Carolina Zang: “Soy súper optimista con la Argentina”

Carolina Zang: “Soy súper optimista con la Argentina”
Carolina Zang: “Soy súper optimista con la Argentina”
Fecha de publicación: 05/12/2017
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El sector legal en Argentina se muestra optimista y paciente con los buenos resultados que deberían darse en el país austral ante un nuevo escenario de certidumbre.

Carolina Zang, socia directora de Zang, Bergel & Viñes Abogados, cree que vienen tiempos de estabilidad que permitirán planificar a largo plazo. Hablamos con ella en Rompiendo moldes sobre la nueva ley de Financiamiento Productivo, la competencia del mercado con la llegada de firmas internacionales como EY y de las áreas de práctica que más crecen en Argentina.

¿Cuál es su carta de presentación como abogada?

Soy abogada desde hace 23 años. Me gusta muchísimo lo que hago. Lidero desde hace ya varios años la práctica de banca y mercado de capitales de la firma. Hace cinco años aproximadamente pasé a ser socia directora. La verdad es que me encanta hacer transacciones.

Es muy satisfactorio que los clientes te vuelvan a elegir – al igual que frustrante que no lo vuelvan a hacer – y la verdad que de lo que más disfruto después de todos estos años de práctica, es de ver que genero relaciones duraderas. Como socia directora me encanta ver que los clientes y los asociados se quedan. Me frustra mucho cuando no es así.  

Cuando mira atrás y hace una valoración de lo que ha andado hasta ahora en su carrera ¿qué experiencias y qué personas han tenido mayor impacto en lo personal y lo laboral?

Hay una frase del libro Lean In de Sheryl Sandberg que ojalá se me hubiese ocurrido a mí. Dice “Gracias a mis padres por haberme hecho creer que todo era posible y gracias a mi marido por hacer que todo sea posible”. En mi familia somos tres hermanas y si no fuera porque tuve una familia que siempre me hizo creer que yo era capaz de hacer cualquier cosa, posiblemente no estaría aquí hoy. Como mujer, quizá habría tomado un camino más fácil, no lo sé. Pero mi familia de origen tuvo mucho que ver. Mi familia actual – mi marido y mis hijos – también tienen mucho que ver. Ni mis hijos ni mi esposo me han achicado nunca el mundo, para mí eso es fundamental. Son de las personas a las que más agradecida estoy en lo personal, y sinceramente también en lo profesional. No podría tener una posición tan demandante, con horarios tan difíciles, viajar lo que viajo, si no tuviera una familia donde esto sea lo natural.

En lo profesional estoy muy agradecida con los socios anteriores a que yo fuera socia en la firma y con mis socios actuales. Los anteriores me han dado mucho lugar y han tenido mucha paciencia, igual que los actuales. Creo que ese es el rol de los socios y socias, además de la generosidad. Creo que han tenido mucho impacto en mi carrera. La abogacía, como se ejerce en la actualidad, no es una abogacía de ser la estrella del show, sino que es una abogacía de equipo. El cliente valora mucho la experiencia y esa no la crea una sola, la crea un equipo. Soy una convencida del valor de los equipos.

De no haber sido abogada ¿Qué otra profesión cree que habría desempeñado con éxito y pasión?

Me cuesta pensarlo. En su momento pensé en estudiar Ciencias Políticas, porque siempre me han gustado las Humanidades. Siempre dudé entre la abogacía y políticas. Mi papá tuvo mucha influencia en esa decisión. Me dijo que siendo mujer y de origen judío en aquella época en Argentina, nunca iba a estar en la carrera diplomática. Creo que eran prejuicios de la época que uno compra y que no deberían tener nada de cierto. Pero son los prejuicios con los que uno crece, por lo que me volqué más por el lado de la abogacía.

¿Qué es lo más satisfactorio y lo más frustrante de ejercer el Derecho Corporativo además de liderar la práctica de banca en Argentina?

Con el diario de hoy creo que no hay nada frustrante y que va todo hacia adelante. Soy súper optimista con la Argentina. Todos estos años atrás en que me tocó ser socia directora con el Gobierno anterior nos estuvimos preparando para este escenario en mi área. Creo que se abre un abanico de oportunidades que va a haber que saber aprovechar. La competencia es feroz, pero creo que no hay nada frustrante. Estamos súper bien equipados para salir a esta nueva Argentina en la firma.

Usted es socia directora de Estudio Zang, Bergel & Viñes Abogados desde 2013 ¿cuáles los cambios más drásticos que ha vivido la firma como negocio en estos cuatro años? ¿En qué práctica han tenido que crecer a más velocidad debido a las exigencias del mercado?

Siempre pensé que nos tenemos que adaptar y tener visión de futuro para acompañar al país y un mercado que nunca se sabe muy bien hacia dónde va. Pienso que no debemos perder la sensación de urgencia, porque los cambios nunca paran de venir. Nuestra firma es de tamaño mediano y eso para los cambios es muy bueno, no somos un Titanic al que le cueste moverse y adaptarse.

Vimos que Argentina en teoría va a ser muy competitiva en varias áreas. Abrimos un área de derecho en recursos naturales (el 2017 se declaró en Argentina el año de las energías renovables), además de otra de derecho público. En temas de impuestos estábamos antes un poco flojos. Ante el cambio de panorama, el tema impositivo vuelve fuerte, por lo que abrimos un área también fuerte. Respecto de áreas que ya teníamos y que son muy nuestras están el mercado inmobiliario, mercado de capitales, M&A, litigios y arbitrajes, deportes y entretenimiento.

En cuestiones internas, que para mí también son muy importantes, estamos trabajando muchísimo en la capacidad de innovar. Creemos que no podemos dejar a los asociados afuera y que los tenemos que escuchar. Para empezar porque es estratégico escuchar a los millennials, son los que traen de la mano cuestiones más innovadoras. Estamos tratando que desde jóvenes vayan desarrollando ciertas habilidades. A fin de cuentas yo creo que la abogacía no se trata solo de conocer la norma, sino de poder desarrollar también habilidades blandas.

También trabajamos muchísimo en incluir a mujeres en posiciones de liderazgo. Actualmente, el 42 % de socios somos mujeres, lo que está muy por encima de la media del mercado que está en un 16 % aproximadamente. Trabajamos para tratar de conciliar lo mejor que se puede la vida laboral y la vida familiar. Queremos que la gente venga a trabajar a la oficina contenta. No todo lo que brilla es oro, obviamente. Pero estamos tratando de crear las bases y, como dice nuestro presidente, de delinear la cancha.

Somos también conscientes de la necesidad de cuidar del medio ambiente, por lo que estamos alentando que la gente venga a trabajar en bicicleta.

Estamos viendo muchos cambios en el manejo y organización de las firmas a escala mundial. Hemos visto la formación de grandes firmas regionales y el vuelco de las internacionales sobre LATAM. Además, agregamos el interés de EY - una de las cuatro grandes - por ingresar al mercado. En su rol de Directora, ¿qué cambios cree que deban hacer las firmas latinoamericanas para hacer frente a este competitivo mercado?

Ojalá tuviera una respuesta. Estoy un poco desorientada porque creo que ni siquiera conocemos los cambios que se vienen de aquí a 5 ó 10 años. Habiendo dicho eso, creo que es importante trabajar en la identidad de cada firma, encontrar la manera de diferenciarse. El mercado ya era muy competitivo en la Argentina, producto de los años malos. Lo que te diferenciaba era dar una tarifa barata. A eso se suma la gran competencia de las firmas internacionales, que va a hacer que el mercado quede un poco tembloroso.

No es fácil, porque todas las firmas hacen un buen trabajo. Creo sin duda que vamos a tener que asumir el concepto de cambiar constantemente y no perder la sensación de urgencia para tener una súper capacidad de innovación, empezando por dar prioridad a las tecnologías. Como te decía, hay que escuchar a los millennials, sinceramente creo que tienen mucho que aportar, que la diversidad es un factor clave en esta nueva tendencia, y que las mujeres van a aportar muchísimo.

Obvio que hay que tener una buena relación calidad-precio. No es una sola cosa. De todo lo que te dije, no sé si alguna va a ser la solución mágica.

¿Qué va a suceder con la modificación de la ley del Mercado de Capitales – finalmente llamada ley de Financiamiento Productivo? ¿Cree que será finalmente votada en el Congreso? ¿Qué esperaría de esta reforma de la ley?

Creo que sin duda va a salir votada y espero que salga votada antes de fin de año. Yo creo que va a ser un gol con el acompañamiento de las reformas impositivas y laborales, que van a situar a la Argentina en un lugar súper apetecible para recibir inversiones extranjeras. Se va a estimular el número de operaciones en el mercado, lo que va a generar que tengamos un mercado de capitales local mucho más profundo. Va a permitir que ingresen nuevos participantes de distintos  sectores de la economía, inclusive las pymes. Se van a reflotar nuevos instrumentos financieros como las letras hipotecarias. Vienen cambios buenísimos.

¿Se podrá traducir todo este crecimiento en un rol social para la economía argentina? ¿Se debe esperar que todo este crecimiento dé lugar a mejoras concretas de las negociaciones colectivas y nuevo empleo de calidad?

La economía y el mercado de capitales van de la mano. En los países más desarrollados la principal fuente de financiamiento de las empresas es el mercado de capitales. Debería ser un instrumento de doble uso: un medio para que los ahorristas cuiden de sus ahorros y, para las empresas, un medio con el que abastecerse de capital que les permita el desarrollo de nuevos proyectos, con los cuales vienen en proporción la generación de nuevos empleos. Por supuesto también es un mecanismo para canalizar los recursos monetarios de los inversionistas a las empresas. Debería generar financiación más barata de proyectos y, en consecuencia, más viabilidad. Personalmente creo que el desarrollo de un mercado profundo de capitales va a contribuir al desarrollo de la economía del país de manera sustentable. No podemos olvidar que lo más importante acá es pensar a largo plazo.

Usted también está especializada en el sector inmobiliario. Con el impulso de los créditos hipotecarios, el mercado se ha reactivado tanto para compradores como vendedores en Argentina. Teniendo en cuenta que algunas de las economías más desarrolladas de Europa –ejemplos de España y Reino Unido - no supieron gestionar las épocas de bonanza en este sector  ¿Se muestra optimista con el camino que el mercado pueda tomar ante el crecimiento del crédito en Argentina?

En realidad Argentina no tiene una historia de financiamiento en general. Los bancos nunca han financiado al sector inmobiliario en Argentina. Los proyectos siempre se han financiado con capitales privados o con instrumentos de tipo fideicomiso. No ha sucedido lo que sucedió en España u otros países con la crisis de 2008. No existieron los financiamientos por años hipotecarios, por lo que las cuentas de los bancos están muy limpias. El Real Estate en Argentina siempre ha sido una industria muy sana y los precios se han mantenido muy estables. Ha sido casi por definición el instrumento de ahorro de los argentinos.

De ahí que nos preguntemos ¿esto va a seguir siendo así?

Habrá que ver cómo cambian las condiciones si aparece el financiamiento. Yo creo que estamos en condiciones de iniciar un nuevo camino con la base de nuevas herramientas legales y financieras. Lo que está sucediendo en la Argentina es que, siguiendo un poco el modelo chileno, se están lanzando nuevos esquemas financieros, como el financiamiento en UVAs. Estas unidades de medida tienen un valor en el mercado que se ajusta por índices. Esto es muy positivo porque permite que los valores de la deuda hipotecaria se mantengan alejados de los típicos vaivenes del dólar, que es la moneda en la que normalmente se entregan los créditos hipotecarios acá.

Es muy positivo que el valor de los inmuebles en Argentina no sea artificial como ocurrió en otros mercados. Todo se hizo sin crédito. Por eso la relación entre la deuda hipotecaria y el valor del inmueble no debería variar demasiado a lo largo del tiempo.

Por último, ¿cree que se está consagrando ya el momentum que venía anunciándose en el último año para M&A? ¿Qué tendencia identifican desde Zang, Bergel & Viñes Abogados para los próximos años?

Yo creo que sí. Que se va a ir consolidando, más aún con las reformas laborales y tributarias. No tengo la menor duda. Además, tras las elecciones, no hay duda de la continuidad de estas políticas. Ya no se habla de lo que viene en el 2019, sino de lo que viene en 2023, lo cual creo que da cuenta de que la continuidad se está produciendo. La incertidumbre que antes podía generar Argentina está desapareciendo. No hay incertidumbre, no debería pasar nada raro. Esperamos una época de estabilidad.

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