Luis Octavio Núñez Orellana: “Colaborar es lograr un sentido en común”

Luis Octavio Núñez Orellana codirige la firma mexicana Kuri Breña, Sánchez Ugarte y Aznar, S.C. desde hace año y medio. Con él retomamos la conversación sobre los asuntos que inquietan a quienes dirigen los bufetes de la región. 

Recientemente tuvo la oportunidad de asistir a la Spring International Conference de Barcelona para intercambiar experiencias sobre nuevas formas de gestión.  La creatividad que se genera con la cooperación y el trabajo en equipo fue uno de los asuntos que centró esta discusión. 

— ¿Podría identificar alguna cualidad o habilidad suya que haya sido el catalizador que le permitió llegar a dónde está?

— Creo que han sido una serie de coyunturas o de fortunas - por el tipo de abogados con los que trabajé – lo que me ayudó a adquirir cualidades como la perseverancia y cultivar una especie de obsesión por tratar de dar calidad total a los clientes. Tuve mentores muy exigentes que me enseñaron a ser muy puntual y metódico. Eso, creo, obliga a ser muy autocrítico, a buscar hacer algo más grande, más complejo, tratar de hacer que la firma sea más competente.

También tuve la suerte de tener una formación con mucha perseverancia, lo cual me ha ayudado a mantener un constante crecimiento a lo largo de los años, tanto en este despacho como en otros.
 

— ¿Cuáles han sido los principales retos como co-managing partner de Kuri Breña, Sánchez Ugarte y Aznar, S.C.?

— Yo creo que convencer a nuestros socios, que están más enfocados en los asuntos legales, de que las firmas hoy en día van más allá de prestar servicios legales. Entender las necesidades de nuestros clientes, formar equipos de abogados con talento, retenerlos, saber que la formación y la promoción son importantes. Ese constante crecimiento es fundamental, tener una visión más allá de lo meramente legal. Creo que eso es lo más desafiante. Convencer a todos de que no solo hagan horas facturables, sino también horas de calidad.

— ¿Qué tipo de preparación recomienda a los abogados que aspiran dirigir una firma?

— Yo creo que la forma de dirigir un bufete ha cambiado muchísimo. Vemos ahora que desde muy temprana edad los abogados debemos tener una formación sólida en todos los sentidos. Necesitamos una visión un poco más amplia, desde el punto de vista filosófico, para entender los negocios, las finanzas, gestionar recursos humanos y materiales. Esto va desde saber leer un asiento financiero, a identificar y liderar los distintos esfuerzos del equipo.

En lo que a dirección se refiere, nos hace falta una formación en gestión que normalmente no tenemos. Tenemos que sacar el mayor provecho y adaptarnos a un mundo muy cambiante.

— ¿Considera que esa falta es algo muy propio de la abogacía y que dicha carencia no se da tanto en otras carreras?

— Yo creo que en Derecho no la tenemos desde luego y que eso nos impide crecer. No tenemos buena formación en otras áreas. Hay que salir a buscarla. Yo personalmente la encontré después de estudiar - tanto en México como en el extranjero – centrándome en cosas que nada tienen que ver con el sector legal.

— ¿Hay alguna persona a quien considere que haya sido clave en el desarrollo de su carrera?

— En una etapa muy inicial - y lo he seguido después muy de cerca – tengo que mencionar a Manuel Galicia, fundador de la firma Galicia Abogados. Allí empecé como pasante. Desde entonces, he mantenido constante contacto con él. De hecho, los cambios que he impulsado en mi firma han sido sugeridos por él. Siempre me he mantenido cerca de él, cuando estaba fuera e incluso cuando abrí las oficinas de Greenberg Traurig LLP en México. Eso es lo que puedo decir en cuanto a dirección.

En cuanto a entrenamiento, la gente de aquí es quien me ha enseñado. Daniel Kuri Breña y Manuel Aznar sin duda han sido fundamentales.   
 

— Recientemente formó parte del panel Building a culture of teamwork, creativity and collaboration  en la Spring International Conference de Barcelona. ¿Qué ideas surgieron de esa conferencia y qué entiende usted por creatividad en una firma legal?

— Creo que lo más importante que resultó de la conferencia fue que lo que debatimos y proponemos no sea un mero eslogan. Tiene que haber un verdadero convencimiento de la importancia de la colaboración. Eso es algo que normalmente no ocurre en una firma. Hay que entender que es fundamental poder prestar un servicio de valor único al cliente, encontrar al más apto, o al más eficiente para prestar esos servicios.

Colaborar es lograr un sentido en común y remar en una misma dirección, de forma coordinada. Eso mismo genera la creatividad. En el contexto de este mundo cambiante, debemos preguntar constantemente si existen formas de hacer mejor que las que estamos utilizando, y tenemos que hacerlo fomentando la creatividad, sin imponer reglas ni métodos.

— En su opinión, ¿cómo es esta cultura del trabajo en equipo dentro de las firmas mexicanas? ¿Cómo son las relaciones y el trato entre directivos y asociados?

— Apenas estamos empezando a entender estos conceptos. Para las firmas mexicanas esto es muy nuevo. Cada vez, ves con más frecuencia el esfuerzo que tienen que hacer los despachos para formar a sus propios directivos. Vemos incluso a las firmas juntarse con la competencia, para entender y transformar la forma de administrar. Hay despachos que han llegado a México y que aunque tratan de imponer estos esquemas, también van incorporando la cultura propia del país. 

Nosotros vamos a participar en un seminario el día 28 de mayo realizado por la Association of Legal Administrators (ALA) en el que vamos a hablar de eso. Nos reuniremos los directores de firmas locales mexicanas, para entender cómo lo podemos hacer mejor.

— Hablemos de cómo está el ambiente en el país a las puertas de las elecciones, ¿qué impacto cree que pueda tener en el sector legal las diferencias entre la élite empresarial y algunos candidatos?

— Sí se siente un ambiente de incertidumbre y de falta de claridad por los posibles resultados. Se pueden frenar algunos proyectos… de hecho algunos están paralizados debido a algunas tendencias. Aun así, es posible que al margen de los resultados las cosas vuelvan a la normalidad pasados unos meses.

— En este mismo sentido, ¿hacia dónde cree que está avanzando la región en este año intensivo de elecciones electorales en tantos países?

— Yo creo que el efecto en general es el mismo. Nos hemos mantenido en las mismas operaciones, sobre todo en la industria y el comercio. Se ha mantenido una tendencia constante. En cuanto a las grandes fusiones y adquisiciones, quizás sea cierto que las inversiones no se han volcado por las dudas que hay en los asuntos de tratados de libre comercio. Sí se han frenado los proyectos que durante años habían estado avanzando con velocidad.

Esta, más que una crisis parece ser un cambio de política económica. Eso es lo que genera un poco de incertidumbre sobre todo, la falta de claridad en las reglas, y en México tampoco ayuda la falta de seguridad.