Tres años antes de que Alfredo Stroessner Matiauda conspirara contra el Gobierno interino de Federico Chaves; Hugo Berkemeyer, fundador de la Asociación Paraguaya de Agentes de la Propiedad Intelectual (APAPI) y de la Asociación Interamericana de la Propiedad Intelectual (ASIPI), abrió su despacho. Hoy lo conocemos como BKM Berkemeyer.
La dictadura de Stroessner se prolongó durante 35 años, la más larga que ha tenido Latinoamérica. Duró tres años más que la de Fidel Castro, en Cuba, y cinco más que la de Porfirio Díaz, en México. Contra los pronósticos anticipados, la firma legal solo creció durante las últimas siete décadas.
En 70 años Paraguay ha tenido 12 presidentes, dos golpes de Estado y la apertura de la economía para el resto del globo. Como dice Hugo T. Berkemeyer, hoy socio administrador en BKM, la firma ha acompañado el crecimiento del país.
En el recuento de Hugo T. Berkemeyer sobre el surgimiento de la organización que lidera hay una porción de historia nacional: “Mi padre, que fue abogado general, descubrió la Propiedad Intelectual al inicio de los 50 y durante los años 60 y 70 nos convertimos en una boutique especializada en esa materia. Con la apertura democrática, en 1989, se generaron nuevos negocios y nuevas leyes muy importantes. Nosotros acompañamos ese crecimiento”.
Han pasado 70 años. Es decir de Elvis Presley, Nina Simone, Louis Armstrong o Bill Haley dominando las transmisiones de la radio, a Dua Lipa, Justin Bieber, BTS y Billie Eilish, según Billboard. O bien, del Télex, también conocido como teletipo, esa máquina que imprimía telégrafos mecanografiados, a la ‘pandemia’ del Zoom.
“Ha cambiado todo tremendamente”, dice el socio. “Cuando regresé de estudiar en Estados Unidos, en el 85, venía lleno de ideas innovadoras. En ese entonces le dije a mi padre: mira, tenemos que comprar un fax, y me dijo: ‘¿qué es eso?’”, el socio administrador ríe. Entre los pendientes que tiene por desahogar está una asesoría sobre inversiones en bitcoin.
Padre e hijo averiguaron el precio de un fax Canon, este superaba los 1.400 dólares, el valor de la nómina de la oficina en aquella época. Con ciertos ajustes, BKM adquirió su primer fax. “Empezó a funcionar la máquina y nunca más paró. Era una cosa impresionante”, recuerda el abogado.
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Solo había 8 personas trabajando en el estudio cuando el primer fax llegó. Ambas cifras quedaron cortas por la conectividad que ese fax implicaba: se adquirieron 5 máquinas más y BKM creció con el apoyo de 25 profesionales. “Hoy somos 250”, menciona Berkemeyer.
El socio administrador está convencido de que el uso de la tecnología hace crecer a las organizaciones y, además, que se ve reflejado en el dinamismo de la profesión. “Hoy en día hay mucha más actividad y el cliente es más exigente con nosotros y nosotros tenemos que acompañarlos. Eso es lo que nos tiene que distinguir de otros estudios jurídicos, la calidad del servicio, la eficiencia”.
De acuerdo con Hugo T. Berkemeyer, 2012 marcó el rumbo actual del estudio, ya que, después de revisar opciones, se decidió que el crecimiento vendría desde adentro de la firma. “¿Qué quiere decir eso? Bueno, captar talento joven y potenciarlo. Es así que en los últimos 7 u 8 años lo estuvimos haciendo. Hoy el estudio se destaca por tener un promedio de edad de entre 30 y 35 años. Abogados muy jóvenes, muy capaces, todos tienen estudios en el extranjero. Buenas calificaciones, profesionales, muy serios, muy responsables, tratamos de transmitir la cultura desde nuestro estudio y, en ese sentido, hemos tenido muy buena suerte porque los jóvenes la han entendido”, detalla.
Crecimiento de Paraguay
“Estamos viendo una rápida recuperación de la economía paraguaya. Tenemos nuevos clientes que quieren venir a hacer negocios al país. Creo que estamos en franca recuperación, por suerte”, comenta Hugo T. Berkemeyer.
A decir del socio, Paraguay tiene un ambiente de negocios favorable para las empresas, algo que involucra incentivos de inversión, estabilidad económica y buenos márgenes de rentabilidad. La industria matriz, la de los agronegocios, al ser un país pequeño, está nutriendo a los demás sectores, aunque últimamente se ha registrado un incremento en la actividad del sector inmobiliario.
“Eso va acompañado también de servicios financieros y, algo inédito, se está recurriendo mucho a financiamientos del exterior. La banca nacional es relativamente pequeña y como hay proyectos grandes, recurren a otra infraestructura”.
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En julio, por ejemplo, BKM asesoró a Wilmington Trust, National Association, con participación como Indenture Trustee, en la emisión de bonos sénior por 300 millones de dólares.
Institucionalización
“El modelo que tenemos hoy en día no tiene mucho futuro. Estamos ya en camino a la institucionalización, hemos iniciado el proceso. Yo estoy seguro. De mi parte voy a poner todo el empeño, el esfuerzo, para que esto se realice”, explica Hugo T. Berkemeyer.
Recientemente, la firma se ha sumado a esa tendencia mundial de la descentralización de la toma de decisiones. La proyección de Berkemeyer tiene un alcance de 5 años. “Es mejor retirarse a que a uno lo retiren”, ríe citando al primer Berkemeyer como socio administrador del estudio, su padre.
“Inexorablemente sé que uno tiene que apartarse y hay que apartarse a tiempo. Tenemos una cultura de firma y los abogados están convencidos de ella. La única manera de que este proyecto funcione a futuro es reteniendo talentos. Hoy en día tenemos eso y sería poco inteligente de nuestra parte dejar que esos talentos se vayan”, expone.
De acuerdo con el plan a largo plazo, el estudio continuará con la especialización de las próximas generaciones, particularmente en tareas de gestión del estudio como empresa e institución: desarrollo de negocio, estrategia, legal project management y gestión administrativa.
Hugo T. Berkemeyer se dice feliz por este aniversario de 70 años y orgulloso por la organización que lidera.
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