El distanciamiento social ha impactado todo tipo de actividades económicas y el reto de Latinoamérica frente a los contagios masivos por coronavirus es mantenerse atractiva para captar grandes inversiones. El punto de partida común es el de operaciones ralentizadas o detenidas por la incertidumbre.
LexLatin consultó a los expertos en fusiones y adquisiciones de sus firmas PerfilPlus para saber el panorama de las transacciones en México, Perú, Ecuador, Guatemala, El Salvador y Costa Rica.
Los obstáculos de la materia han sido hasta operativos. En Perú, por ejemplo, donde las restricciones habían sido muy estrictas hasta hace unos días, no era posible avanzar en los trámites de transacciones por asuntos de movilidad y de cierre de oficinas. Así lo detalla Susan Castillo, socia de la firma Payet, Rey, Cauvi, Pérez Abogados, “no ha sido posible completar procesos como el due diligence por la limitación para acceder a información que se encuentra en físico en las oficinas de las empresas objetivo o llevar a cabo management presentations o visitas para ver las instalaciones del target, por la imposibilidad de viajar”.
La socia de Payet considera que -en esta coyuntura- el interés por las empresas consideradas dentro del rubro de servicios esenciales está creciendo. Su percepción es que en muchos casos estas compañías se ven con una importante proyección.
Castillo refiere que -una vez que termine el periodo de aislamiento social- se definirán con claridad las fechas de reactivación de las transacciones. Una ventaja es que -por el contexto- el Gobierno ha postergado la aplicación de la norma de control de concentraciones.
Desde México, Aldo Barrón Mata, socio de Gloria Ponce de León & Hernández, no pierde de vista el tema de generación de oportunidades en medio de las crisis. “La recesión posterior a la crisis financiera del 2008-2010 dio como resultado una grandiosa oportunidad para que cada industria tomara los pasos estratégicos hacia su transformación, incluyendo adquisiciones de activos que impulsaron un crecimiento veloz de la economía”.
Para Barrón Mata, las fusiones y adquisiciones han sido esenciales para superar crisis y lo más probable es que, en breve, veamos considerables operaciones para cambiar la asignación del capital y sus portafolios.
El panorama de Ecuador es bastante difícil, pues el país no había salido de su crisis económica y política cuando se enfrentó con la pandemia. Rocío Córdova, socia de Paz Horowitz Abogados, y María del Mar Heredia, asociada sénior de la misma firma, expresaron que el COVID-19 vino a empeorar la situación económica de Ecuador. “Las operaciones de fusiones y adquisiciones se han frenado a nivel nacional y hemos observado poco interés en retomar dichas operaciones”.
A su ver, el Ecuador tiene un alto riesgo de caer en default con sus créditos internacionales. Además, exponen que la mayor parte de las industrias en los diferentes sectores afronta graves problemas de liquidez y un alto riesgo de quiebra de sus negocios, por lo que la situación actual del país es crítica.
En Guatemala, el COVID-19 tuvo efecto inmediato en las operaciones de M&A, a decir de Luis Pedro del Valle, socio de Arias - Guatemala. Si bien las transacciones en curso se pausaron y no ha habido nuevas, el socio mantiene optimismo. “La estabilidad macroeconómica y en el tipo de cambio hacen deducir que Guatemala es el país con mejor proyección para hacer frente a la crisis generada por el COVID-19. Esto genera expectativas positivas para que las operaciones de fusiones y adquisiciones empiecen a normalizarse a partir del segundo semestre del año”.
La situación es similar en Costa Rica. Andrey Dorado, socio de Arias - Costa Rica, explica que muchas de las compañías que basan su modelo de expansión en fusiones y adquisiciones han puesto en pausa operaciones potenciales, con la espera de que el mercado vuelva a la “normalidad”. “El gran tema es cómo va a ser la nueva normalidad en cada industria y qué tan disruptivo resultará ser el COVID-19 después de controlada la pandemia”, cuestiona.
El socio comenta que desde Arias - Costa Rica han notado un repunte en el interés de private equities en capitalizar el mercado de ciertas industrias. “Específicamente, hemos visto interés de private equities en adquirir participaciones de empresas -desde participaciones minoritarias hasta la totalidad- en el sector turístico y logístico. Adicionalmente, podemos esperar que empresas que operan en los sectores más afectados puedan buscar un socio estratégico capitalista como medida para evitar un endeudamiento de la empresa”.
Finalmente, en El Salvador, Roberta Gallardo, co-managing partner de Arias - El Salvador, junto con Fidel Márquez, asociado sénior de la misma firma, detallan que lo más probable es que se dificulte el desarrollo y la conclusión de los proyectos por los efectos del COVID-19 y por las regulaciones que se han emitido.
“Dadas las perspectivas de contracción económica que el Banco Central de Reserva y ciertos organismos internacionales manejan para El Salvador, misma que podría rondar entre un -2 % y un -4 %, la probabilidad de nuevas operaciones es baja y se pueden esperar pocas o ninguna operación de gran envergadura en el año en curso”, mencionan los abogados de Arias - El Salvador.
Para ambos, no obstante las proyecciones, se espera que en medio de la crisis se presenten oportunidades de compra para aquellos empresarios que se encuentran a la “caza de oportunidades”.
A pesar de las dificultades, los socios consultados coinciden en mantener el optimismo, además de que creen que aún es muy pronto para calcular la reconfiguración. Incluso en Ecuador, el país más afectado por la crisis, los abogados de Paz Horowitz prevén un escenario de grandes oportunidades.
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