Las fintech crecieron más de un 90 % en El Salvador en dos años. Si bien aglutina a 27 empresas de tecnofinanzas, representa al 0,8 % del total de América Latina. “El crecimiento exponencial de las fintech en El Salvador se debe, principalmente, a la implementación de una regulación clara y favorable", dice Rodrigo José Benítez Nassar, parte de García & Bodán, especialista en derecho financiero.
Según datos del Banco Interamericano de Desarrollo, se trata de uno de los ecosistemas más dinámicos de la región: El Salvador es el cuarto país con más fintech de Centroamérica, luego de Costa Rica (48), Guatemala (34) y Panamá (33).
"Tener reglas bien definidas brinda certeza a las startups fintech y eso, junto con los beneficios tributarios, ha creado un ecosistema muy atractivo para su desarrollo en el país. El lema de las fintech es la inclusión financiera y, aunque se ha avanzado significativamente, todavía queda mucho por hacer para que el sector no bancarizado pueda acceder a estos servicios. Además, es crucial educar a la población sobre el uso y los beneficios de estas tecnologías para maximizar su impacto positivo en la economía”, analiza Benítez Nassar.
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¿Qué incidencia tienen los marcos regulatorios de la Ley Bitcon y la Ley de Emisión de Activos Digitales en la expansión de las fintech?
Rodrigo José Benítez Nassar: Los marcos regulatorios, como la Ley Bitcoin y la Ley de Emisión de Activos Digitales, han sido cruciales para la expansión de las fintech en El Salvador. Al ser pionero en este tipo de regulación, El Salvador ha logrado atraer inversión en tecnología, creando un ecosistema de inversión muy dinámico.
Para que la regulación sea verdaderamente completa es fundamental implementar una Ley de Protección de Datos Personales, esto por el gran volumen de información personal en el mercado. Es esencial que los usuarios tengan la certeza de que sus datos se manejan de manera segura y eficiente.
La protección de datos es un derecho fundamental para los clientes y usuarios. Además, es necesario adaptar la legislación existente a las particularidades del sector fintech. A diferencia del sector financiero tradicional, las fintech no están sujetas a la Ley de Bancos y al secreto bancario, por lo tanto, es crucial desarrollar un marco regulatorio que contemple las características únicas de las fintech y garantice su adecuado funcionamiento y crecimiento.
Según datos del BID, El Salvador es el segundo país con mayor número de empresas fintech que tienen como objetivo principal atender a pequeñas y medianas empresas (Pymes) no bancarizadas. ¿Cuál es el mayor desafío para este sector en materia de regulación?
El mayor desafío para las Pymes en este sector, desde la perspectiva de la ley y la asesoría integral de García & Bodán, es la autorregulación.
Es crucial que este sector se mantenga abierto y accesible para todos, con ciertos paralelismos a la banca tradicional, sin perder su esencia innovadora. No se trata de replicar la regulación bancaria, sino de asegurar que las Pymes operen con orden y protejan la privacidad de la información, brindando así mayor certeza a los usuarios sobre la seguridad de su dinero.
La inclusión financiera debe ir acompañada de seguridad jurídica. Parte fundamental de la autorregulación es la prevención del lavado de dinero y activos. Las Pymes deben cumplir con los estándares nacionales e internacionales para evitar ser utilizadas en esquemas delictivos. Y esto se logra mediante una asesoría integral en materia AML, que incluye desde la creación de políticas hasta la contratación de personal capacitado para la supervisión y reporte de operaciones sospechosas.
Las Pymes, al ser la mayor parte de los usuarios del ecosistema fintech, fomentan la competencia e impulsan a las empresas fintech a evolucionar y actualizarse constantemente.
¿En qué están basando su estrategia de crecimiento las fintech y qué tendencias emergentes destacan en el ámbito de las criptomonedas?
Las fintech están basando su estrategia de crecimiento en el mercadeo y la diferenciación de sus servicios frente a la banca tradicional. Es crucial que estas empresas logren posicionar su marca en la mente de los consumidores, destacando las ventajas y particularidades de los servicios financieros que ofrecen. La regulación clara y favorable en El Salvador crea un entorno propicio para la expansión de las fintech, brindando seguridad y atractivo para la inversión.
Entre las tendencias emergentes, se destaca la tokenización de activos. Aunque esta práctica está en sus inicios, El Salvador, con su regulación clara, se está convirtiendo en un destino atractivo para la inversión extranjera. En este sentido, recomendamos a las compañías emergentes, que deseen participar en el mercado fintech salvadoreño, que se familiaricen con las normativas vigentes, como la Ley Bitcoin, la Ley de Emisión de Activos Digitales y la Ley de Inclusión Financiera. Lo más novedoso, en materia legislativa, es la reciente aprobación de la Ley de Fomento a la Innovación y Manufactura de Tecnologías, que ofrece incentivos significativos para quienes realicen nuevas inversiones en proyectos de innovación o manufactura tecnológica.
Esta legislación representa una oportunidad clave en el contexto de la revolución digital, brindando un marco favorable para el desarrollo y la expansión de proyectos tecnológicos y fintech en el país:
- Las personas naturales y jurídicas que se instalen en El Salvador gozarán de una exención de 15 años del pago del Impuesto sobre la Renta (ISR), respecto de las actividades incentivadas.
- Retenciones del ISR respecto de las actividades incentivadas.
- Impuestos municipales sobre el activo neto declarado.
- Pago de la Ganancia de Capital o exención total del pago de los Derechos Arancelarios a la Importación e impuestos que graven la importación de los bienes, insumos, maquinarias, equipos y herramientas necesarios para el desarrollo de las actividades incentivadas.
En cuanto a las criptomonedas, aunque son ampliamente conocidas, aún es necesario proporcionar más información y educación al sector no bancarizado, sobre todo para generar confianza en su uso. Hoy día las plataformas de criptomonedas enfrentan el desafío de garantizar la seguridad a los usuarios, lo que implica actualizar sus modelos de inversión, mejorar las plataformas y desarrollar algoritmos que permitan replicar casos de éxito.
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