La firma mexicana Basham, Ringe y Correa formalizó la incorporación del área de manejo de crisis y administración de riesgos que ya había estado operativa desde finales de 2017. Los abogados que la lideran son Daniel Del Río, Juan José López de Silanes y el consejero Rodolfo Barreda.
El área de manejo de crisis y riesgos fue ideada para prevenir y manejar los problemas de las empresas ante una "posición mayormente fiscalizadora de parte de las autoridades a todos los niveles de Gobierno".
“Aun cuando no tenían una actividad muy fiscalizadora, las autoridades comenzaron a hacer revisiones, verificaciones de cumplimiento de obligaciones y -en algunos casos- esto causó la clausura temporal de operaciones, esta situación generó inquietudes en nuestros clientes”, comentó Daniel Del Río, quien afirmó que apostar por un equipo multidisciplinario para asistir a los clientes fue un gran acierto.
Con el cambio de administración, las oficinas gubernamentales cobraron un rol más activo en la vigilancia y -si bien no hubo grandes cambios legislativos- sí han sido publicados decretos y acuerdos que actualizan riesgos en la operatividad de los sectores productivos.
“La prioridad para nosotros es que la empresa siga operando. Prevenimos las situaciones, evitamos riesgos y, si llegamos después de la crisis, hacemos control de daños”, dice Juan José López de Silanes.
En el contexto de la pandemia, los temas más frecuentes tienen que ver con cancelación de licencias y clausuras de negocios. Un ejemplo es el cierre de una fábrica en Baja California, que a pesar de ser considerada esencial, el Gobierno del estado decidió suspender sus labores. No obstante, el equipo de Basham logró su reactivación. En ese sentido, a la nueva área de práctica están llegando también solicitudes muy específicas sobre negocios retail.
Juan José López de Silanes señala que esta área llegó fortalecida a la crisis por COVID-19 con las experiencias de los años previos. En 2018, por ejemplo, atendieron diversos clientes de retail con el derrumbe parcial de un centro comercial en la Ciudad de México. En este caso el equipo definió una estrategia sobre daños y perjucios, pago de arrendamiento y nóminas.
Para el consejero Rodolfo Barreda, el área se fortaleció con el auge de la actividad fiscalizadora de los tres niveles de Gobierno, pues hubo drásticos cambios en la interpretación de las normas.
“Vimos autoridades de todo nivel, municipales, estatales y federales, realizando inspecciones a empresas, mismas que nos llamaban para decirnos que habían llegado al municipio a revisar que tuvieran sus licencias de operación actualizadas, luego el Gobierno del Estado con protección civil y después la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) u otras dependencias del Gobierno Federal”. Ahora, por el coronavirus, algunos clientes multinacionales de Basham, Ringe y Correa solicitaron su asistencia legal para que sus instalaciones se reconvirtieran durante la emergencia sanitaria para la producción de caretas, mascarillas y otros utensilios de apoyo al sector salud.
El equipo de manejo de crisis y riesgos de Basham, Ringe y Correa cuenta con abogados especializados en derecho penal, administrativo, compliance, anticorrupción, lavado de dinero, competencia económica, protección de datos personales, fiscal, laboral, aduanal, ambiental contractual, inmobiliario, regulatorio, de propiedad intelectual y de salud.
“Tenemos la fortuna de ser una firma multidisciplinaria”, concluye Daniel Del Río.
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