Referirnos al futuro del compliance nos remite al proceso de digitalización y a la penetración de la inteligencia artificial, a través de aplicaciones como el popular Chat GPT. Sin embargo, este tránsito del sector corporativo a la modernidad trae consigo un aspecto vigente para el desarrollo del compliance, se trata del factor humano.
Para Gustavo Morales, head del departamento de Compliance de Anticorrupción e Investigaciones de Marval O’Farrell Mairal, la conducta humana concretamente es un aspecto esencial que configura -e incluso- da sentido a la práctica. Para seguirle el paso a su evolución, en medio de mercados de capitales hiperdinámicos y procesos de automatización a galope, basta poner este factor en el centro.
El próximo 8 de junio, el abogado liderará la 6ta Conferencia Internacional de Compliance, Anticorrupción e Investigaciones de Marval. El evento será presencial, pero habrá oportunidad de seguirlo de manera virtual. La inscripción es gratuita, pero las plazas son limitadas. ¡Inscríbete aquí!
El espacio reunirá a especialistas de distintas organizaciones clave en materia de compliance como Shopify, Novonor (Odebrecht), Deloitte, IAE Business School, George Washington University, Mattos Filho, Mishcon de Reya, Control Risks y muchas más.
Los asistentes podrán elegir los temas que más les interesan antes del evento, entre estos: la esperada implementación de los programas de compliance, la transversalización de los lineamientos ESG, las auditorías gubernamentales o los principales desafíos en la materia a nivel regional. ¡Participa de la encuesta temática aquí!
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¿Cómo seguirle el ritmo al compliance?
Sí, la incorporación de la tecnología es parte del horizonte del compliance, esto es así básicamente porque su presencia es frecuente en las operaciones de los negocios y, por ello, es vital prestar atención a los riesgos que puede generar.
“Lo que uno ve, en cuanto al futuro, pasa por una enorme incorporación de tecnología en todas las operaciones de los negocios. Eso se advierte en situaciones nuevas cada vez más comunes, como los ciberataques. En ese sentido, hay que saber cómo responder adecuadamente, por lo que el compliance tiene un rol importante en la prevención, la remediación e investigación de los ataques”.
Este marzo, la Universidad de Duke emitió un informe que revela un total de 1.600 ataques por segundo contra el sector corporativo latino. Electrónicos, servicios, viajes, manufactura y retail son las industrias que reportan mayor riesgo.
Datos como estos se condicen con el análisis del especialista de Marval, quien apunta que las inconductas que el compliance detecta, en mayor volumen, tienen una evidencia digital que “típicamente es cada año más fácil de obtener, más fácil de procesar, reproducir y de publicitar”.
En ese sentido, Raúl Saccani, docente de Política de empresa en el IAE Business School y panelista en el Summit, retoma el factor clave ya mencionado y lo comenta a la luz del IA, tecnología que se ha desarrollado exponencialmente en los últimos años. Es una de las áreas de especialización de Saccani:
“Tenemos una novedad en este mundo puesta a disposición de usuarios sin conocimientos técnicos de gran profundidad, literalmente, al alcance de la mano. Este tipo de herramientas avanzadas, ahora conectadas a Internet, se está multiplicando exponencialmente en su uso, pero, ¿estamos preparados?”.
Para ambos especialistas el uso de las tecnologías en los planes de compliance es esencial, esto es implementar programas de capacitación y protocolos de prevención que eviten situaciones de riesgo.
Las situaciones de riesgo pueden ocurrir desde la gestión regular del servicio de correo, los sistemas de intranet o las plataformas de mensajería instantánea para la coordinación en el día. No implementar los programas de capacitación haría que la apertura a aplicaciones nuevas, como el mismo Chat GPT, ensanchen los márgenes de riesgo.
“Hemos visto cómo empresas importantes han tenido alguna exposición en estos temas por empleados que, para usar estas herramientas, suben información sensible, lo que eventualmente puede generar un problema”, relata Raúl Saccani.
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Sin llegar a extremos como Samsung que, a inicios de este mes, prohibió el uso de la aplicación, es recomendable evaluar cómo incorporar este tipo de tecnologías para optimizar las etapas del negocio, incluida la funcionalidad del Compliance.
“Digamos que desde compliance se podría soñar con una versión de Chat GPT que permita que los monitoreos de los procesos de compañías con cientos o miles de proveedores no se hagan por sampling, eligiendo una cantidad determinada al azar, sino que se puedan investigar y auditar a todos los proveedores”, nos cuenta Gustavo Morales.
La perspectiva de una mayor productividad con énfasis en la eficiencia es de los ángulos mejor valorados respecto del AI. Para que esto cierre el círculo de la optimización tocará atender una demanda latente: su uso ético y regulado.
“Construir y desplegar este tipo de herramientas va a presentar desafíos prácticos en cuanto a nuevos riesgos que pueden relacionarse con presiones regulatorias, objetivos empresariales conflictivos, problemas de calidad de los datos, etc. Entonces, va a ser necesario que se consideren de manera holística cuestiones éticas en el despliegue de este tipo de herramientas”, indica Raúl Saccani.
En la búsqueda de una hoja de ruta que potencie el alcance del compliance en favor del desarrollo de un sector corporativo latino, es necesario analizar estratégicamente estos desafíos y conocer las tendencias que generan a futuro. Esa es la clave de espacios como la 6ta Conferencia Internacional de Compliance, Anticorrupción e Investigaciones de Marval que se aproxima. ¡No te la pierdas!
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