP), a fin de promover la participación y empoderamiento de las mujeres en la profesión legal. Este plan es aplicado en Ecuador y en más de 18 países.
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