De los 6.400 millones de suscripciones de telefonía móvil en el mundo, hoy 284 millones están activas en Brasil. Gracias a las tecnologías presentes en los teléfonos inteligentes, podemos enviar, recibir y acceder a imágenes, videos, libros, música, mapas y mucho más, desde cualquier lugar.
Una conectividad confiable y rápida se ha vuelto crucial en nuestra vida privada y, para las empresas, tenemos más flexibilidad, por ejemplo el trabajo remoto, sin perder eficiencia. Además, ciertas aplicaciones en el ámbito del Internet de las cosas, conocidas como "IoT crítica" requieren una conexión extremadamente confiable y de baja latencia, lo que permite un flujo de información seguro, rápido y constante. Esto solo es posible gracias a los estándares celulares, especialmente 4G y 5G.
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Los estándares pueden definirse como un conjunto de reglas técnicas que deben seguirse para que los productos y servicios se comuniquen entre sí. Gracias a estos, podemos llamar a amigos y familiares en cualquier momento y desde cualquier lugar, utilizando teléfonos de diferentes fabricantes y operadores.
Para garantizar esta comunicación, las empresas siguen las mismas reglas técnicas, el mismo estándar. Cada G (generación) de los estándares celulares constituye una evolución tecnológica de la generación anterior y marca el inicio de una nueva ola de innovación. Por ejemplo, el 5G es hasta 100 veces más rápido que el 4G.
Todos los sectores se benefician enormemente del uso de estándares celulares en sus productos y servicios. Por ejemplo, se espera un aumento promedio de 22 % en la productividad de las pequeñas y medianas empresas (pyme) en Brasil, debido a la implementación de estándares celulares en los sectores de alimentos y bebidas y metalurgia.
El 5G aumentará la eficiencia energética y la descarbonización de sectores como transporte y energía y permitirá una agricultura de precisión, con una potencial reducción global de costos de hasta 100 millones de dólares y una reducción del desperdicio de agua de 150 mil millones de metros cúbicos al año.
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De esta manera, las empresas, incluidas las pyme, se benefician del uso de tecnología de vanguardia en la creación de sus productos y servicios sin incurrir en los altos costos de su desarrollo, facilitando una presencia de mercado transnacional, debido a la implementación de estándares globales. Las pyme también pueden participar y contribuir al proceso de creación de la tecnología estandarizada, un proceso abierto a quienes estén interesados.
Un estudio de 2017 demostró que las contribuciones de las pyme y las startups tienen más probabilidades de ser aceptadas (34,42 %) que las de las grandes empresas (28,91 %). Para participar, basta con convertirse en miembro de uno de los siete socios organizacionales del 3GPP.
Como contribuyentes, las pyme pueden obtener ingresos y crecer a través de la concesión de licencias de sus patentes. Tales beneficios están alineados con los objetivos del Plan Nacional de IoT.
En resumen, los estándares celulares resultan en una mayor competencia, reducción de costos y aumento de la variedad de productos disponibles para los consumidores a precios más competitivos, lo que permite a las empresas innovar a partir de estas tecnologías. La estandarización tecnológica también fomenta el crecimiento económico global. La continua innovación en la industria de las telecomunicaciones abre nuevas posibilidades, permitiendo que las empresas crezcan más rápidamente y desarrollen nuevos modelos de negocio, productos y servicios.
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Pero, ¿cómo funciona la estandarización tecnológica? Los estándares celulares (2G a 5G) se desarrollan en el ámbito del 3GPP (Proyecto Asociación de Tercera Generación), una organización formada por siete Organizaciones de Desarrollo de Estándares (Standard Development Organizations, o SDOs); las SDOs, a su vez, son entidades reconocidas responsables del desarrollo colaborativo de estándares.
El ETSI es la SDO responsable de los estándares de telecomunicaciones en Europa y la SDO responsable del secretariado del 3GPP.
Expertos en estandarización tecnológica, tanto del sector público como del privado, se reúnen en el ámbito del 3GPP para discutir los próximos desafíos, definiendo los objetivos del proyecto de estandarización. A partir de esto, los participantes pueden contribuir con innovaciones para dichos objetivos.
Durante el desarrollo de los estándares 3G y 4G, por ejemplo, se presentaron más de 260,000 contribuciones. Sin embargo, solo las mejores tecnologías son seleccionadas para ser incorporadas en los estándares. En este caso, dichas tecnologías representaron menos de 17 % de las contribuciones realizadas. Una vez publicados por el 3GPP, los estándares son convertidos por las SDOs en estándares nacionales y regionales.
La incorporación de tecnologías de vanguardia, complejas y altamente innovadoras es fundamental para el éxito de los estándares celulares. No es sorprendente que el desarrollo de cada generación de la tecnología requiera aproximadamente una década y miles de millones de inversiones en investigación y desarrollo (I+D).
Como la mayoría de las tecnologías innovadoras, las tecnologías estandarizadas están normalmente protegidas por patentes.
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Las patentes necesarias para la implementación de un estándar tecnológico se conocen como patentes esenciales para el estándar (o SEPs, del inglés standard-essential patents). Normalmente, una patente garantiza el derecho de exclusividad a su titular, por lo que su uso por parte de terceros requiere el consentimiento del titular.
En el ámbito de la estandarización tecnológica, los titulares de SEPs generalmente se comprometen a otorgar acceso a sus SEPs en términos y condiciones justos, razonables y no discriminatorios (FRAND, del inglés fair, reasonable, and non-discriminatory), lo que permite el rápido desarrollo y la amplia adopción de los estándares.
Como explica la política de Propiedad Intelectual del ETSI, se busca un equilibrio de intereses. Por un lado, garantizar el acceso a tecnologías innovadoras a los usuarios del estándar. Por otro lado, garantizar una compensación justa por las innovaciones a los titulares de SEPs, así como incentivos para la continua inversión en I+D de la próxima generación de tecnología, alimentando el "círculo de la innovación".
En conclusión, es imperativo mantener el círculo virtuoso de innovación. Para ello, es necesaria:
- Una compensación justa y razonable a través de la licencia de patentes.
- La aplicación efectiva y eficiente de los SEPs, especialmente en casos en los que los usuarios muestran reticencia a celebrar una licencia FRAND.
Los tribunales brasileños parecen entender esto y han dictado decisiones razonables y equilibradas. Sin embargo, ciertos usuarios utilizan estrategias para retrasar y reducir el pago de regalías.
El desarrollo de tecnologías estandarizadas proviene de grandes inversiones en I+D. Sin una compensación adecuada y oportuna, las empresas innovadoras preferirán invertir en tecnologías privadas. Al final, serán los consumidores (frente a productos y servicios de menor calidad y más caros) y la economía brasileña los que perderán oportunidades fantásticas ofrecidas por los estándares tecnológicos, como el reconocimiento y la presencia global.
*Daniel Rainho es investigador de Políticas de Derechos de Propiedad Intelectual en Ericsson.
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