De acuerdo con información de #ReporteÁgora, durante este primer semestre del año la actividad de las adquisiciones cayó en un 44,5 % respecto del mismo periodo en 2019. Mientras que en 2019, al término de junio, se acumularon más de 16.117 millones de dólares; este año el sector alcanza los 8.938 millones de dólares. En contraste, #ReporteÁgora registra un incremento de 14 % para las emisiones. El año pasado, en este periodo, se alcanzó una suma de más de 19.158 millones de dólares. Ahora, especialmente por ciertos movimientos del Gobierno mexicano, se llegó a 21.955 millones de dólares.
Las variaciones han sido provocadas por la crisis del coronavirus. Por ejemplo, el mes que ha acumulado la mayor cantidad de recursos es enero, antes de la pandemia, con 3.430 millones de dólares. Una de las operaciones más destacables entonces fue la compra de IKG, el negocio de fabricación de barras de acero y aluminio, por KPS Capital Partners. El negocio era propiedad de Harsco Corporation, compañía de servicios industriales y productos de ingeniería. La compra se concretó por el monto de 85 millones de dólares y Hasco fue asesorado por el despacho mexicano Basham, Ringe y Correa.
LexLatin consultó a los socios del estudio en derecho corporativo, especialistas en fusiones y adquisiciones, Jesús Colunga y Juan José López de Silanes; así como a los socios en derecho bancario y financiero Miguel Ángel Peralta y Pedro Said, sobre el porvenir de estas transacciones en México.
¿Cuáles han sido los obstáculos más frecuentes para concretar las operaciones en los últimos seis meses?
Jesús Colunga: Nuestro país ha venido experimentando una serie de ajustes y modificaciones desde 2019, incluyendo la nueva designación del presidente de México. En este sentido, los retos más frecuentes para concretar las operaciones derivan de diversos factores, incluyendo la disminución de inversión extranjera, la complejidad de los tiempos de respuesta gubernamentales, las propuestas de modificaciones a legislación diversa y la pandemia del coronavirus.
Particularmente, como resultado de la pandemia, hemos observado una desaceleración en el curso ordinario del negocio de las empresas, como resultado de las declaratorias gubernamentales, la detonación de cláusula de fuerza mayor y la prohibición de desarrollo de actividades consideradas como no esenciales. Otros obstáculos que hemos encontrado son la falta de claridad y certeza jurídica para las declaratorias gubernamentales, que, desgraciadamente, dejan muchos espacios de interpretación.
Pedro Said: En temas de emisiones de instrumentos híbridos participan reguladores como la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNVB), el sector fiduciario, representantes comunes, colocadores intermediarios y administradores. Coordinar a todas las partes de forma remota fue un obstáculo. Generalmente se llevan diversas juntas presenciales con el regulador previo a la emisión, algo que la situación actual no ha permitido. De igual forma, no se presentó documentación original, lo cual se tendrá que hacer cuando la CNBV reanude actividades.
Invertir o esperar, ¿qué recomiendan a sus clientes?
Jesús Colunga: La recomendación que tenemos para nuestros clientes es “cash is king”. Es decir, en una época de recesión económica y de dificultades en la economía existen diversas oportunidades de invertir de forma eficiente: incrementar el tamaño y productividad de la operación de nuestros clientes; eficientizar los procesos en el curso ordinario de negocio; encontrar oportunidades de inversión a bajo costo y diversificar áreas de negocio e inversiones. Consideramos que en toda crisis vienen oportunidades y es un momento adecuado para, con un análisis de riesgo calculado, realizar operaciones de M&A.
¿Cuáles son las áreas de crecimiento para las adquisiciones y las emisiones?
Juan José López de Silanes: Como resultado de la situación económica a nivel mundial y la afectación que han sufrido muchas empresas por el coronavirus, en Basham consideramos que las oportunidades principales estarán relacionadas con la industria aeronáutica y la hospitalaria.
Miguel Ángel Peralta: El mercado está detenido, así como la emisión de Arago, el primer CERPI (certificado de proyectos de inversión) del año. Hace unas semanas se llevó a cabo un Oferta Pública Inicial, sin embargo, fue un caso aislado. Esperamos que el mercado repunte en el segundo semestre del año.
A sabiendas de que debemos convivir con la pandemia por un tiempo prolongado, ¿cuáles estrategias deberían implementar las compañías para afrontar la situación?
Juan José López de Silanes: En Basham hemos trabajado en una práctica legal relativa a la prevención de riesgos y manejo de crisis, por la que apoyamos a nuestros clientes para adaptarse a la situación de riesgo o crisis como la actual, así como para conocer las medidas obligatorias y regulatorias en sus respectivas industrias con el fin de dar cumplimiento puntual a sus obligaciones y evitar mayores gastos al operar en forma eficiente.
Las compañías deberán adaptarse a la nueva realidad mediante el uso de tecnología, sin descartar invertir estratégicamente en medios de comunicación que aseguren la supervivencia o, incluso, el incremento de su participación en el mercado, así como en el cumplimiento de la legislación y protocolos de salubridad aplicables para el regreso físico de la operación de dichas compañías. Alianzas estratégicas con creadores de software y plataformas, así como publicidad y sistemas innovadores de trabajo a distancia serán claves en su permanencia.
Es importante también que conserven una buena comunicación con los clientes, tener un buen manejo de los equipos de trabajo, reducir costos en las áreas que se permita como puede ser mediante a la reestructuración de empresas de un grupo, administrar el flujo de efectivo otorgando flexibilidad y esquemas de pago a los clientes así como solicitándolo a proveedores con los cuales se sostenga una buena relación. En medida de lo posible, aprovechar los programas de Gobierno que puedan ayudar a sobrellevar la situación.
Por último, es importante tomar en consideración que la adaptación a la demanda de los nuevos clientes será la métrica de su permanencia en el mercado.
¿Cómo trabajarán las firmas durante el próximo año y qué está haciendo su firma para marcar tendencia en la “nueva realidad”?
Juan José López de Silanes: Los servicios legales han ido evolucionando con el paso de los años mediante el uso de tecnologías que facilitan la prestación de los mismos. Por la pandemia hasta las firmas más conservadoras han tenido que transformarse e innovar con el uso de plataformas y teletrabajo, lo cual eficientiza la prestación de servicios legales eliminando costes de traslado y procurando niveles más rápidos de respuesta.
En Basham, adicional a la implementación de los protocolos más novedosos y eficientes para el regreso a la “nueva normalidad” física, se ha incentivado el uso de plataformas y tecnologías que procuren el desarrollo eficiente de la prestación de servicios legales. Además de que cuenta con un área de práctica legal relacionada con la innovación y tecnología, y ha venido trabajando durante los últimos años, junto con en el área de sistemas y tecnología, para lo cual formamos un comité ad hoc integrado por tres socios y el departamento interno de sistemas. Ellos se encargan del tema interno de la innovación y de contar con todas las herramientas necesarias para poder soportar la infraestructura del despacho. El COVID-19 en este sentido vino únicamente a acelerar el proceso de la transformación digital y el aprovechamiento de esas herramientas que serán utilizadas por todo el personal en cualquier lugar, no siendo necesario estar físicamente en las oficinas.
Hemos sido pioneros en la presentación de escritos y demandas por medios electrónicos y juicios en línea, así como en la impartición de webinars con las firmas filiales alrededor del mundo. Ofrecemos un servicio integral e internacional a nuestros clientes. Estamos en constante comunicación con nuestro personal mediante juntas semanales y mensuales, en las cuales se discuten los temas de relevancia, tanto profesionales como académicos, entre otras medidas internas del despacho.
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