"No hay tema que no se deba afrontar: si es sensible, es un motivo más para evaluarnos y posicionarnos"

Carlos Harten es socio gerente de una de las principales firmas de la región noreste de Brasil: Queiroz Cavalcanti Advocacia. El bufete tiene oficinas en cinco ciudades de la región: Recife, Salvador, Fortaleza, João Pessoa y São Luís, además de Manaus, en la región norte.

Se especializa en litigios, preside la Comisión Nacional de Derecho de Seguros del Colegio de Abogados de Brasil (OAB) y también es autor de varios libros y artículos en el área.

En conversación con LexLatin, el abogado habló sobre los cambios en la industria legal en las regiones norte y noreste, las innovaciones tecnológicas que trajeron más agilidad al sector, los desafíos del litigio durante y después de la pandemia y sobre el entorno brasileño en el área de seguros y reaseguros en este momento de imprevisibilidad.

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¿Qué desafíos trajo la pandemia a la firma?

Nuestra opción al principio era cuidar a las personas, brindarles total comodidad y protección de la salud para que todos pudieran ir rápidamente a casa y estar con su familia.

Nunca habíamos probado nuestro marco tecnológico para el trabajo remoto y lo hicimos con casi 700 personas en poco más de dos días. Durante este período invertimos enormemente en comunicación. Tenemos un modelo de gestión altamente descentralizado, con muchos líderes con voz y libertad para tomar decisiones y una alineación cultural de principios y valores comunes.

Esto facilita que el centro de decisiones esté muy cerca del límite, no centrado en un director ejecutivo o un comité directivo. Son pocos los líderes que tienen este cargo y que facilitan el diálogo en la toma de decisiones.

También estábamos muy preocupados por el flujo de efectivo. Empezamos a enfrentar la pandemia con una caja ya muy robusta -esta estabilidad en las operaciones es parte de nuestra gestión financiera- lo que nos dio mucha comodidad para afrontar este período.

¿Cómo fue administrar seis sedes en ese momento?

El primer desafío fue regionalizar la toma de decisiones, tanto para los actos normativos de las respectivas ciudades como para los gobiernos de los estados. Con base en esto, decidimos cuándo cerrar, abrir y reanudar según la ciudad.

Un segundo desafío fue el de la estructura tecnológica. Tenemos una penetración de Internet aquí en el norte y noreste muy por debajo de otras regiones. Bromeamos diciendo que donde hay una farola y un punto de Internet, puede haber una demanda.

Esto es algo a lo que nos hemos enfrentado durante mucho tiempo y solo tuvimos un aumento de dificultades debido a la mayor necesidad de actuación digital.

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Hablando un poco sobre su área, litigios, ¿habrá más disputas durante y después de la pandemia?

Quizás este fue el sector más afectado por la pandemia y habrá un cambio profundo. La cantidad de juicios pendientes en todos los ámbitos laborales civiles y tributarios en este período, respecto al mismo lapso de 2019, cayó 50 % en parte por la actuación de los tribunales y en parte por las dificultades de los demandantes para hacer propuestas de demandas.

Además de esta disminución, se empezaron a utilizar más herramientas que ya se habían usado como medios de resolución extrajudicial de conflictos, como la mediación y conciliación online o las soluciones extrajudiciales. Veo la posibilidad de mantener, en términos generales, un margen de reducción de conflictos en el Poder Judicial.

Había mucha expectativa de que hubiera una altísima litigiosidad que buscara revisiones contractuales, pero esto no sucedió por varias razones. Para empezar, está la promulgación de la Ley de Emergencia y Régimen Jurídico Transitorio de Relaciones Jurídicas de Derecho Privado que aclaró algunos puntos de controversia sobre cómo el Poder Judicial se condujo para prevenir abusos.

Hablamos ahora de un proceso 100 % digital para el futuro, independientemente de la imposibilidad física de acceder al tribunal. Veo esto como un avance increíble, rompe barreras geográficas, posibilita que un abogado de Pernambuco ingrese a São Paulo y viceversa. Es una excelente manera de reducir costos y barreras y burocracias notariales y realizar viajes.

Veo como una oportunidad y como un desafío la necesidad de adaptar todo el mercado de litigios, una oportunidad nunca antes vista. Y creo que es un camino sin retorno.

¿El home office entró en la cultura del mundo legal?

No digo que entró en la cultura, pero varias personas tuvieron la oportunidad de interactuar con estos medios de solución extrajudicial y vieron la eficacia. Todavía tenemos una baja tasa de problemas resueltos de esta manera, pero hay un aumento exponencial en comparación con el período prepandémico.

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Usted preside la Comisión Nacional de Derecho de Seguros. ¿Qué cambió en este sector en 2020?

El sector de los seguros, desde un punto de vista económico, es extremadamente resistente. En los últimos años había estado en una senda de crecimiento que estaba bastante separada de otros índices. El año pasado, cuando tuvimos un crecimiento económico de alrededor del 1 %, el sector creció más de 12 %. 

En 2020 cerramos el primer semestre con una caída en torno a 4 %, pero ya con una fuerte recuperación en el segundo semestre. Y hay una expectativa de cerrar 2020 o con una repetición de 2019 o, incluso, con un ligero crecimiento, muy impulsado por el sector salud y también por el sector de seguros de vida y daños.

Pero algunas líneas están vinculadas al sector económico. Cuando vemos una caída en las ventas de automóviles, los seguros de automóviles se venderán menos. En el sector inmobiliario es igual.

Algunos indicadores preocuparon al sector, principalmente por lo que venía sucediendo fuera de Brasil, con el aumento de siniestros en las líneas de vida e interrupción de negocios, una interrupción de negocios o lucro cesante. Este seguro establece o no la obligación de los aseguradores de indemnizar determinadas interrupciones de actividad causadas por estos actos estatales que fueron emitidos por determinación de aislamiento o encierro.

Aquí en Brasil creo que el impacto no será tan relevante porque la gran mayoría de políticas establecen que para tener este tipo de garantía sería necesario vincularlo a un detonante asociado a la existencia de daño físico. Un ejemplo es si hay un incendio o deslizamiento de tierra que puede generar el pago de la póliza, pero no existe una disposición explícita como regla de indemnización resultante de una mera parálisis por determinación de autoridad, es decir, sin daño físico.

En seguros de vida, la gran mayoría o la totalidad de las aseguradoras que operan en Brasil han anunciado públicamente que, aunque existan disposiciones en sus pólizas de exclusión para casos derivados de una pandemia o virus, no se opondrán a esta excepción, es decir, liquidarán. Si hay muerte por la pandemia y el virus, harán el pago.

También tenemos un aumento en el número de casos de reclamaciones por seguros de arrendamiento, en caso de incumplimiento por parte del inquilino. Entonces, en esta área, seguramente habrá un aumento de siniestros, con el pago de pólizas por parte de las compañías de seguros.

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Hubo un ataque por parte de un hacker al Supremo Tribunal de Justicia (STJ), un problema al que se enfrentan los principales tribunales brasileños. ¿En qué medida este episodio vincula la alerta con los bufetes de abogados?

Creo que enciende la luz amarilla, todo el mundo está muy atento. El caso del STJ es sumamente emblemático. Es el segundo tribunal más importante del país y el tribunal de mayor volumen después del Tribunal de Justicia de São Paulo. Entonces el entorno legal sintió los efectos inmediatos porque todos necesitan monitorear los procesos, hacer consultas. Llevan semanas allí con dificultades operativas y todos sintieron los efectos de ese impacto.

No fue solo el STJ, sucedió con otros tribunales en menores proporciones. También se han atacado varias oficinas. Muchos ya estaban en el proceso de sofisticar su seguridad debido a la Ley General de Protección de Datos (LGPD), por lo que ya estaba en el proceso de evolución y me parece que tal vez acelerará estos procesos de revisión e implementación de la seguridad.

¿En qué medida el entorno político actual ayuda o dificulta los negocios en el país?

Está completamente interconectado porque la política dicta la agenda económica, que puede funcionar como un entorno para estimular y desalentar la inversión. Todos esperamos un Estado sin burocracia que facilite la inversión e impulse el negocio. Cuanta más seguridad, mayor estabilidad y previsibilidad de las operaciones comerciales, mayor es el incentivo para que los inversores asuman riesgos y esta inversión es siempre la principal fuerza impulsora de la economía.

¿En qué estado se encuentra la discusión de la diversidad en la región?

Yo diría que todavía no tiene la penetración que debería tener en el noreste. La firma, en su concepción, es absolutamente diversa en todos los aspectos. Y eso era totalmente natural desde el punto de vista, por ejemplo, del empoderamiento femenino. Hoy, la mayoría de nuestros socios directores son mujeres.

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Siempre ha sido algo tan natural y no le dimos mucha importancia. Tenemos una posición de liderazgo en la región, reconocida por el mercado, por varios emprendedores. Esta posición conlleva obligaciones. Cuando nos dimos cuenta de esto, decidimos dar a conocer nuestro programa de diversidad para que sirva como un eventual ejemplo para otros, a fin de mostrar que hay un norte. También diría que no es una bandera muy extendida en la región y decidimos izarla no solo para ser un ejemplo para otros, sino para mejorar nuestro programa de diversidad.

Vimos que había situaciones en las que podíamos hacer más y mejor, por ejemplo, en el apartado de orientación e indicación. Somos un equipo muy joven, para muchos este es su primer empleo. Nos gusta emprender la formación inicial del equipo y participar de su crecimiento técnico, desarrollar personas es parte de nuestro ADN.

También decidimos establecer una política de diversidad para todos nuestros steakholders (grupos de interés) y lanzamos en medio de la pandemia, ahora en junio - julio, el QCA+, que es el programa de diversidad del bufete. Estoy muy orgulloso del trabajo que hizo nuestro equipo, algo que nos permitió dar un salto cualitativo.

¿Se discute el tema racial y LGBTI+ o es más complicado en la región?

No hay tema que no se deba afrontar: si es sensible, es un motivo más para evaluarnos y posicionarnos, para orientar. Nuestro programa aborda temas de orientación sexual, raza e identidad de género. En el lanzamiento del programa invitamos a representantes de la región para poder debatir con nosotros y ayudarnos a plantear todos los temas delicados y dar un salto adelante.

¿Qué aporta Carlos Harten, socio de Queiroz Cavalcanti, al mercado brasileño?

El mejor aporte es formar o ayudar a formar equipos diferenciados, personas con capacidad multidisciplinar que, en general, son mejores que yo, con habilidades que no tengo. Mi mayor contribución debería ser formar buenos equipos y buenas personas con alineación cultural y habilidades múltiples.

Si te interesa conocer qué sucede en el mercado legal brasileño, te invitamos a visitar nuestro sitio Lex Latin Brasil en portugués.